Si la reforma pensionaria que pretende instrumentar la actual Administración Federal no considera ampliar las coberturas de forma integral ni incorpora planes que permitan atraer a la mayor cantidad de trabajadores independientes a la economía formal, será inevitable que México se convierta en un país de ancianos pobres.
Así observan el panorama de la reforma pensionaria que la Administración Federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) pretende realizar a mitad del sexenio Carlos Lozano Nathal, expresidente del Colegio Nacional de Actuarios (Conac), y Salim Afiune Sawaya, presidente de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC).
Los actuarios especialistas en pensiones nos concedieron una entrevista conjunta y coincidieron en señalar que es imperativo que cualquier reforma que se pretenda impulsar para modificar el actual sistema pensionario sea obligatoriamente integral. En tal sentido, detallaron que es vital que se construya una plataforma que con base en planes contributivos y no contributivos permita otorgar mejores tasas de reemplazo para los mexicanos.
Durante su intervención, Carlos Lozano Nathal hizo hincapié en que cualquier cambio que sufra el sistema de ahorro y retiro solo servirá si se analiza con profundidad la adecuación, sustentabilidad y beneficios de la plataforma.
“En cuanto a la adecuación, considero que estamos bastante mal. Es innegable que los beneficios que se lograrían son muy bajos, porque existen personas que obtendrían tasas de reemplazo de solo 20 por ciento”, explicó Lozano Nathal.
La sustentabilidad de los programas de ahorro y retiro que se implanten, continuó Lozano Nathal, es otro gran desafío que afronta el Gobierno Federal en su afán de reformar el sistema pensionario, puesto que, efectivamente, se cuenta con los fondos económicos para sostener la plataforma, pero los rendimientos serían muy bajos.
En lo que se refiere a los elementos asociados a la credibilidad y confianza para llevar a cabo la reforma pensionaria, Lozano Nathal precisó que éste es uno de los asuntos para los que se requerirá desarrollar una agenda que permita hacer coincidir intereses con base en el diálogo, puesto que un porcentaje muy alto de la población no tiene confianza en los proyectos de seguridad social que anuncian las autoridades e instituciones federales.
“Todo esto dificulta cualquier modificación del sistema, porque al escuchar la palabra cambio las personas automáticamente piensan en los efectos negativos que generaría la medida”, agregó Lozano Nathal.
El expresidente del Conac puntualizó que se requieren esquemas de ahorro claros y sencillos. Además, alertó sobre el hecho de que la reforma pensionaria que se realizó en 1997 no mejoró la cultura financiera del mexicano; por ese motivo, sentenció, el ciudadano de a pie desea un sistema pensionario concreto que le permita sortear la incertidumbre y precariedad de la vejez.
“Lamentablemente, si se hace una encuesta, nos toparíamos con el enorme problema de que muchísima gente no sabe en qué afore tiene su cuenta. Peor aún, el mexicano no tiene idea de cuánto obtendrá de pensión. Por desgracia, la plataforma que se puso en marcha hace más de dos décadas solo estuvo diseñada para ahorrar, pero no tomó en cuenta el monto que se obtendría en el momento en que la vejez nos alcanzara”, abundó Lozano Nathal.
Plan holístico
Por su parte, Afiune Sawaya, presidente de la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores (AMAC), aseguró que es urgente diseñar un esquema pensionario mucho más homogéneo que el actual con el objetivo de brindar beneficios similares a todas las capas poblacionales del país.
Afiune Sawaya declaró que la AMAC es una de las instituciones que cuentan con un plan acabado para crear un nuevo Sistema Nacional de Pensiones. Respecto a esta propuesta, precisó que el organismo que preside continúa buscando un acercamiento con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Cámara de Diputados para presentarles el programa confeccionado, que a todas luces ayudaría a estructurar un modelo pensionario eficaz, moderno y capaz de adaptarse a la abrupta transformación del bono demográfico que experimenta México.
“Nuestra propuesta tiene como eje medular cuatro pilares. En primer lugar, proponemos que exista una pensión universal, sin perder de vista todo lo concerniente al ahorro voluntario y la educación financiera. Nosotros hacemos hincapié en las aportaciones de los empleados, las cuales creemos que deben incrementarse. Por si fuera poco, tocamos lo referente a los planes privados de pensiones, ya que hemos visto que éstos se han ido perdiendo. En resumidas cuentas, se trata de un plan holístico en el que no solo el Gobierno Federal debe ser responsable, sino también el empleado y el patrón”, amplió Afiune Sawaya.
Peligroso, no considerar a los especialistas
Afiune Sawaya se refirió a los riesgos que podrían enfrentarse en caso de que la Administración Federal emita una reforma pensionaria sin el debido aporte de los especialistas en esta materia, como es el caso del gremio actuarial.
“Pienso que cualquier plan que se pretenda poner a consideración no puede dar soluciones a medias. Considero que en lo que se refiere a la reforma de pensiones se debe buscar una solución sustentable y que funcione en el futuro. En caso de que se tomen decisiones sin la asesoría y el estudio de especialistas en la materia, es factible que se experimenten riesgos económicos y sociales reales”, sostuvo el presidente de la AMAC.
A tiempo, por ahora
Entre tanto, Lozano Nathal aseveró que el secreto para llevar a cabo una reforma integral del sistema de pensiones estriba en el hecho de detectar y conocer las verdaderas necesidades de la población respecto a planes de retiro; de esta manera, se edificaría un esquema moderno de acumulación de recursos.
“En caso de que no se construyera un sistema bajo un enfoque categóricamente integral, los riesgos económicos se radicalizarían y se podría detonar una bomba social inmanejable”, advirtió quien también es CEO de Nathal Actuarios y Consultores.
Por último, el expresidente del Conac especificó que todos los cambios que pretendan reformar al sistema pensionario actual deberían estar dirigidos a crear conciencia sobre este problema en las generaciones más jóvenes del país. También recordó que la población perteneciente a la tercera y cuarta edad, que en un porcentaje considerable no cuenta con los beneficios de la seguridad social, continuará incrementándose.
“La reforma de pensiones debe considerar a todos los conglomerados poblacionales y analizar sus condiciones particulares. Cualquier estrato social puede atenderse con el diseño y adecuación de los beneficios; de ahí que se requiera un diseño óptimo que analice todas las aristas; esto es, no solo lo político, económico y financiero, sino también lo actuarial”, finalizó Lozano Nathal.