El glamur de los aplausos y el reconocimiento

Charlemos seguros

El asegurador

Desde niños crecemos buscando que nos volteen a ver nuestros padres. El reconocimiento es una necesidad emocional básica que nos va dando seguridad y a   medida que crecemos nos ayuda a formarnos y a fortalecer nuestra autoestima.  Seguramente, ninguno de nosotros ha olvidado cómo  queríamos que mamá o papá voltearan a vernos cuando hacíamos algo digno de elogio; cuando lográbamos una marometa nueva, un juego, ganábamos una carrera o hacíamos algún dibujo.

Precisamente tomando como base esa  necesidad emocional de  reconocimiento, todas las compañías incentivan las ventas. Sucede en todos los sectores. Sin  embargo,   en las aseguradoras yo diría que son expertos en el arte de incentivar y reconocer siempre a aquellos que logran  específicamente las ventas que impulsan a la compañía a lograr sus objetivos. Por lo tanto, invierten gran cantidad de dinero y tiempo para premiar a aquellos  agentes o promotores que venden  más. Hay viajes espectaculares, bonos,  regalos, convenciones…          

Y no solamente lo hacen las compañías, sino, como seguramente has experimentado, cada promotoría prepara sus propios incentivos: más viajes, más regalos, más felicitaciones…   Algunas lo hacen con mucho más dedicación y presupuesto que otras, pero la mayoría de las agencias sigue dando incentivos para lograr sus metas con el esfuerzo conjunto de los agentes que las  conforman.

Toda esta estrategia de estímulo, reconocimiento y gratificación   es eminentemente espectacular (y aquí utilizamos este adjetivo con toda la intención) y por supuesto muy motivante para   toda la fuerza de ventas, que aspira  a ganar, a tener un mejor ingreso, a lograr  mejores incentivos y, muy importante, a merecer    el reconocimiento de las demás personas, es decir, los aplausos de sus jefes, mentores y compañeros.

Sin embargo, ¿has pensado   en qué porcentaje de los agentes gana estos reconocimientos?  En la mayoría de las aseguradoras es un porcentaje pequeño el que gana. Por supuesto, es una situación muy lógica. Se trata de reconocer a los que más venden;  no a  todos ni de manera gratuita. 

Precisamente parte  importante del reconocimiento es que sea exclusivo, solo para algunos. Por un momento te invito a que pensemos en esto:  ¿y qué pasa con los demás agentes o con las demás promotorías que no ganaron? Sin duda, se  siente realmente un gran orgullo cuando  ganas, ya sea una convención, un bono, un premio. Es muy reconfortante.                         

No obstante, ¿qué pasa con aquellos que nunca han ganado nada? ¿O  qué ocurre esas veces en que no ganas lo que esperabas? ¿Qué con aquellos  agentes que diversificamos la cartera con varias compañías y entonces tenemos un menor volumen y no ganamos? ¿Qué   con aquellos     cuyo mercado aún no compite con los parámetros necesarios para recabar  el volumen de venta que se premia? En fin, hay muchas razones por las que alguien,  aun siendo muy tenaz y trabajador, no gana ningún reconocimiento,   o no los gana  con la frecuencia con la que le gustaría verse recompensado.

Claro que las aseguradoras van a premiar solamente a algunos, y solo en ciertos productos o ramos que les sean más convenientes. Siempre lo he dicho, y todos lo sabemos: esto es un negocio;  no son actos de caridad o de beneficencia, y todos tenemos que obtener ganancia económica. Sin embargo, más allá de las aseguradoras o promotorías, recordemos que ser agente  es tener tu propio negocio. Como  hemos preguntado  en otros artículos:  ¿quieres hacer empresa o ser autoempleado? En cualquiera de los dos  escenarios te recomiendo que trabajes en tu propio reconocimiento.  

Te pregunto: ¿cómo  te premias tú  cuando ganas? ¿Cómo retribuyes  cada uno de tus logros?  Si estás esperando que te aplauda la aseguradora, posiblemente no llegues ahí nunca o quizá sí. ¿Pero siempre vas a esperar   que te reconozcan otros? Recuerda que la competencia más importante es solamente contra ti mismo: la meta  más importante es ser mejor de lo que fuiste ayer, vender más de lo que vendiste el año pasado, cerrar más pólizas, incrementar tu propio porcentaje de cierre, etcétera. Debes medir todos tus  parámetros   con lo que has logrado anteriormente. Si llevas cinco  años en la carrera y tienes los mismos resultados que el año inicial…,     bueno, posiblemente tengas algunas áreas de oportunidad.

Siempre puedes ir mejorando. Por supuesto que hay circunstancias que no podemos controlar, pero es bien sabido por todos nosotros que con crisis o sin ella, con temblores o con pandemias, e incluso con diferentes partidos políticos en las riendas de este  país, en este negocio es posible tener resultados extraordinarios, no simplemente buenos.

Solo ten cuidado de medirte siempre, y no contra los demás, ojo, sino medirte contigo mismo; y no caer en un estado de depresión y menosprecio si no te ganaste las loas de la compañía.    Recuerda que esto es un maratón de profesionales, no carreritas callejeras. El que gana  es el que persiste y logra mejorar sus resultados, sus parámetros y su propia vida,   independientemente de lo que logren o no los demás.

Recuerda:

  1.     Tú eres responsable de tu negocio, de tus resultados, de tu crecimiento, de tu estado de ánimo y también, cómo no,  de tu reconocimiento. Asúmelo.
  2. Mide tus resultados: prima promedio, ventas mensuales y  anuales, ventas por ramo y  por compañía, etcétera.              
  3. Plantea tus metas: metas de venta, personales, académicas, etcétera.     
  4. Festeja cada logro sin falta. ¡Y emociónate!  La energía alta trae a tu vida más cosas positivas.
  5. No minimices, que todo suma. Todo cierre y todo cliente es importante.
  6. Vigila tus pensamientos: piensa en  cosas positivas.
  7. Recuerda que tu propósito, tu misión y la razón por la que realmente te dedicas a esto es mucho más grande que cualquier meta numérica.
  8.     Tú eres tu competencia más importante; por lo tanto,  sé mejor que ayer. Siempre.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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