Ciudad de México (CDMX) es la decimotercer capital con mayor riesgo, en términos de exposición del Producto Interno Bruto (unos 8,000 millones de dólares) en caso de sufrir catástrofes naturales, lo que la convierte en una de las metrópolis más vulnerables del orbe. En tal sentido, una inadecuada gestión de riesgos puede desencadenar consecuencias financieras y sociales devastadoras, que originan la pérdida considerable de recursos económicos. De ahí la necesidad de que aseguradoras y autoridades trabajen en el desarrollo de productos y servicios que permitan que este país sea más resiliente.
Así lo establece el estudio Construyendo un futuro resiliente para los centros urbanos del mundo, publicado por Lloyd ‘s, en conjunto con la consultora Urban Foresight y la Universidad de Newcastle, Reino Unido, que además detalla que CDMX es una ciudad que posee tecnología media y resiliencia débil, situada tierra adentro en altitud y en una zona de escasez de agua, en expansión y con un nivel significativo de población que reside en asentamientos informales que conlleva grandes riesgos.
El informe de Lloyd ‘s proporciona un análisis integral de los riesgos que enfrentan las ciudades y que enfrentarán en el futuro; asimismo, analiza sus efectios y cómo las áreas urbanas pueden protegerse de estas amenazas.
El reporte de Lloyd ‘s refiere que actualmente las ciudades grandes contribuyen con 75 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, y se calcula que en 2030 será 85 por ciento. Estas dos tendencias agrupan activos poblacionales y económicos, lo cual aumenta los daños y pérdidas potenciales a causa de siniestros.
El reporte da a conocer la Estrategia de Resiliencia de CDMX, entidad que enfrenta múltiples riesgos, tanto naturales como provocados por el hombre. Añade que en 2013, esta metrópoli fue seleccionada para formar parte de la iniciativa 100 Ciudades Resilientes. Esta estrategia se está desarrollando para abordar los desafíos que enfrenta dicha demarcación territorial a través de cinco pilares, que impulsarán la implementación de acciones para mejorar la capacidad de adaptación, respuesta a desastres y desarrollo de infraestructura. Los cinco principios rectores son:
1) Fomentar la coordinación regional: mantener una visión y coordinación regional en todos los niveles es clave para desarrollar la resiliencia.
2) Promover la resiliencia del agua como un nuevo paradigma para la gestión de la cuenca de México: asegurar el acceso equitativo al suministro de agua y garantizar el suministro del vital líquido para toda la población.
3) Plan de resiliencia urbana y regional: los ciudadanos deben tener acceso equitativo a las comodidades urbanas, la vivienda, las áreas verdes y los espacios públicos.
4) Mejorar la movilidad a través de un sistema integrado seguro y sustentable: Se requiere inversión en transporte público para mejorar la calidad y seguridad del sistema de movilidad, así como para crear un sistema integrado que atienda a toda la población de la ciudad.
5) Desarrollar la innovación y la capacidad de adaptación: se deben crear procesos y herramientas innovadoras que permitan al gobierno y a los diversos sectores sociales y económicos conocer y comprender sus vulnerabilidades y reducir los riesgos que enfrentan.
Por otro lado, el análisis de Lloyd ‘s detalla que la COVID-19 ha provocado que la atención global se enfoque en la capacidad que tienen las ciudades para sobrellevar los efectos asociados a riesgos sistémicos, como las pandemias. A su vez, esto ha resaltado algunas características que contribuyen a una mayor resiliencia, aunque también dan lugar a mayor vulnerabilidad. La pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 también ha puesto el foco en los daños que los riesgos sistémicos pueden tener en las áreas urbanas, así como en las consecuencias económicas y sociales que se extienden por todo el mundo.
Al respecto, Trevor Maynard, director de innovación de Lloyd’s, señaló que “la industria de seguros tiene un papel importante en la mitigación de los riesgos y en el mejoramiento de la resiliencia. El mercado de Lloyd’s cuenta con una variedad de productos que cubren las necesidades de localidades de todo el mundo y estamos desarrollando coberturas específicos para las futuras necesidades de los asegurados. Sin embargo, todavía nos falta desarrollar más interacciones entre ciudades y asegurados para poder aumentar la colaboración y comprensión”.
A su vez, Graham Throwers, director de infraestructura e inversiones de Urban Foresight, declaró que “el informe resultó profético. Conforme las ciudades evolucionan, nos cuestionamos su forma y desempeño funcional como nunca antes. Los acontecimientos recientes han resaltado la importancia que tienen las grandes ciudades como concentraciones de actividad económica, política y social. Sin embargo, también resultan ser concentraciones de riesgos”.