Por: Roberto Shoji Luna Nakachi
Director General del Instituto Mexicano Educativo de Seguros y Fianzas, A. C.
Hoy más que nunca es necesario conocer el entorno en el que nos desarrollamos como sociedad, ya sea a nivel individual o a nivel mundial. La globalización de la economía ha traído grandes cambios sociales, políticos, ambientales, comerciales, entre otros. Nuestras sociedades, cada vez más interconectadas, se han vuelto más vulnerables a fenómenos que ocurren en cualquier parte del planeta. Acontecimientos como la pandemia por COVID-19, las ondas de calor atípicas, las guerras, entre otros, ponen en riesgo el desarrollo no solo del lugar donde ocurren, además tienen efectos en el resto de los países debido a esta interdependencia. Por ello, la industria del seguro es fundamental para administrar estos riesgos a escala mundial. Los actores que intervienen en esta industria cumplen un papel decisivo para establecer estrategias e instrumentar productos financieros adecuados.
¿A qué nos referimos con riesgos globales? Esta categoría que cobró relevancia a partir de que el Foro Económico Mundial publicara a principios de este siglo su reporte anual. Este estudio realizado por el Global Risk Network, busca centrar la atención en los fenómenos de alcance global que representan riesgos para la sociedad y el mundo en general. Dichos riesgos muestran las siguientes características:
- Alcance global.- un fenómeno que se presenta en determinada localidad, tiene un efecto en otros países por lo que su monitoreo es fundamental.
- Relevancia inter e intra industrial.- el riesgo afecta a la cadena de valor de una industria y también a otras industrias.
- Incertidumbre.- se refiere al desconocimiento exacto de los efectos que pueda tener un siniestro como la magnitud, frecuencia, afectación, intensidad, etc.
- Impacto económico.- la materialización de estos riesgos representa un valor que afecta directa e indirectamente al ciclo económico y a todos los actores que intervienen en el mismo.
- Tratamiento multi-actor.- dado que no solo afecta a individuos, los riesgos globales tienen relación con diversos actores de los sectores público, privado, civil, académico, mediático, etc.
Esta última característica, multi-actor, es primordial para el estudio de los riesgos globales, si bien los costos asociados a su gestión, el gasto público difícilmente puede cubrir la recuperación asociada. Por ello es importante observar estos riesgos bajo la perspectiva de la gobernanza, modelo civilizatorio que implica la actuación coordinada entre la sociedad, los gobiernos, las empresas, las instituciones educativas, los medios de comunicación, las organizaciones civiles, etc. En la definición clásica del Estado-nación, es el poder público quien tiene el monopolio del poder, también expresado en el cuidado de la población respecto a amenazas de origen diverso, sea por fenómenos naturales, inestabilidad política, estabilidad económica, entre otros. Sin embargo, es bien sabido que este modelo clásico ha sido superado por las dinámicas que se presentan en cada país. De esta forma, el sector privado ha sustituido en muchos casos, la incapacidad presupuestal del poder público. Mediante asociaciones sin fines de lucro, se han podido canalizar recursos para la recuperación ante desastres por fenómenos naturales como en caso de sismos y huracanes. Las instituciones educativas también son fundamentales para la comprensión de los riesgos, así como para generar propuestas de políticas públicas generadas desde los think tanks. Por supuesto que los medios de comunicación, tanto tradicionales como redes sociales, juegan un papel fundamental en este tema; la concientización de amenazas, las alertas tempranas, así como las historias de resiliencia, crean una cultura más sensible ante estos riesgos.
