Pocas líneas hay que dedicar en cualquier espacio para describir, si acaso recordar, que los servicios de salud en México son insuficientes e ineficaces (sobre todo en las clínicas) y que financieramente están al borde del colapso.
De igual forma, por décadas, hospitales, proveedores y aseguradores del sector privado han hecho hasta lo imposible por encontrar la mejor manera de cómo no ponerse de acuerdo en lo que cada cual debe ceder para encontrar esas pinceladas de amigable composición que faciliten el acceso y cobertura a infinidad de personas que hoy carecen de protección médica y de seguros.
Hace unos días, AXA Seguros y la empresa colombiana Keralty anunciaron una alianza en virtud de la cual, con una inversión de 120 millones de dólares (que serán distribuidos en los próximos cinco años), pondrán al servicio de la salud en México clínicas de atención médica de primer contacto cuyo concepto buscará que el paciente encuentre en ese espacio 85 por ciento de la solución a su problema de salud y sólo 15 por ciento en un hospital, al cual se lo conducirá con la asesoría médica pertinente.
La justificación del nuevo concepto que proporciona la aseguradora que hace más de una década llegó a este país ofreciendo reinventar los seguros se basa en el hecho de que los pacientes y las aseguradoras desperdician gran cantidad de tiempo y recursos económicos en estudios, que en ocasiones se duplican, y en ir y venir de un especialista a otro. Los procesos inútiles o duplicados, los estudios fallidos y la dispersión en la atención del paciente llegan a encarecer hasta 30 por ciento la cuenta.
Para transformar esta interminable lista de gastos innecesarios y con ello contribuir a que las personas encuentren en un solo sitio soluciones integrales a sus problemas de salud, los firmantes de la alianza señalaron que serán dos los aspectos en que se pondrá especial atención y que repercutirán de manera sensible en los costos y en la atención de los usuarios: la atención médica de primer contacto y la incorporación del expediente médico electrónico.
Si bien la intención es que el asegurado encuentre en su visita a estas clínicas de atención médica una respuesta pronta e integral en la atención sanitaria de primer contacto (que es importante porque ahí se ejerce un control mayor de los costos de cada procedimiento), lo realmente innovador es la incorporación del expediente médico electrónico como el elemento cuya portabilidad les evitará a los asegurados traer siempre consigo su historial de salud. Esto facilitará que cualquier especialista inicie o reinicie un tratamiento a partir de lo consignado en él.
Santiago Fernández Suárez, vicepresidente de Autos, Daños y Salud de AXA Seguros, declaró para este medio de comunicación que se trata de cambiar el enfoque y atender al asegurado desde la perspectiva de la salud y de la intención de conservarla a toda costa, en lugar de hacerlo viendo las cosas a través del prisma de la enfermedad. Es momento de demostrar, dijo, que las aseguradoras pueden ser parte de la solución de los problemas de salud de manera mucho más trascendente que sólo participando con el pago de las facturas.
Fernández Suárez precisó que la transformación que pretenden ofrecer al sistema de salud emana de poner interés en el fomento a la prevención de las enfermedades para evitar que éstas se conviertan en padecimientos de alto costo; aunque, por otro lado, el desafío está en saber cómo empalmar los incentivos de manera que todos ganemos como consecuencia de que la población esté sana, en lugar de que, como se estila tradicionalmente, los incentivos económicos estén colocados para que los proveedores hagan dinero a partir de la enfermedad de la gente.
Cabe destacar que los médicos que integrarán dicho concepto de salud están obligados a adherirse a protocolos y principios muy claros referentes al cuidado de la salud, por lo que parte de su evaluación de desempeño consiste en auditar y premiar, en su caso, la eficacia de sus tratamientos. “Queremos cambiar de paradigma de manera que los actores nos beneficiemos con la salud de la población en lugar de lucrar con su enfermedad. Eso hará la gran diferencia”, señaló Fernández Suárez.
Otro punto relevante que mencionó Fernández Suárez es que la mayoría de los problemas en servicio, procesos y costos en salud es consecuencia de la ineficiente comunicación que han tenido instituciones y proveedores, a pesar de que esta acción, tan esencial, resolvería muchos de los problemas que hoy tiene el Sector Salud.
“Tal parece que un ejercicio de buena comunicación y voluntad entre los diferentes actores de la salud, que se haga acompañar con productos y servicios en realidad orientados a incorporar a los usuarios, más que a ahuyentarlos, sería un paso por demás relevante en el camino por revertir la crisis sanitaria de este país”, advirtió Fernández Suárez.
Sin duda, un avance trascendente para erradicar malas prácticas de mercado está, como lo apunta Fernández Suárez, en poner atención en la importancia de crear puentes de comunicación entre los diferentes actores, y una forma de lograrlo es el invaluable recurso de plasmar la información clínica de manera electrónica, algo que evitará procesos duplicados y que el paciente se desgaste económica y emocionalmente de manera innecesaria.
“La transformación que se pretende emana de poner interés en el fomento de la prevención de las enfermedades para evitar que éstas se conviertan en padecimientos de grave repercusión, en vez de sólo sentirnos orgullosos por el volumen de facturas pagadas por concepto de ingreso hospitalario; consiste en cambiar de paradigma y ver al asegurado desde el lado de la salud, no desde la perspectiva de la enfermedad”, concluyó Fernández Suárez.