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Por: Arturo Martínez
a.martinez@asesoresmartinezvela.com
La diabetes y la obesidad son consideradas dos de las principales enfermedades que aquejan a la humanidad, las dos difíciles de controlar. En el caso de la Diabetes tipo 2 por el factor de genética; en ambas, por los malos hábitos alimenticios y sedentarismo que durante las décadas más recientes ha tomado como estilo de vida una gran parte de la población mundial.
Uno de los factores que ha influido en la prevalencia de estos padecimientos es el consumo de comida con alto contenido calórico, en cantidades inadecuadas. Las industrias alimenticia y de bebidas deben reforzar, y seguir ofreciendo, productos con menos contenido calórico, incluyendo en sus etiquetas las cantidades adecuadas de consumo diario, de una manera clara y objetiva.
De qué debemos de hablar, cuando hablamos de estos padecimientos:
∙ Conocer, como primer punto, la naturaleza de cada uno de ellos y ubicarla dentro de nuestro entorno social, familiar y personal, para que poder tomar control del padecimiento de modo positivo y con posibilidades de obtener buenos resultados.
∙ Optar por una dieta saludable con raciones acordes a la edad, condición de salud y disponibilidad- Es muy importante que sean adecuadas. La mala alimentación es considerado el principal factor que fomentan la obesidad y el mal control de la Diabetes, ya que las calorías que se consumen de más no son quemadas por muchos por medio de la actividad física y el ejercicio.
∙ Realizar actividad física cotidianamente, así como ser más activo durante el día: no es recomendable permanecer sentado por de más de dos horas. Además, con el paso del tiempo las personas, por efecto de un envejecimiento natural, van perdiendo masa muscular, flexibilidad y coordinación, y el movimiento cotidiano ayuda a retrasar ese proceso.
∙ Monitorearse el peso y el Índice de masa corporal (IMC = peso [kg]/ estatura [m2]. La mejor manera de controlar estos indicadores es observando los cambios. Si, por ejemplo, se padece Diabetes, hay que monitorear la glucosa cotidianamente. Cuando estamos al pendiente de esto, es más fácil corregir y regresar a los niveles normales de peso y de nivel de glucosa en la sangre.
∙ Observar -en caso de estar en tratamiento–a las recomendaciones e indicaciones del médico. Los medicamentos son los encargados de corregir y controlar los problemas derivados de un padecimiento y pueden ser el factor más importante, sobre todo en el caso de padecer diabetes.
∙ Prevenir los futuros problemas relacionados con alimentación y actividad física. Si por cuestiones de trabajo tiene uno que llevar la comida a la oficina, habrá que planear esto un día antes, para prepararla con anticipación. Asimismo conviene disponer de tiempo para realizar alguna actividad física y ejercicio durante el día, con independencia de las actividades normales de movimiento durante el día.
∙ Resolver de manera inmediata los inconvenientes o problemas que se presentan cotidianamente, manejando opciones saludables y adecuadas en caso de no contar en el momento con el régimen alimenticio cotidiano.
∙ Apoyar a nuestros familiares que están en el proceso, con sentido común, sin agobiarlos y, sobre todo, siendo nosotros testimonio de lo que hay que hacer para controlar la diabetes y la obesidad, de tal manera que toda la familia lleve un estilo de vida saludable.
∙ Optar, y es lo más importante, por una actitud positiva y objetiva para tomar el control del padecimiento. De qué hablo cuando hablo de buena calidad de vida
Una buena calidad de vida constituye la mejor manera de vivir saludablemente, por más tiempo, de acuerdo a nuestro entorno, actitud, condición física, salud y edad. Por ello, debemos observar de manera cotidiana buenos hábitos alimenticios y de actividad física, así como disciplina a los medicamentos, siempre con una actitud positiva.
Todo indica que nos espera una vida más larga, por lo cual debemos tratar de mantenernos más saludables y activos, así como ser más independientes, para no llegar a representar una carga para la familia y, en cambio, sí lograr una mejor calidad de vida.