La Ley de Ingresos de la Federación 2026 incorpora una disposición que establece que el IVA pagado en bienes o servicios, cuyo propósito principal sea indemnizar a un asegurado, no podrá acreditarse, lo que significa que las aseguradoras no podrán recuperar ni compensar ese impuesto cuando efectúen pagos relacionados con siniestros.
En la práctica, esta medida implica que el impuesto al valor agregado que las aseguradoras eroguen en servicios como reparaciones, atención médica o reposición de bienes deberá ser absorbido por las propias compañías, incrementando sus costos operativos.
De acuerdo con el documento, esta limitación busca evitar el acreditamiento de un IVA que no está vinculado directamente con actividades gravadas, pero su aplicación tendrá repercusiones financieras y administrativas para las aseguradoras, que deberán ajustar sus procedimientos contables y fiscales.
El documento señala que el impacto más inmediato será un aumento en los costos de operación, que podría reflejarse en un alza en las primas o una reestructuración de productos, ya que las empresas buscarán mecanismos para mitigar este nuevo gasto.
En el mediano plazo, la nueva disposición podría también afectar la competitividad de ciertos productos, obligando a las compañías a replantear la estructura de sus coberturas o el diseño de sus pólizas con el fin de mitigar el impacto económico en los clientes.
Además, el cambio añade complejidad administrativa, pues las aseguradoras deberán identificar con precisión qué gastos por concepto de indemnización no generan derecho a acreditamiento, lo que exigirá un control más estricto de sus registros fiscales.
En conjunto, la medida configura un nuevo desafío financiero para el sector asegurador, que podría modificar la rentabilidad de ciertos ramos y condicionar su competitividad en el mercado.