La pandemia de COVID-19 provocó tasas de desempleo peligrosamente altas y una caída estrepitosa en el ingreso per cápita; por ello, sería recomendable que las aseguradoras sean flexibles y ofrezcan a sus clientes la posibilidad de ajustar su nivel de cobertura por uno que sea más asequible, afirmó Yasha Kuruvilla, analista de seguros de GlobalData, consultora especializada en análisis de datos.
Kuruvilla señaló que la recesión económica en marcha podría generar que las instituciones de seguros tengan dificultades para convencer a sus clientes de que mantengan sus políticas de suscripción, en lo que se refiere al pago y renovación de sus pólizas.
“Si bien algunas economías comenzarán reanudarse, los altos niveles de desempleo y las reducciones en el ingreso de la población serán un gran problema para las aseguradoras”, sostuvo Kuruvilla.
Y es que según GlobalData, las personas que trabajan a tiempo completo tienen más probabilidades de contratar pólizas de seguros, en comparación de aquellas que laboran a tiempo parcial o por cuenta propia.
“Los que están empleados a tiempo completo tienen más probabilidades de tener un ingreso más alto, lo que les permite mantener contratadas pólizas de seguros no obligatorias; sin embargo, la adopción de estos productos financieros disminuirá en algunos mercados a medida de que aumenten las tasas de desempleo en todo el mundo y las personas no tengan ingresos para mantener las coberturas adquiridas”, apuntó el analista de seguros de GlobalData.
Por lo anterior, Kuruvilla recomendó a las aseguradoras analizar la posibilidad de que sus clientes puedan, por ejemplo, dejar de pagar primas mensuales ocasionales, una alternativa que podría ser de gran ayuda para los clientes de seguros por un período de tiempo limitado.
“El desarrollo de seguros basados en el uso y la posibilidad de ofrecer primas a un costo más bajo también se perfila como una gran ayuda para que las aseguradoras puedan retener a algunos de sus clientes en tiempos difíciles”, finalizó Kuruvilla.