Por: Fernando C. de la Torre

Del precio a la proximidad

En un mercado donde muchos comparan pólizas como si fueran iguales, la ventaja real no está en la prima más baja, sino en la cercanía. Esa relación convierte datos dispersos en decisiones que protegen antes, durante y después del siniestro. Así se pasa de vender pólizas a diseñar protección sustentada en confianza: el corazón de nuestra industria.

Los momentos de vida: mapas de riesgo en movimiento

La vida cambia y el riesgo también. Un agente cercano detecta hitos que transforman la exposición y el diseño de coberturas:

La cercanía no es “pasar a saludar”, sino traducir estos momentos en ajustes técnicos: sumas aseguradas, deducibles, exclusiones, planes de continuidad.

El agente cercano asesora mejor

Quien convive con la realidad del cliente puede compartir dominio en seguros y gestión de riesgos, priorizando frecuencia vs. severidad y el costo de no asegurar. Esta asesoría es clave en el siniestro, cuando el asegurado necesita un traductor técnico y un aliado emocional.

En los momentos críticos, el agente demuestra su verdadero valor, no solo resolviendo trámites, sino dando calma y certidumbre.

Confianza: el corazón de la póliza

Se construye con:

  1. Disponibilidad: estar presentes antes de la urgencia.

La confianza no se decreta, se construye con acciones constantes que generan credibilidad en el largo plazo.

De la confianza a la complicidad

La cercanía habilita una complicidad profesional para concretar un esquema de coberturas:

Así, agente y asegurado logran que la póliza trabaje a favor del negocio o la familia.

Esta complicidad convierte al agente en un socio estratégico más allá de la póliza, alguien que vela por el futuro tanto como por el presente.

¿Cómo se ve la cercanía en la práctica?

Las prácticas mencionadas no son simples procesos, son la evidencia tangible de que el agente está realmente involucrado las necesidades del asegurado.

Métricas que importan

Medir estos indicadores permite demostrar con hechos que la asesoría de un agente cercano es una inversión medible en tranquilidad y continuidad.

Transparencia: saber qué cubre y qué no

Un asegurado informado acepta conscientemente los alcances y limitaciones de su cobertura. Esa conversación franca es parte esencial del valor del agente frente a cualquier panel de precios.

Evitar falsas expectativas es tan valioso como obtener la indemnización misma, porque refuerza altamente la confianza.

Conclusión

El reto no es si los seguros son un commodity, sino si nuestro servicio lo es. Cuando el agente entiende los momentos de vida y opera con técnica y empatía, la póliza deja de ser un papel y se convierte en tranquilidad. El precio importa, pero la confianza y la cercanía hacen al agente indispensable y al asegurado verdaderamente protegido.

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