Esencial, implantar asociaciones público-privadas para reducir brecha de aseguramiento en clima extremo

El Asegurador

El cambio climático antropogénico está agudizando la proliferación de fenómenos meteorológicos extremos en el orbe. Y mientras las temperaturas continúen aumentando, las catástrofes se volverán aún más frecuentes en todas las zonas del planeta; por lo que es esencial establecer asociaciones público-privadas para reducir la brecha de aseguramiento. 

Así lo indica Munich Re en su estudio Informe de Evaluación del IPCC (Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático), en el que añade que los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París solo se alcanzarán con una reestructuración tecnológica radical y una reducción sustancial de emisiones de efecto invernadero; además, apunta, los gobiernos deben desarrollar hojas de ruta con objetivos claros y parámetros fiables, en los que los mecanismos de mercado deberían fomentar las innovaciones relacionadas con el clima. Asimismo, detalla que las inversiones anuales en energías renovables deben cuadruplicarse para 2030.

“Cuanto más tiempo dejemos de luchar como comunidad global contra el cambio climático, peores serán los riesgos que plantean las catástrofes naturales y las consiguientes pérdidas”, dijo Ernst Rauch, jefe de Clima y Geocientífico de Munich Re.

Aumentar la resiliencia, impostergable 

Munich Re afirma que las sociedades deben adaptarse a las consecuencias del cambio climático, pues solo entonces se podrá mitigar un mayor aumento de las pérdidas y proteger vidas. Tanto desde el punto de vista económico como humanitario, las aseguradoras deberían asumir un mayor porcentaje de los riesgos de catástrofes naturales, es decir, repartidos entre más hombros. La brecha de seguros en los países industrializados se ha reducido en los últimos 40 años, alerta el documento. 

“Hoy en día, la mitad de todas las pérdidas están aseguradas, en comparación con una cuarta parte en los años 80. Es una historia diferente en los países en desarrollo y emergentes, muchos de los cuales se ven especialmente afectados por el cambio climático; como ha sido el caso durante décadas, más del 90 por ciento de todas las pérdidas relacionadas con catástrofes naturales en esos países siguen sin estar aseguradas”, revela el reporte.

En muchos de estos lugares, precisa el informe, las asociaciones público-privadas nacionales o supranacionales podrían ayudar, con soluciones de seguros desarrolladas conjuntamente por la industria y los gobiernos, además del apoyo de los países donantes o del Fondo Monetario Internacional (FMI).

“El aumento de la financiación internacional es un componente crucial, lo que significa que más personas en muchos países pueden pagar el seguro que garantizará su sustento en caso de desastre”, refiere Munich Re. Y agrega que la experiencia muestra que la prevención, en forma de soluciones de transferencia de riesgos, también puede funcionar en países con ingresos medios bajos. 

Por lo anterior, cierra la reaseguradora, las coberturas paramétricas pueden ser buenas candidatas, ya que de esta manera, sus beneficiarios pueden recibir asistencia rápidamente, beneficiándose de un procesamiento y pago rápido de reclamaciones precisamente cuando necesitan liquidez con mayor urgencia.

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