El fenómeno El Niño se perfila como un importante factor de riesgo climático durante 2023 y 2024, por lo que las compañías y los profesionales deberán revisar y actualizar sus planes de preparación, respuesta y recuperación, con el objetivo de minimizar su impacto en personas, familias, comunidades y empresas.
De acuerdo con Marsh McLennan, es imperativo que se tomen medidas proactivas que ayuden a resistir de manera efectiva cualquier desafío relacionado con el clima, como tormentas extremas, períodos prolongados de sequía, así como eventos meteorológicos inusuales que afecten las estrategias de gestión de riesgos.
“Como profesional de la gestión de riesgos, es fundamental conocer y comprender las posibles interrupciones de negocios, así como los peligros asociados con el fenómeno de El Niño de 2023-2024. Por ello, es trascendental implementar estrategias para mitigarlos, pese que el impacto de este fenómeno aún es incierto”, recomienda Marsh McLennan.
La firma destaca los efectos de El Niño en el clima, los cuales son de gran alcance y crean teleconexiones (anomalías climáticas interrelacionadas, duraderas y de gran escala) que influyen en los patrones climáticos en todo el mundo.
“El Niño puede provocar un aumento de las precipitaciones en algunas regiones y sequías en otras, afectando el suministro de agua, la agricultura, a los agricultores, a las procesadoras de alimentos, así como a los fabricantes y a los distribuidores”, explica Marsh McLennan.
Asimismo, agrega que dichas alteraciones en la circulación atmosférica y en las temperaturas del agua pueden generar un clima invernal inusual en algunas regiones y tormentas tropicales, huracanes y tornados más fuertes en otras.
Por último, comparte seis formas de mitigar los efectos de El Niño:
- Monitorear patrones climáticos: es crítico contar con registros de los patrones climáticos en la región y en el mundo. Esto puede ayudar a anticipar riesgos potenciales y tomar medidas para mitigarlos.
- Desarrollar planes de contingencia y continuidad del negocio: es imperativo crear planes de contingencia y continuidad del negocio para diversos escenarios que puedan afectar las operaciones comerciales, proveedores y clientes a nivel mundial. Hacer esto permitirá responder con prontitud y eficiencia si se materializa un riesgo relacionado con el clima.
- Diversificar su cadena de suministro: evaluar la red de cadena de suministro, en línea con el riesgo potencial de interrupciones por eventos climáticos extremos y considerar alternativas. Esto puede implicar abastecerse de materiales y productos en otras regiones, así como con proveedores alternativos, incluidos los locales.
- Invertir en infraestructura: invertir en infraestructura que pueda resistir eventos climáticos extremos, como barreras contra inundaciones y sistemas de energía de respaldo. Esto puede ayudar a minimizar el daño causado por eventos climáticos extremos y recuperarse más rápido.
- Educar y apoyar a los empleados: es clave informar a los empleados sobre los riesgos asociados con El Niño y cómo la organización se comunicará con ellos sobre estos eventos. También les ayudará a entender cómo ellos pueden ayudar a mitigar los impactos en el negocio y en ellos mismos. Esta perspectiva puede implicar brindar capacitación sobre procedimientos de emergencia y mejores prácticas de respuesta.
- Actualizar el programa de seguros y procesos de reclamos: revisar coberturas de Propiedad, Catástrofe Natural, Interrupción de Negocio, Ambientales y relacionadas para evaluar la protección del seguro, en caso de que el negocio se vea expuesto por eventos relacionados con El Niño.