Pandemia del COVID-19 exige una respuesta coordinada entre los bancos centrales del mundo: Fitch Ratings

El Asegurador

En un comunicado difundido hoy, la calificadora internacional Fitch Ratings indicó que si bien la política monetaria por sí sola no puede resolver las interrupciones en la cadena de suministro o restaurar la confianza de los inversionistas, una respuesta política y coordinada entre todos los bancos centrales del planeta puede ayudar a compensar parcialmente el impacto económico del brote de COVID-19, ya que evitaría un endurecimiento de las condiciones financieras actuales.

El reporte de la agencia pronostica que las tasas de interés fluctuarán hacia (o por debajo) el límite inferior cero en las economías desarrolladas y emergentes, mientras que la política monetaria no convencional dependerá cada vez más del crecimiento de cada nación. 

La calificadora considera que las crecientes preocupaciones sobre una recesión mundial inducida por el COVID-19 se han traducido en un fuerte aumento de la volatilidad del mercado financiero a escala global y a un deterioro en el sentimiento del mercado, lo que ha resultado en una acción rápida por parte de los bancos centrales mundiales. Esto, a su vez, ha provocado ventas masivas de acciones, reasignaciones de cartera lejos de los activos de riesgo y la ampliación de los diferenciales sobre los activos de refugio seguro, como los bonos estadounidenses, británicos y alemanes. Como resultado, amplía la firma, las condiciones financieras mundiales se han endurecido bruscamente en un período relativamente corto, sin perder de vista que las perspectivas de crecimiento global se han deteriorado significativamente; por lo que ahora se espera una inevitable recesión económica en 2020.

En tanto, Fitch Ratings precisa que los recortes de tasas y los ajustes a los requisitos de reserva irán acompañados de políticas poco ortodoxas (compra de bonos y financiamiento de emergencia).

En el caso de un deterioro más agudo en las perspectivas de crecimiento, la calificadora afirma que no excluye que los bancos centrales puedan volver a implementar políticas que se utilizaron por primera vez durante la crisis financiera mundial de 2008-2009.

“Para amortiguar la economía global de las consecuencias de COVID-19, creemos que los bancos centrales desplegarán una estrategia doble. Las respuestas monetarias convencionales (recortes de tasas y ajustes al requisito de reserva) irán junto con políticas poco ortodoxas (compra de bonos, flexibilización cuantitativa y financiamiento de emergencia). Una respuesta de política monetaria coordinada en los mercados desarrollados y emergentes puede ayudar a compensar parcialmente el impacto económico de la enfermedad al evitar un endurecimiento de las condiciones financieras, lo que limita la presión sobre las empresas y los hogares que pueden estar experimentando problemas temporales de flujo de efectivo. Esto, a su vez, ayudará a apuntalar la confianza de las empresas y los consumidores, con efectos positivos en la actividad económica”, finaliza el análisis de Fitch Ratings.

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