El mundo actual está interconectado como pocos lo habrían imaginado en el pasado. Hace 50 años atrás hubiese sido prácticamente impensable que a través de un clic, de manera móvil y con imágenes que incluyen sonidos de alta calidad, nos enteraríamos de lo que sucede al otro lado del orbe en tiempo real.

El poder de los medios de comunicación continúa siendo el mismo; sin embargo, la trinchera cambió. Hoy, los grandes titulares en publicaciones de papel y los acostumbrados breves radiales se ven rebasados, y por mucho, por una lluvia de bytes, compartidos, “me gusta” y número reproducciones que marcan la pauta.

Se trata del mundo moderno. Algunos lo llaman la era digital. Otros, más arriesgados, lo catalogan como la Cuarta Revolución Industrial. Sin importar la calificación que podríamos utilizar para denominar una época en la que los acontecimientos son apresurados y difíciles de asimilar, la aplastante realidad solo exige una actitud para salir bien librados de la coyuntura: Responder como mejor se pueda frente a condiciones poco predecibles e inestables.

Los mercados financieros han sido, entre otros, una de las víctimas de este agitado mundo en el que el exceso de información nunca es suficiente para una sociedad insaciable en su afán de enterarse de todo lo que ocurre sin dimensionar las posibles consecuencias.

Lo anterior ha generado una incertidumbre global, detonada en gran medida por una sucesiva y estrepitosa cadena de decisiones, muchas veces especulativas, tomadas por líderes políticos y grandes inversionistas. Esta incertidumbre creciente ha producido que la racionalidad de las compañías de cualquier rubro se vea dramáticamente exigida por un término del que todos hablan pero muy pocos entienden: La volatilidad financiera.

Para entender los alcances de este fenómeno macroeconómico, Revista Mexicana de Seguros y Fianzas sostuvo una conversación con Juan Carlos Pelayo, director general de Fóndika y experto en finanzas personales, quien afirmó que es indispensable que los inversionistas aprendan a vivir con la volatilidad financiera, puesto que el mundo estará cada vez más interconectado, y, po rlo   tanto, será mucho más especulativo.

Pelayo explicó que la volatilidad financiera no es otra cosa sino el cambio de precio de un activo sin previo aviso, generado la mayoría de las veces por variables externas e internas de un país. Agregó que este tipo de fluctuación financiera se produce por exceso de información y por especulación sobre lo que podría suceder en el corto plazo.

En opinión de Pelayo, la volatilidad financiera no debe verse como un fenómeno negativo. En tal sentido, declaró que este comportamiento macroeconómico es un generador de oportunidades de inversión, por lo que señaló que la coyuntura actual obliga a que las organizaciones revisen, replanteen y diversifiquen sus portafolios de productos, su abanico de servicios y mejoren su propuesta de valor ante un mercado que no da tregua a las malas decisiones.

Inyección que asusta

La postura proteccionista del actual gobierno de Estados Unidos, los incansables ataques de Donald Trump hacia los mexicanos, la factible cancelación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el constante cambio en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED), la posibilidad de una escalada bélica en contra de Corea del Norte y el riesgo latente de la instauración de un sistema populista y de izquierda encabezado por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), son algunos de los temas que en los últimos dos años han generado un especial clima de incertidumbre entre los socios financieros de México, detalló Juan Carlos Pelayo.

Dijo: “Inevitablemente, los aumentos en las tasas de interés en territorios como el estadounidense traen consigo inestabilidad, porque si eres una gran tesorería que tenía recursos invertidos en México, obligatoriamente mueves el capital hacia allá, ya que habrá mejores rendimientos.

“Esos movimientos empujan la paridad cambiaria hacia arriba y, por ese motivo, el precio del dólar en el país se incrementó tanto en los últimos meses. Frente a este inconveniente, Banco de México (Banxico) reacciona y también responde con aumentos en las tasas de interés. En definitiva, el tipo de cambio se ha comportado de ese modo porque ha estado presionado por la especulación internacional de los mercados”, abundó el especialista en fondos de inversión.

