Catástrofes naturales aseguradas en 2022 alcanzan los 125 000  mdd  

Lo confirma Swiss Re en su reporte de catástrofes naturales, vía Sigma El monto volvió a superar el umbral de los 100 000 millones de dólares
Por: Luis Adrián Vázquez Moreno @pea_lavm

Swiss Re informó que en 2022 el monto de los daños asegurados que se registraron por concepto de catástrofes naturales volvió a superar el umbral de los 100 000 millones de dólares. Esto se traduce en que durante el año referido el sector seguros  pagó 125,000 millones de dólares por daños asegurados respecto de un total  de 275,000 millones de dólares que se contabilizaron por concepto de siniestros naturales totales a escala global.

La reaseguradora refiere que entre los factores que propiciaron el incremento de las indemnizaciones por concepto de catástrofes naturales aseguradas resalta    la acumulación de activos inmobiliarios en áreas expuestas, agravada por una presión inflacionaria excepcional.

El  huracán Ian, pérdidas récord por granizadas en Francia, inundaciones en Australia y Sudáfrica, tormentas invernales en Europa y Estados Unidos, así como sequías en Europa, China y América,     confabularon para que se llegara a este escenario catastrófico.

Todo lo anterior reafirma la tendencia de un aumento anual promedio del 5 al 7  por ciento en las pérdidas aseguradas durante las últimas tres décadas, revela Swiss Re.

Al respecto, Martin Bertogg, director de Riesgos de Catástrofes de Swiss Re, señaló que la magnitud de las pérdidas en 2022 no constituye una historia de desastres naturales excepcional, sino una imagen de la creciente exposición de la propiedad, acentuada por una gran inflación.  Y, si  bien esta exposición puede disminuir, el aumento de la concentración de valor en áreas vulnerables a las catástrofes naturales sigue siendo un factor clave para el aumento de las pérdidas.

Swiss Re destaca  asimismo que con los desastres naturales mundiales  la demanda de cobertura ha crecido y la inflación se disparó en los últimos dos años a razón de 7 por ciento en las economías avanzadas y de 9 por ciento en las economías emergentes.

Todo esto hizo que el efecto de los altos precios aumentara el valor nominal de los edificios, vehículos y otros activos asegurables, lo que incrementó las reclamaciones de seguros por daños causados por catástrofes naturales, indica la reaseguradora suiza.

Por su parte, Jérôme Jean Haegeli, economista jefe del Grupo  Swiss Re, advierte que la tormenta económica no ha terminado     y que es probable que las tasas de interés tengan que aumentar aún más dada la presión inflacionaria existente. Esto significa mayores costos de financiamiento y, como resultado, que los proveedores de capacidad sigan siendo más cautelosos al desplegar capital por varias razones, incluida la evaluación de riesgos y la experiencia de pérdidas.

En opinión de Haegeli, a medida que las exposiciones más altas encuentren una disminución del apetito por el riesgo, continuará el impulso para el aumento de los precios, las retenciones más altas y los términos y condiciones más estrictos.

Para Swiss Re, buena parte de las pérdidas aseguradas fue impulsada  por el huracán Ian. Al tocar tierra en Florida, Ian provocó pérdidas aseguradas estimadas entre 50,000 y 65,000 millones de dólares. Después del huracán Katrina, de  2005, Ian se ubica como el segundo evento de pérdida asegurada por catástrofe natural más costoso en los registros de Sigma.

En   febrero de 2022, un grupo de tormentas (Eunice, Dudley  y  Franklin) en el noroeste de Europa provocó pérdidas aseguradas combinadas de más de 4,000 millones de dólares, lo que elevó el total de esta categoría a casi el doble del promedio de los 10 años anteriores. Mientras tanto, Francia experimentó la pérdida anual más alta de la historia (5000  millones de dólares estadounidenses) debido a las tormentas de granizo, señala la fuente.

Adicionalmente,    la reaseguradora indica que  las pérdidas globales por inundaciones estuvieron por encima del promedio. El  evento principal fueron las inundaciones en el este de Australia en febrero   y marzo de 2022, lo que  resultó en pérdidas aseguradas por 4,300 millones de dólares, lo que se tradujo  en el mayor siniestro por catástrofe natural en la historia de Australia.

Finalmente, la reaseguradora apunta que, en el extremo opuesto del espectro de lluvias, la variabilidad climática y las condiciones anómalas de circulación atmosférica contribuyeron a sequías severas y olas de calor sin precedentes en todo el mundo. En Brasil, los rendimientos de los cultivos, en particular de  soya  y   maíz, fueron los que más sufrieron, lo que resultó en pérdidas aseguradas por   1,000 millones de dólares.

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