Ahora bien, es importante establecer categorías de los riesgos globales dada su naturaleza y tratamiento. La primera categoría son los que para el sector asegurador tienen una relación directa, estos son los riesgos económicos y empresariales, aquellos que se generan por devaluaciones monetarias, cambios en los precios internacionales de los commodities, variación en el tipo de cambio, entre otros. Estos riesgos son los que enfrenta principalmente el sector privado y afecta a los costos en la producción de bienes y servicios. La segunda categoría son los riesgos geopolíticos, los cuales pueden ser las guerras, los cambios de gobierno, el terrorismo, la disposición geográfica de un país y su relación con países vecinos, la participación en instituciones internacionales que indican el respeto al derecho internacional, etc. Estos riesgos están más asociados al poder público ya que si involucra gasto público y tratamiento institucional para enfrentarlos. La tercera categoría son los riesgos ambientales y ecológicos, cada vez más urgente su comprensión, sobre todo aquellos relacionados con el cambio climático. Los riesgos ambientales y ecológicos representan una fuerte amenaza para las sociedades ya que no solo pueden afectar los bienes materiales sino también disparar riesgos como los de la salud, como ejemplo podemos mencionar las olas de calor que tienen un efecto en organismos vivos y alteran el funcionamiento a nivel individual y colectivo. La cuarta categoría son los riesgos tecnológicos y de ciberseguridad, aquellos relacionados con el avance del conocimiento científico y su aplicación en diversas actividades. Con el advenimiento de las tecnologías de la información y de la comunicación, las relaciones humanas se han visto afectadas por las invenciones que permiten tener mayor comodidad, mayor fluidez en la comunicación, mayor acceso a contenidos, etc, pero al mismo tiempo, estas tecnologías han mostrado lo interrelacionados que estamos los individuos, las empresas y los gobiernos. Por ello, cada vez más se destinan recursos para prevenir la materialización de un siniestro que altere el desarrollo de las sociedades. Finalmente, la quinta categoría son los riesgos sociales, estos son los que propiamente afectan a la sociedad en su conjunto como las pandemias, las huelgas, la división social, la desigualdad, entre otros. Este tipo de riesgos cada vez son más estudiados para determinar el efecto que tienen en el desarrollo. El más claro y recién ejemplo es la pandemia por COVID-19, saltó de un tema sanitario a una preocupación a escala global ya que se detuvieron múltiples actividades del ser humano, alterando los negocios, las vacaciones, la salud e incluso las propias interacciones humanas.
¿Por qué es importante que el agente de seguros conozca todo lo referente a los riesgos globales? Parece más que obvia la respuesta, sin embargo se tiende a enfocarse en el aspecto micro de los riesgos, es decir, a temas de salud, vivienda, educación y vida. El sector asegurador está diseñado para la administración de estos riesgos desde su componente financiero, no obstante, la comprensión del entorno global podría darle más herramientas al agente para que el cliente comprenda la necesidad de protegerse frente a amenazas que están más allá de su entorno inmediato. Solo las grandes cuentas o cuentas grupales llegan al tratamiento de riesgos globales principalmente para asegurar infraestructura, operaciones comerciales o la ciberseguridad empresarial. Es necesaria la comprensión de los riesgos globales para ofrecerle a la sociedad mexicana distintos instrumentos que permitan generar una cultura resiliente en caso de que se materialicen los mismos.
Por otro lado, la comprensión de los riesgos globales por parte del agente de seguros le permite conocer el estado de arte sobre su mercado, sea de alcance local o nacional. El reto para dicha comprensión es analizar toda la información que se produce desde una perspectiva integral ya que cada riesgo de alcance global tiene un efecto en otro y al mismo tiempo, afecta a las sociedades e individuos. La especialización del agente permite tener una perspectiva focalizada en determinado ramo, sin embargo, un gran número de profesionales maneja más de un ramo en su modelo de negocio, lo que representa un reto en la adquisición de conocimiento, sobre todo conocer el alcance global del riesgo en el que se ubica el ramo al que se dedica. Por ello la capacitación constante representa una ventaja competitiva ya que tener una perspectiva global aumenta la capacidad de análisis y brinda mejores herramientas para la atención al mercado.
