Por: Roberto Shoji Luna Nakachi

Director General del Instituto Mexicano Educativo de Seguros y Fianzas, A. C.

Nuestro planeta está cada vez más interconectado, tanto en lo político, social, cultural, mediático y por supuesto en lo económico.  Al crecer la población mundial prácticamente en todos los países, también han aumentado las interacciones de las personas a través de las fronteras.  Fenómenos como la migración o el comercio no son algo nuevo, pero si la rapidez e inmediatez con las que un suceso puede tener efecto a miles de kilómetros.  La tecnología cada vez avanza de forma exponencial, los cambios que antes se manifestaban de una generación a otra, hoy parecieran ser casi instantáneos. No hace mucho hablábamos de las tecnologías de la información y de la comunicación y ahora la inteligencia artificial hace que nos replantemos la forma en que se produce conocimiento y se utiliza para beneficio del individuo, las empresas y la sociedad.  Estos cambios acelerados tienen impacto en todas las actividades del ser humano y el ámbito económico no es la excepción.

En esta entrega abordaremos los riesgos económicos globales, entendiendo que los ámbitos financiero y comercial forman parte de la economía mundial.  Hablaremos de riesgos como la caída de los mercados bursátiles, devaluación de las monedas, crisis crediticias, caída de los precios internacionales de los commodities, inestabilidad fiscal, perturbaciones críticas en infraestructura, entre otros, y su relación con el sector asegurador.  Para comenzar es importante mencionar que el estudio de la economía se divide en dos grandes áreas: la macroeconomía y la microeconomía.  Precisamente el sector asegurador es considerado como una subárea de la economía con alcances macro y micro, como lo veremos más adelante.  La macroeconomía analiza los factores que permiten a un país generar valor a partir los agentes económicos, sean públicos o privados.  Así mismo, estudia el comportamiento económico entre los Estados-nación, es decir, cómo bienes, servicios e ideas cruzan las fronteras para el aprovechamiento de las ventajas comparativas.  Por su parte, la microeconomía se enfoca en analizar las condiciones para que, principalmente, las empresas puedan desarrollar su actividad.  Así, ambas áreas de la economía describen el funcionamiento de los agentes tanto públicos como privados y para su óptimo desempeño, es crucial detenerse en el estudio de los riesgos que pueden afectar sus actividades.  Por esta razón, el papel del seguro es fundamental como instrumento económico de protección, pero también en el fomento de la resiliencia financiera. 

La economía mundial se integra por las finanzas internacionales y el comercio internacional.  Hoy en día no solo cruzan fronteras las mercancías (lo físico) sino también los intangibles como servicios, ideas y hasta monedas virtuales.  Recientemente ha tomado notoriedad la llamada “guerra arancelaria” a causa de las políticas estadounidenses respecto al comercio internacional con otros países.  Nos referimos a los riesgos comerciales que las empresas enfrentan, principalmente aquellas que producen bienes y los exportan.  Es importante recordar que la Organización Mundial del Comercio (OMC) es el ente multilateral que regula las políticas comerciales entre los Estados miembro.  Los pilares del comercio son precisamente los bienes o mercancías, los servicios (incluyendo los financieros) y la propiedad intelectual.  Los aranceles se consideran barreras al libre comercio, pero representan la principal política comercial que todo país aplica a sus exportaciones e importaciones. La función de la OMC es servir como foro de negociación para que los Estados miembro (166 a agosto de 2025) reduzcan o eliminen los aranceles, así como las barreras no arancelarias y con ello incentivar el desarrollo mediante el comercio transfronterizo.  Ahora bien, una regla de la OMC es que no exista discriminación entre sus miembros por lo que, si un Estado ofrece algún beneficio a otro, automáticamente se debe extender dicho beneficio a los demás miembros.  En la práctica, otorgar beneficios unilateralmente entre 166 Estados-nación es muy difícil de lograr ya que debe existir consenso al respecto, esta es una de las razones por las que la Ronda de Doha del Desarrollo de la OMC iniciada desde 2001, no ha concluido. 

Los tratados y acuerdos comerciales si son permitidos en la OMC ya que representan una excepción a la no discriminación entre los Estados miembro que se justifican porque profundizan el libre comercio, aunque sea entre 2 o más países; otras excepciones permitidas son los organismos regionales de comercio como el Mercosur o la Unión Europea y también el Sistema Generalizado de Preferencias (SGP).  En los tratados y acuerdos comerciales se establecen las bases para la reducción arancelaria y no arancelaria, lo cual fomenta el intercambio de bienes y servicios.  Los aranceles tienen un impacto directo en el precio de adquisición de bienes.  Al reducir o eliminar los aranceles, se fomenta el consumo de bienes y la producción de los mismos aumenta.  En teoría, entre más intercambio comercial se de a nivel mundial, mayores oportunidades para que los países logren el desarrollo.  Sin embargo, no siempre ha resultado de esa manera. Cada vez hay más voces en distintos países que denuncian los pocos o nulos beneficios que les ha brindado el comercio internacional, como el caso de Estados Unidos.  El país que tradicionalmente se asoció con el libre mercado, es el que en la actualidad ha impuesto medidas proteccionistas como parte de su política nacional frente a sus socios comerciales como México.  Pero, ¿qué ha llevado al actual gobierno estadounidense a tomar tales medidas?  La desilusión y el desánimo por el comercio se presenta principalmente en ciudades donde antes estaban instaladas fábricas de diversos bienes, al moverse estas fábricas a otros países para aprovechar las ventajas competitivas, un gran número de trabajadores y sus familias se vieron afectados debido a que se quedaron sin fuentes de empleo y la bonanza económica del pasado fue desapareciendo.  Al mismo tiempo, aumentó el tráfico de estupefacientes y la migración de personas que, por supuesto, no son efectos directos del entonces Tratado de Libre Comercio de América del Norte (hoy Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá), pero que, con el abandono de estos espacios por la clase trabajadora estadounidense, creó un escenario de descontento entre un sector social amplio.  En el fondo, el aumento de aranceles pretende desincentivar a las empresas estadounidenses para que sigan produciendo fuera de Estados Unidos y regresen las fabricas a dicho país.  Sin embargo, el otro efecto que provoca subir aranceles es el encarecimiento de mercancías ya que parte de ese arancel es trasladado al precio final. 