El directivo de Fóndika puntualizó que toda la coyuntura macroeconómica que ha enfrentado México en los últimos meses ha sido una especie de tormenta perfecta. Pelayo añadió que toda esta situación generó que los grandes inversionistas empezaran a cuestionar el futuro de México si se llegarán a concretar acciones como la anulación del TLCAN y la marcha atrás de iniciativas como la Reforma Energética y el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México.

El especialista en finanzas personales declaró que muchos inversionistas estaban convencidos de que la economía de México colapsaría después de las elecciones de julio; por tal causa, adoptaron una postura que se denomina fly to quality; esto es, desplazamiento de los capitales especulativos desde los activos financieros de mayor riesgo a lo más seguros, como reacción a la aparición de situaciones de riesgo o incertidumbre en el contexto económico.

Señales de calma

Juan Carlos Pelayo indicó que la presión ejercida por los mercados financieros sobre México se redujo luego de conocerse los resultados electorales del pasado 1 de julio; sin embargo, resaltó que el verdadero amortiguador de tranquilidad en el seno de los inversionistas fue el discurso que hasta ahora ha presentado AMLO desde que logró su victoria. Asimismo, reconoció que la postura del presidente electo de respetar la autonomía de Banxico fue un espaldarazo a los grandes capitales.

“Lo mostrado hasta ahora por AMLO confirma, entre líneas, que en materia económica no pasará nada distinto a lo visto en los últimos sexenios. Los discursos del político han sido sustancialmente distintos a lo mostrado en la campaña. No se ha visto agresivo; por el contrario, ahora es mediador y reconoce las instituciones.

Pienso que todo esto lo han asimilado muy bien los mercados; por tal causa, el tipo de cambio comenzó a bajar y hasta la bolsa ha firmado jornadas récords. Así que es inocultable que hay menos presión especulativa”, especificó Pelayo.

Mucho por ver

Pese a que en sus primeras apariciones el nuevo gabinete federal ha mantenido una postura muy ecuánime, en opinión del director general de Fóndika todavía falta mucho por ver sobre la postura que tomará el gobierno que encabeza AMLO, por lo cual   le recomendó a los sectores productivos del país, en el que el sector asegurador y afianzador juegan un papel preponderante, a ser cautos y a monitorear los próximos acontecimientos políticos que definirán a todas luces el futuro cercano de México.

“El mercado está tranquilo; no obstante, los grandes inversionistas quieren ver qué es lo que ocurrirá con aspectos tan torales como los contratos de la Reforma Energética y el Aeropuerto Internacional de Ciudad de México”, señaló..

Especificó que el equipo de transición ya ha advertido que será difícil la implementación de ciertas políticas, aunque piensa que tendrán que concretar algunas de las promesas de la campaña para no defraudar a la gente que confió en ellos. Eso es lo que le preocupa al mercado, ya que esta postura podría ocasionar decisiones no muy sensatas”.

No se esfumará

Y aunque Juan Carlos Pelayo no se atrevió a pronosticar el futuro del país, si lanzó sus perspectivas con respecto a la volatilidad financiera. En tal sentido, aseguró que este comportamiento macroeconómico no disminuirá. Por el contrario, dijo, se mantendrá e incluso podría incrementarse.

Consideró que este fenómeno no se reducirá nunca, porque cada vez hay más medios de comunicación y las redes sociales adquieren un poder incuestionable, como consecuencia de la tecnología disponible en el mercado. En realidad, todo esa avalancha de información nos lleva muchas veces a tomar decisiones que son inmediatas, pero forzosamente no siempre son acertadas.

Lamentablemente, puntualizó, muchas de las medidas que se toman en las organizaciones en materia de inversión tienen como base acontecimientos que muy probablemente no tendrían ningún efecto sobre sus portafolios; por tanto, reitero, hay que aprender a vivir con la volatilidad, porque cada vez la conectividad será más colectiva, accesible, bidireccional y potente”.

