El sector agrícola es uno de los eslabones más importantes en la economía mexicana, por lo que resulta preocupante que 9.9 millones de hectáreas de la superficie sembrada, alrededor de 45 por ciento del total de la extensión utilizada para el cultivo, no cuenten con la protección que brinda el seguro para mitigar el impacto de las catástrofes naturales.
En conferencia de prensa, Raúl González, Senior Organiator Food & Agriculture Business para México y América Latina en Swiss Re Corporate Solutions, presentó estas cifras y analizó las áreas de oportunidad en este importante sector del país, ya que de los 22.1 millones de hectáreas sembradas, sólo 12.2 millones cuentan con un seguro.
“En la actualidad vemos que 9.9 millones de hectáreas no tienen ningún tipo de aseguramiento de tipo comercial ni catastrófico. Por eso consideramos que ésta es un área de oportunidad que no se está atendiendo en la cual podemos ayudar a esos agricultores que no cuentan con un esquema”, explicó González.
El especialista aclaró que en el sector agrícola existen dos grandes líneas de seguros. En primer lugar, la comercial, destinada al agricultor que cuenta con los recursos para pagar una póliza, y la catastrófica, que atiende a aquellos que no tienen la posibilidad de comprar un seguro.
“En la línea comercial tenemos a agricultores que saben que están expuestos y pueden adquirir el seguro a través de una compañía aseguradora o por un fondo de aseguramiento. En cambio, la línea catastrófica es atendida por el sector público a través del Gobierno Federal con una dinámica muy específica. La actual Administración Federal promueve este tipo de coberturas, lo cual beneficia a aquellos agricultores que no cuentan con los recursos”, dijo Raúl González.
Ser proactivos y no reactivos
El analista de Swiss Re recomendó adelantarse a los hechos y no esperar a que suceda algún desastre natural para tomar acciones de prevención de riesgos. Lo más importante es que no se afecten las cosechas.
“México es punta de lanza en este sector en Latinoamérica. Somos grandes productores. Y, a pesar de que esta superficie no asegurada no ha generado un perjuicio o una complicación para el país, es necesario que seamos proactivos, y no reactivos, como ha sucedido con algunos sucesos que afectaron a los agricultores en el pasado”, reconoció González.
En ese contexto, el directivo de la firma suiza recordó los acontecimientos que dejaron una huella profunda en el sector agrícola por las fuertes pérdidas económicas que ocasionaron. Desgraciadamente, todo eso sucedió por no contar con un instrumento que mitigara el daño.
“Las heladas y sequías son los sucesos que más vulneran al sector agrícola; son los principales riesgos que se pueden sufrir en el corto y mediano plazo. El frío extremo y la falta de agua afectan directamente a los ciclos de producción y generan un problema muy grave”, prosiguió el especialista en el tema agrícola.
Mayor acercamiento con el agricultor
Por último, González reconoció que, a diferencia de otros países de la región, México cuenta con cierto avance en estos temas y que la tarea principal para resolver parte de esta problemática estriba en exponer claramente al agricultor las áreas de oportunidad que por alguna razón no han sido atendidas.
“Debemos seguir trabajando en esquemas de aseguramiento que reconozcan realmente la preocupación del agricultor, que nos ayuden a resolver parte de esta problemática. Además, creemos que con un acercamiento más estrecho con el agricultor podemos ajustar y calibrar los productos, lo cual redundará en que podamos ayudarlos más eficientemente”, finalizó Raúl González.