Según las últimas Perspectivas Económicas Provisionales de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), se vislumbra una recuperación económica mundial, aunque resulta fundamental acelerar la vacunación y mejorar su eficacia en todo el mundo.
A través de un comunicado, el organismo internacional refiere que en los últimos meses la actividad ha repuntado en muchos sectores y se ha adaptado a las restricciones derivadas de la pandemia. Finalmente la administración de vacunas está tomando ritmo, aunque sigue siendo desigual, y es probable que el estímulo fiscal de los gobiernos —en especial en Estados Unidos— dé un importante impulso a la economía.
Pero la pandemia está ampliando las brechas de rendimiento económico entre países y sectores, aumentando las desigualdades y se corre el riesgo de causar un daño duradero en las perspectivas de empleo y el nivel de vida de muchas personas, señala el documento.
La OCDE pide que se intensifique la vacunación, un estímulo fiscal más ágil y focalizado para impulsar la producción y la confianza, y mantener una ayuda a los ingresos para las personas y las empresas más afectadas por la pandemia, al tiempo que se prepara el terreno para una recuperación sostenible.
“La velocidad es crucial”, aseguró el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría, quien añadió que “las vacunas deben administrarse más rápido y a nivel mundial. Esto requerirá una coordinación y una cooperación mejores que las observadas hasta la fecha, pero la humanidad no puede permitirse suspender esta prueba”.
La OCDE prevé que el crecimiento del PIB mundial será del 5.6 por ciento este año, lo que supone una revisión al alza de más de un 1 por ciento de su proyección de diciembre, y un 4 por ciento en 2022. Además, se espera que la producción mundial alcanzará niveles previos a la pandemia a mediados de 2021, aunque en gran parte dependerá de la carrera entre las vacunas y las nuevas variantes del virus.