Momento de diversificar

Durante su intervención, el especialista en fondos de inversión exhortó al sector asegurador y afianzador a ser ágil frente a mercados condicionados por bajos tipos de interés y factores geopolíticos.

El directivo de Fóndika, subrayó que, considerando el entorno actual y el escenario próximo que podría experimentar México, organizaciones de todos los tamaños deben reenfocar sus perspectivas de crecimiento, trazar nuevas estrategias y definir objetivos que quizá sean diferentes a los tradicionales.

En su opinión, es un buen momento para que los inversionistas replanteen y diversifiquen sus portafolios, ya que es muy complicado pronosticar qué tipo de activos podrían llegar a sufrir los coletazos de la volatilidad.

No es necesario ser millonario para diversificarse. Se trata de no poner todos los huevos en la misma canasta. Esta estrategia permitirá mitigar el fenómeno de la volatilidad financiera, puesto que la revaloración de los activos y la combinación de las variables permitirán que, como organización, armes un portafolio que te faciitará defenderte frente a los embates de la economía”, sostuvo.

Juan Carlos Pelayo insistió en que la volatilidad financiera llegó para quedarse, por lo que, profundizó, los mercados han demostrado que para salir bien librados de estos riesgos se debe tener una estrategia consistente y variada, de modo que las organizaciones empiecen a ver las inversiones como un todo y no como productos aislados.

El experto instó a las compañías de seguros y de fianzas en el país a diseñar estrategias financieras que sean activas y que les permitan revisar constantemente cómo está la coyuntura económica, todo ello con el fin de evaluar el panorama financiero circunstancial y así se calibren las inversiones de acuerdo con el perfil de riesgo del mercado.

“La volatilidad financiera es la oportunidad que tienen todas las compañías para generar verdaderos valores agregados. En el mundo de los negocios, sin este fenómeno entraríamos en un status quo confortable; entonces, ya no tendría sentido esforzarse, porque igual caminaríamos.

Lo que trato de decir es que cuando hay momentos como los actuales, en los que parece que la volatilidad nos sobrepasa, es cuando más tenemos que sudar la camiseta y mover el timón del barco, para que podamos encontrar esas oportunidades que nos ayuden a avanzar más rápido sin descuidar nuestros índices de rentabilidad.

Con la volatilidad financiera estamos obligados a salirnos de nuestra zona de confort, a pensar fuera de la caja y a ser mucho más creativos. En momento como éstos es cuando podemos llegar a ser más eficientes. Entendámoslo: la incertidumbre de los mercados es una variable como la tecnología y las comunicaciones. No es que sea mala, es que sencillamente es diferente. Por esa razón, nos tenemos que acostumbrar a vivir con ella, porque además hay mecanismos para sortearla”, redondeó Pelayo.

Por último, el ejecutivo de Fóndika reconoció que el éxito que una compañía puede tener al enfrentar la volatilidad financiera estriba en gran medida en el conocimiento que logre acumular para comprenderla. Aseveró que aunque cada vez los eventos que le inyectan incertidumbre a los mercados son más recurrentes, las organizaciones en México, así como la sociedad, deben comprender que el futuro del país dependerá absolutamente de la postura que se adopte frente a los desafíos geopolíticos que significa vivir en el siglo XXI.

“Estamos en la era de la información y considero que apenas estamos viendo la punta del iceberg de lo que viene; entonces, como organizaciones y como sociedad tenemos que documentarnos y profesionalizarnos para avanzar. Pienso que esto es lo que nos sacará adelante como país con o sin AMLO; con o sin crisis; con o sin conectividad. Así que debemos mantenernos positivos y convertirnos en surfistas que puedan sortear las olas que genera la volatilidad financiera”, finalizó Juan Carlos Pelayo.