Una ventaja adicional para el agente y/o promotor, es que puede atraer talento entre los jóvenes. Desde siempre, el sector asegurador se ha nutrido de personas con diferentes carreras universitarias o experiencia profesional, sea técnica o administrativa. Los riesgos globales también ofrecen una perspectiva de desarrollo en áreas de sustentabilidad y de responsabilidad social. Estas áreas generalmente son de interés entre los jóvenes que buscan un desarrollo laboral que les represente un ingreso estable y al mismo tiempo, trabajar en sectores de la actividad económica que protejan el medio ambiente e integren una visión social, es decir, actividades que cumplen con los ejes del desarrollo sustentable. De esta forma, la iniciativa mundial de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas puede ser de gran interés para el nuevo talento ya que está demostrado que los seguros ayudan al desarrollo, específicamente a la resiliencia financiera. Específicamente la meta 8.10 del Objetivo 8 (Trabajo Decente y Crecimiento Económico) expresa lo siguiente:
8.10 Fortalecer la capacidad de las instituciones financieras nacionales para fomentar y ampliar el acceso a los servicios bancarios, financieros y de seguros para todos.
Como se puede observar, desde el ámbito multilateral se reconoce el papel que tiene el seguro en el desarrollo ya que protege a individuos y empresas ante adversidades financieras debido a eventos imprevistos, apoya la actividad económica mediante la diversificación del riesgo, provee de acceso a servicios de salud, reduce riesgos a través de la suscripción efectiva e iniciativas de mitigación del riesgo y es una fuente importante de inversión a largo plazo en la economía. Todas estas cualidades que brinda el sector asegurador al desarrollo de la sociedad deben ser mostradas a los jóvenes que buscan empleo significativo, además de que pueden tener mucho éxito si con paciencia y preparación constante logran un desarrollo profesional.
Igualmente importante para el sector es la inquietud que tienen los jóvenes respecto al emprendimiento. Desde los salones de clases hasta las incubadoras de negocios, es importante que los proyectos de emprendimiento consideren la evaluación del riesgo como parte fundamental si se pretende que el proyecto de emprendimiento tenga éxito y sea sostenible en el tiempo. Cada vez más se multiplican este tipo de iniciativas en las escuelas pero en su gran mayoría, no se contempla la administración de riesgos, lo que puede derivar en el fracaso del proyecto así como elevar los niveles de frustración en los jóvenes. Por ello es fundamental el vínculo con el sector académico, mediante educación financiera, para que los estudiantes desde temprana edad tengan en mente la existencia de distintos riesgos que también forman parte del modelo de negocio.
Por lo anterior, resulta atractivo el conocimiento de los riegos ya que el sector asegurador ofrece distintos ramos en los que se pueden desarrollar profesionalmente los jóvenes, reforzando que las aportaciones novedosas que ellos brindan tienen un impacto significativo en los negocios. Asimismo, transmitirles que su estilo de vida puede ser protegido si incorporan la cultura de administración de riegos y que incluso sus beneficios pueden extenderse a su círculo social cercano. Es así como la juventud representa una oportunidad para el sector y para los agentes ya que personifican la siguiente generación que será el relevo del cuerpo profesional actual.
La revolución de la información ha permitido tener herramientas a la mano del agente, como el Atlas Nacional de Riesgos que es el portal del gobierno mexicano que ofrece datos en tiempo real sobre diversos fenómenos naturales. Esta herramienta se nutre de diversas fuentes de información, nacionales e internacionales, que alimentan las bases de datos y producen tanto gráficos como información útil y relevante para toda la sociedad, especialmente para aquellos profesionales cuyo fin es mantenerse actualizados, así como explorar distintas formas para buscar oportunidades de mercado. En este sentido, la prospección de clientes utilizando esta herramienta es uno de los beneficios que el agente de seguros puede realizar ya que, además de los fenómenos naturales que monitorea, cruza información económica y social del país, lo que representa la generación de diversos escenarios en los que se pueden descubrir clientes potenciales y al mismo tiempo, asesorar a los clientes de su cartera.