Ante las recientes disrupciones logísticas y la creciente preocupación por la seguridad económica, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advierte que fortalecer y diversificar las cadenas de suministro es esencial para enfrentar los desafíos actuales sin renunciar al comercio internacional.
En su nuevo informe OECD Supply Chain Resilience Review, el organismo internacional destaca que la relocalización completa de la producción dentro de las fronteras nacionales, lejos de aumentar la resiliencia, podría perjudicar el crecimiento económico global y empeorar la estabilidad frente a futuras crisis.
El estudio muestra que la concentración de proveedores en ciertos países ha aumentado, especialmente fuera del ámbito OCDE. Por ejemplo, China elevó su concentración de importaciones del 5 al 30 por ciento en los últimos 25 años, mientras que países como Estados Unidos, Alemania y Japón redujeron su participación combinada del 30 al 15 por ciento. Esta tendencia incrementa la vulnerabilidad a choques externos, particularmente en sectores estratégicos como la energía o la electrónica, cuyas cadenas de suministro resultan especialmente sensibles a las interrupciones.
Además, el informe subraya que las políticas orientadas a la relocalización podrían reducir el comercio mundial en más de un 18 por ciento y el PIB real global en más de un 5 por ciento, sin ofrecer una mejora efectiva de la resiliencia. También advierte sobre el impacto desigual de nuevas normativas ambientales y la transformación digital, que aunque pueden mejorar la trazabilidad y respuesta ante crisis, también introducen riesgos como la dependencia tecnológica o mayores costos regulatorios, especialmente para las pymes y los países en desarrollo.
La OCDE propone adoptar políticas que fortalezcan la capacidad de respuesta de las cadenas de suministro sin aislarse del mercado global. Esto incluye mejorar la eficiencia del comercio, facilitar los servicios logísticos y financieros, y promover la digitalización segura. La colaboración internacional y el trabajo conjunto con el sector privado se presentan como condiciones indispensables para construir cadenas más sólidas, flexibles y sostenibles.