Alentar la colaboración público-privada para inculcar la prevención y aseguramiento de riesgos, desarrollar estímulos que motiven el consumo de seguros, mejorar la estrategia de comunicación que la industria utiliza con el consumidor, fomentar en el Gobierno la comprensión de la importancia de los seguros y hacer más claro el proceso de depuración de responsabilidades tras un evento catastrófico figuraron entre los asuntos que se abordaron en el panel inaugural de la Convención de Aseguradores, que se tituló “Nuevas formas de crear resiliencia: colaboración público-privada”.
La primera sesión de este evento, que es organizado anualmente por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), fue un panel de especialistas en la materia conformado por Arturo Herrera Gutiérrez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público; Don Forgeron, director general de la Asociación Canadiense de Seguros; Rubem Hofliger Topete, jefe de Soluciones del Sector Público para América Latina de Swiss Re; y Carlos Sánchez, director de Financiamiento para la Resiliencia Climática en Willis Towers Watson Londres, los cuales, moderados por el periodista José Yuste del Corral, externaron su opinión en torno a la importancia de crear resiliencia mediante la colaboración público-privada.
Colaboración de los sectores público y privado
Herrera Gutiérrez, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, dijo que el crecimiento del sector asegurador tiene que ver explícitamente con la colaboración entre los sectores público y privado y con la búsqueda de la transparencia operativa y de los riesgos. Implica asimismo concientizar al ciudadano acerca de los riesgos que lo rodean y de la importancia de consumir seguros.
Resulta evidente, dijo el funcionario, que en los próximos años uno de los grandes retos para el Gobierno Federal y las administraciones de los estados será definir con claridad cuáles son los riesgos que se tienen que enfrentar y cómo debemos cubrirlos con eficacia.
El funcionario de Hacienda consideró también que el Gobierno de México a lo largo del tiempo ha tenido experiencias no necesariamente afortunadas acerca de la forma de manejar los riesgos. “Un ejemplo de ello lo podemos observar desde el punto de vista financiero: en 1994 este país tenía una deuda calculada fundamentalmente en dólares, de corto plazo y con la tasa variable.
Con el paso de los años, el Gobierno Federal mejoró su enfoque relacionado con la política económica y evolucionó en cuanto a su percepción de los riesgos que entraña el manejo económico del país. Prácticamente en la actualidad, dijo, es obligado para cualquier administración pública asegurar que el país conserve sanas y solventes las finanzas públicas, así como asegurar el manejo adecuado de deuda.
También la percepción y manejo de los riesgos ha aumentado, y conforme evoluciona el país se han ido incorporando nuevos riesgos; por ejemplo, apuntó Herrera Gutiérrez, el asociado a las pensiones, “un riesgo que, por cierto, si bien tiene que ver con el entorno actual, mucho más se relaciona con la economía de las personas que se retirarán dentro de 20 o 30 años”.
Finalmente, Herrera Gutiérrez consideró que los fenómenos y catástrofes naturales que han venido ocurriendo a partir de los efectos del cambio climático han generado una conciencia mayor de riesgo, no solamente en el Gobierno, sino en los ciudadanos, lo cual, desde el punto de vista de la Administración Federal, obliga a analizar cada vez mejor cómo debemos administrar con mayor eficiencia los riesgos macroeconómicos.
Compensaciones para alentar el consumo de seguros
Por su parte, Don Forgeron, quien también es vicepresidente de la Federación Global de Asociaciones de Seguros, habló acerca de cuáles son los riesgos que en la actualidad tendría que estar viviendo un país con las características de México. Forgeron hizo énfasis en que son muchas las similitudes entre Canadá y México respecto de sus riesgos, pero en lo que se diferencian es en la forma en que el Gobierno y la sociedad los afrontan.
Por ejemplo, señaló el director general de la Asociación Canadiense de Seguros, el Gobierno de Canadá emitió recientemente un reporte en el que informa que el calentamiento atmosférico de Canadá ha alcanzado el doble respecto del calentamiento del mundo, una noticia tremenda para este país y para la industria aseguradora, sobre todo cuando vemos las pérdidas que se han generado en los últimos 20 o 30 años como consecuencia de ese factor.
“Con esto quiero decir que cada país tiene lo suyo en materia de riesgos de la naturaleza, dependiendo de la zona geográfica en la que se encuentre; pero, cuando señalo que hay diferencias en cuanto a la forma en que se le está haciendo frente al problema en cada país, me refiero a que el Gobierno canadiense está trabajando en crear un régimen de compensación orquestado entre los sectores público y privado, orientado a convencer a las personas para que entren en acción y se aseguren ante los múltiples riesgos que los acechan”. Y como esa acción, hay otras que están aún más alejadas de la realidad de México, dijo Forgeron.
Mejorar la comunicación con el consumidor de seguros
Por su parte, Carlos Sánchez, director de Financiamiento para la Resiliencia Climática de Willis Towers Watson Londres, coincidió en la creciente necesidad de incrementar y mejorar la colaboración entre entes públicos y privados cuando se discuten temas como riesgos climáticos.
De igual forma, Sánchez calificó como urgente el establecimiento, por parte de la industria aseguradora, de una estrategia de comunicación orientada a que el usuario entienda la trascendencia de lo que significa exposición a riesgos climáticos; y, en ese sentido, subrayó, la industria aseguradora está llamada a jugar un papel protagónico.
Fomentar en el seno del Gobierno mayor comprensión del riesgo
Para Hofliger Topete, jefe de Soluciones del Sector Público para América Latina de Swiss Re, existe una brecha muy grande de protección de daños entre las pérdidas económicas totales que se generan después de un evento catastrófico y aquellas pérdidas económicas que realmente estaban aseguradas. Lamentablemente, esta brecha está creciendo; “por lo tanto, el trabajo que hay que hacer de la mano del gobierno de cada país es lograr la penetración necesaria para que esta brecha disminuya a niveles satisfactorios”.
Hofliger Topete dijo que México ha hecho mucho por medio del Fonden por haber estado expuesto a todo tipo de fenómenos naturales. Sin embargo, hay que seguir trabajando con los gobiernos estatales y municipales para conseguir mejores esquemas de entendimiento de los riesgos y de su mitigación y transferencia. En conclusión, el expositor recomendó generar los incentivos adecuados que coadyuven al aumento de la penetración del seguro en diferentes segmentos sociales.
Hofliger Topete advirtió también que, si la industria aseguradora no consigue vincularse con la población por medio de una comunicación adecuada y mediante el diseño de productos innovadores y acordes con las nuevas necesidades y riesgos, difícilmente podrá avanzar en su crecimiento.
Por otro lado, el colaborador de Swiss Re reconoció que en México hay mucha regulación, pero lo que falta son esquemas que garanticen la aplicabilidad de tales marcos normativos; por ejemplo, la normatividad en materia de protección civil “obliga” a los estados a comprar seguros; “al menos así lo establecen las reglas del Fonden desde el 2002; pero en la práctica eso no sucede. En tal sentido, la pregunta es: ¿por qué continúan las autoridades dando permisos de construcción en lugares con alta exposición al riesgo? A eso precisamente me refiero. De nada sirve una norma si no se aplica”.