Por: Lic. Eduardo F. Rodríguez Hernández.
Inocente palomita…
“Hoy por ser 28, en nadie confíes muchacho.”
Dentro de todo el humor que nos caracteriza como mexicanos, hay una celebración muy chusca en nuestro país próxima a realizarse, es el “día de los inocentes”, ese día 28 de diciembre, no falta la noticia en la televisión, el encabezado en los periódicos y hasta el comentario de un compañero en la oficina o un hermano latoso de la familia, que pretende hacernos creer en lo cierto de algún evento extraordinario y que cuando el que nos la aplica se da cuenta de que logró el objetivo, termina con la frase “inocente palomita te dejaste engañar”.
Las bromas van desde las más simples hasta algunas de ellas que sobrepasan ciertos límites:
Traes roto el pantalón de atrás… “inocente palomita te dejaste engañar”.
En el estacionamiento le acaba de dar un golpe a tu carro… “inocente palomita te dejaste engañar”.
Tu hermano se fue de la casa… “inocente palomita te dejaste engañar”.
La gasolina va a costar doce pesos… “inocente palomita te dejaste engañar”.
Los hospitales públicos de nuestro país cuentan con el 95% de medicamentos…“inocente palomita te dejaste engañar”.
Y así …
Revisaba que este evento actualmente chusco, tiene un origen religioso basado en acciones del rey Herodes que pretendía matar a todos los niños menores de dos años nacidos en Belén, ya que tenía temor de que el recién nacido JESÚS se convirtiera en un próximo rey que a la postre lo opacara o destituyera.
Fue durante la Edad Media que este evento religioso se mezcló con otro tipo de celebraciones populares que se caracterizaban por burlas entre los participantes y así fue permaneciendo en el tiempo hasta nuestros días, siendo una tradición muy característica de los países de cultura hispana que la celebran el día 28 de diciembre, mientras que otros países tienen su día de bromas el 1 de abril.
Y como dijo el clásico “si ya saben cómo soy para que me invitan”, esta celebración ya es muy mexicana, sabiendo que nosotros hasta de la tragedia más negra hacemos bromas y todo esto de “inocente palomita te dejaste engañar”, lo menciono porque tengo muchas anécdotas con agentes que pretendieron, consciente o inconscientemente, celebrar en distintas fechas el día de los inocentes directamente conmigo, les cuenta una muy simpática:
Era muy normal que siendo delegado de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, muchos agentes quisieran pasar a hablar conmigo para tratarme algún asunto relacionado con su actividad, pero justamente sabiendo que algunos de mis queridos agentes “a veces” les daba por alguna que otra mentirilla piadosa para lograr su objetivo, previo a pasarlos a mi oficina, mi asistente me traía su expediente personal, el cual contenía los antecedentes documentales de los trámites que habían realizado desde su autorización inicial hasta el último de los refrendos y si en alguna ocasión había algún justificante por no haber realizado su cita dentro de los 60 días previos a que venciera su cédula, tal y como lo ordena la normativa, se les pedía que hicieran su petición por escrito acompañándolo con algún documento que soportara su dicho y esos documentos se agregaba a su expediente personal.
Así las cosas, en alguna ocasión un agente se anunció con mi asistente para tratar un asunto “muy urgente” de su cédula, al entrar por la puerta de mi oficina vi a una persona con paso lento y encorvado que, al invitarlo a sentarse, lo hizo con dificultad. Al hombre en cuestión de unos 60 años aproximadamente, se le dificultó la renovación de su cédula simplemente porque no había hecho la cita electrónica que en ese entonces se requería para poderse presentar personalmente hacer el trámite en la oficina, hablaba con dificultad y con voz algo ronca, como de recién despertado, y mirando frecuentemente hacia el piso en señal de derrota, me dijo que ha estado muy enfermo y que por ese motivo se le había pasado hacer la cita correspondiente en el sistema de citas de la CNSF.
Debo confesar que antes de atender al susodicho, me percaté que en su expediente había dos cartas de distintas fechas elaboradas de su puño y letra, en los que me informaba que no había podio hacer las gestiones conforme al Reglamento de Agentes de Seguros y de Fianzas por estar enfermo, es decir, una carta por cada trámite de los últimos dos refrendos de cédula… …“inocente palomita te dejaste engañar”, ustedes amigos me criticarán lo que quieran, pero como servidor público buscaba justamente eso, servir al ciudadano que lo necesitara, sabiendo que efectivamente existían casos de agentes que tuvieron alguna dificultad extrema para realizar sus trámites en mi delegación.
El caso es que en esta ocasión me negué a ayudarlo, diciéndole que ya lo había hecho en sus últimos dos refrendos y por causas similares a las que ahora me contaba, le informé que necesitaría en consecuencia, realizar una cita electrónica en el sistema de citas de la CNSF para que pudiera ser atendido, el hombre empezó a dirigirse conmigo con molestia y aquella voz ronca y de tono bajo, por magia empezó a desaparecer, ya su tono era de grito, y lo encorvado de su figura se empezó a transformar en un cuerpo erguido y la mirada al suelo ahora se dirigió permanentemente a mis ojos, no sin contarles también que se levantó rápidamente de la silla y con paso veloz se dirigió a la puerta de mi despacho, la cual cerró como cuando un adolescente lo hace con la mamá cuando lo regaña por no asear su habitación.
Después de esta experiencia, yo les decía a mis compañeros de trabajo que el letrero que estaba afuera de mi oficina y que identificaba mi lugar y cargo como “Delegado”, lo iba a cambiar por uno que dijera “Se alivian ronqueras y se enderezan jorobados”
Sabemos que el humor para nosotros los mexicanos no solo es para buscar divertirse, es una postura ante la vida, una forma de comunicación, de cohesión social e incluso de crítica, nos hace voltear hacia un lado divertido, ante situaciones adversas, tragedias o problemas sociales y políticos.
Como colofón les quiero informar que a partir del 2026, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas dejará de pedir exámenes a aquéllas personas que se quieran dedicar al ejercicio de agentes de seguros o de fianzas…“inocente palomita te dejaste engañar”.
Y como decía mi abuelo… la gratitud solo tiene seis meses de vigencia.
Hasta la próxima!
El Lic. Eduardo F. Rodríguez Hernández es Fundador y Director del despacho ELAAA, ABOGADOS & CONSULTORES, S.C.
www.elaaa.com.mx
eduardo@elaaa.com.mx
Por medio de esta nota autorizo al periódico EL ASEGURADOR a publicar, en la sección que mejor convenga, el artículo que lleva por título “AL MARGEN” “Inocente palomita” y que fue realizado por EDUARDO FRANCISCO RODRIGUEZ HERNANDEZ, que aparece como autor del mismo, todo ello de manera voluntaria y sin recibir a cambio ninguna remuneración económica, asimismo me reservo todos los derechos para publicarlo en cualquier otro medio.