Si bien la crisis actual ha obligado a las empresas a examinar cómo hacen negocios, también podría llevarlas más allá de la simple recuperación para prosperar mediante el desarrollo de arquitecturas comerciales y tecnológicas completamente nuevas, revela un estudio reciente de la firma consultora global Deloitte.
El reporte titulado Nuevas arquitecturas de resiliencia: ¿se dirigen a un reinicio o un nuevo comienzo? detalla que las crisis pueden ser catalizadores profundos para el cambio y generar oportunidades para crear mucho más valor con el tiempo. Considera comprensible que la pandemia actual se esté enfocando en las acciones a corto plazo para superar los tiempos difíciles, pero establece que también se debería usar este difícil periodo como una oportunidad para reflexionar sobre lo que se puede aprender para prosperar y crear más valor en un mundo incierto y que cambia rápidamente.
“Si realmente queremos prosperar, necesitamos esforzarnos para mirar hacia el futuro, desafiar nuestras suposiciones básicas sobre en qué negocio estamos realmente y anticipar oportunidades que nadie ha visto aún”, señala el análisis, que estima necesario ampliar los horizontes de búsqueda a la vez que se examinan las lecciones que emanan de la crisis actual.
El documento cita que hay problemas específicos que se deben abordar, como conectar de manera más eficaz a los trabajadores distribuidos, así como fomentar la capacidad de improvisar de manera más creativa cuando surgen necesidades inesperadas en el mercado.
De modo similar, tecnologías poderosas como la inteligencia artificial (IA) y la computación en la nube ofrecen el potencial de registrar un beneficio mucho mayor. Si bien todos éstos son problemas y oportunidades importantes, mirando más a fondo se podría concluir que se trata de manifestaciones de problemas y oportunidades de mejora fundamentales, detalla la firma consultora.
El análisis en comento califica la resiliencia como requisito clave para todas las instituciones en tiempos difíciles y estima necesario adoptar una visión amplia de ésta para ir más allá de simplemente reducirse a responder y recuperarse de desafíos inesperados. Agrega que es preciso encontrar formas de crecer y evolucionar para crear más valor en el futuro, en lugar de solo regresar adonde se estaba antes, lo que implica crear nuevas fórmulas para emprender actividades a fin de prosperar.
El reporte establece que para realmente prosperar se necesita mirar hacia el futuro, desafiar las suposiciones básicas sobre el negocio en el que se está y anticipar oportunidades que nadie ha visto todavía. “Una clave estriba en identificar rápidamente el efecto que importa hoy y posicionarse para prosperar a largo plazo; también, en enmarcar todo esto como una oportunidad convincente a más largo plazo”. Se señala que actuar de manera enérgica para abordar ahora esa oportunidad puede proporcionar la base para prosperar.
El estudio de Deloitte asienta que, si bien se ha hablado sobre la necesidad de mirar hacia el futuro y actuar tajantemente y con determinación, pocos han hecho el esfuerzo por llevar a la práctica ese gran desafío. Quizá la actual crisis pandémica pueda impulsar para seguir este enfoque, en lugar de simplemente pensar en él, ya que ahora, y más que nunca, es preciso tener un sentido claro de dirección y enfocar los esfuerzos hacia el logro de una mayor influencia sobre los demás.
Rediseñando la arquitectura
El análisis indica que la actual crisis pandémica está poniendo en tela de juicio las arquitecturas que sustentan los negocios y, de hecho, todas las instituciones. Explica: “Por arquitecturas nos referimos a la forma en que conectamos todas nuestras actividades y recursos para que podamos ofrecer valor a nuestras partes interesadas”.
El reporte añade que navegar con éxito a través del catalizador del cambio exige rediseñar tanto las arquitecturas tecnológicas como las comerciales que respaldan cada negocio. Así, en lugar de ver estas arquitecturas como distintas y separadas, deben observarse como dos hebras interconectadas. Puntualiza que es necesario abandonar la visión convencional de las arquitecturas estáticas y, en su lugar, crear unas que evolucionen continuamente mediante la interacción íntima.
El estudio de Deloitte convoca a no conformarse con una mayor flexibilidad y agilidad, puesto que son necesarias arquitecturas que ayuden a todos los participantes a aprender más rápido y acelerar la mejora del rendimiento para prosperar creando más y más valor en tiempos desafiantes, en lugar de solo responder rápidamente a eventos imprevistos. En lugar de simplemente trabajar con la máquina, necesitamos aprovechar las oportunidades para aprender con ella, recalca.
El estudio sugiere aprovechar todo el potencial de esta oportunidad rediseñando la tecnología y arquitecturas comerciales desde cero, lo que admite que no será fácil porque las arquitecturas empresarial y tecnológica, como la doble cadena del DNA, están fundamentalmente entrelazadas y no pueden cambiarse con facilidad. La buena noticia es, concluye, que existen vías pragmáticas para ayudarnos a diseñar las nuevas arquitecturas por medio de iniciativas específicas en el corto plazo.