En un entorno global caracterizado por la volatilidad económica y los desafíos generacionales, los Family Offices se están consolidando como un pilar de estabilidad para las familias con grandes patrimonios. De acuerdo con el 2025 Global Family Office Compensation Benchmark Report, elaborado por Grupo Agreus y KPMG Private Enterprise, esta figura ha evolucionado hacia modelos más profesionales, con estructuras de gobernanza sólidas y estrategias enfocadas en la preservación del patrimonio y la sostenibilidad a largo plazo.
El estudio destaca que los Family Offices están fortaleciendo su presencia internacional: mientras que en 2023 solo 30 por ciento operaba desde una segunda ubicación, en 2025 la cifra aumentó a 44 por ciento, reflejando una tendencia hacia la diversificación geográfica y la optimización operativa. “A nivel global, es evidente la tendencia creciente hacia la expansión internacional de los Family Offices. Este fenómeno responde a la movilidad de las familias y al interés por optimizar la eficiencia a partir de centros de negocios estratégicos”, señaló David Escalante, socio líder de Impuestos para Family Office y Private Enterprise de KPMG México.
En medio de la incertidumbre, los Family Offices privilegian la preservación patrimonial frente al crecimiento acelerado. El informe revela que los Family Offices unifamiliares administran activos que oscilan entre 501 y 1,000 millones de dólares, reforzando su papel como actores relevantes en el ecosistema financiero global. A la par, 84 por ciento de los profesionales del sector reportó haber recibido bonificaciones por desempeño, aunque solo 35 por ciento planea ampliar sus equipos, lo que evidencia una estrategia cautelosa basada en la eficiencia, la retención de talento y la responsabilidad fiscal.
El reporte también resalta retos importantes: la captación de talento especializado, la diversidad de género en los equipos directivos y el fortalecimiento de la gobernanza. “La función del Family Office en el mundo está evolucionando hacia una mayor profesionalización y gobernanza. Se consolida como una entidad independiente, separando los activos familiares y empresariales, y promoviendo mayor transparencia y disciplina operativa”, concluyó Jesús Luna, socio líder de Private Enterprise de KPMG México. En este escenario, el Family Office se perfila no solo como gestor de riqueza, sino como un actor clave en la estabilidad económica y la continuidad del legado familiar.