 Por todo lo anterior, los riesgos comerciales y en especial los relativos al alza de aranceles, forman parte de la política pública de un país que, sin duda, es un derecho soberano para hacerle frente a ciertas situaciones sociales, económicas, pero sobre todo políticas.   Una empresa dedicada a los negocios internacionales debe considerar el ambiente político del país de origen, así como el de aquellos en los que mantiene actividad comercial.  Entre los productos de seguro que existen en este entorno podemos mencionar a los términos de comercio internacional (Incoterms) que son básicamente responsabilidades, costos y riesgos que asumen los compradores y vendedores en una transacción comercial a través de las fronteras.  Su principal función es, en primer lugar, determinar los costos, es decir, quién paga los gastos de transporte, seguros y trámites aduanales, en segundo lugar, sirven para especificar el momento en que el riesgo de daño o pérdida de la mercancía se transfiere la responsabilidad del vendedor al comprador y, en tercer lugar, definen el punto exacto en el que el vendedor entrega las mercancías al comprador.  Los seguros asociados a los Incoterms usualmente son colocados por brokers especializados en este tipo de operaciones, pero cada vez más hay demanda por parte de micro y pequeñas empresas tras el auge del comercio electrónico.  Un caso especial son las barreras arancelarias y no arancelarias que algunos países han impuesto a plataformas de comercio electrónico al considerar que su operación representa competencia desleal frente al comercio tradicional.  Este debate no solo se da en México y no solo aplica a las tiendas en línea, también son conocidos los casos en que se ha endurecido el ordenamiento legal para formas relativamente nuevas de negocio a través de plataformas como Airbnb, Uber, Booking, etc.

Otro producto financiero relacionado al comercio internacional es el seguro de crédito ya que protege a las empresas contra riesgos derivados de sus ventas a crédito como la insolvencia o la mora prolongada en operaciones de compraventa internacional.  Entre los riesgos económicos globales que pueden afectar estas operaciones encontramos la devaluación de las monedas.  Este riesgo tiene un impacto directo en el comercio de bienes y servicios ya que altera las formas de pago y con ello, la rentabilidad de las empresas.  No solo afecta al precio final de un bien, sino a toda la cadena de suministro que hace posible la producción y la distribución.  La devaluación de las monedas puede darse por diversas causas como el mal manejo de la economía nacional pero también como una estrategia permanente de un gobierno para hacer más competitivos los precios de bienes y servicios.  Este ha sido el caso de China y Japón que mantienen un precio bajo de sus monedas para que sus exportaciones puedan colocarse mejor en los mercados internacionales pero esto altera el funcionamiento de la economía internacional por lo que diversos países imponen medidas compensatorias, lo que provoca la llamada “guerra de divisas”.

Asociado con las crisis económicas, encontramos el riesgo que representa la caída de los mercados bursátiles y sus efectos negativos al ambiente de los negocios. Los países que cuentan con mercados de valores actualmente han desarrollado estándares internacionales, con el apoyo de organismos especializados, para brindarle a las economías nacionales y a las empresas participantes mayor estabilidad respecto a las transacciones que cruzan fronteras de manera digital.  Asimismo, con el apoyo de estándares contables desarrollados también por organismos especializados, las empresas se benefician de prácticas comunes en el registro de sus operaciones.  Sin embargo, los constantes cambios en el ambiente económico representan un reto para la estabilidad de los negocios, especialmente para las inversiones que realizan empresas a través de las fronteras.  La fijación de precios de los commodities o productos básicos y su eventual caída en el mercado internacional es otro riesgo económico al que las empresas se enfrentan, principalmente por causas que afectan la producción como las alteraciones climáticas, las guerras, la alteración de las rutas logísticas, etcétera.  Para hacerle frente a este riesgo, también el sector asegurador es fundamental ya que permite afrontar eventuales siniestros y aminorar los impactos negativos de los mismos.  En México, el seguro agrícola juega un papel muy importante ya que sirve para proteger esta actividad económica, principalmente frente a factores climáticos. 

En el ámbito financiero, además de los riesgos por la caída de los mercados bursátiles y las devaluaciones de monedas, también ubicamos la inestabilidad fiscal como factor que pone en riesgo el ambiente de los negocios.  Los cambios constantes en el ambiente político tienen efectos en el manejo de las economías y las políticas fiscales que se implementan.   Esto provoca que sea atractivo para las empresas internacionales o transnacionales el invertir en cierto país.  Cuando las empresas ya tiene capacidad instalada, la inestabilidad fiscal puede ahuyentar o desincentivar más inversiones, sobre todo en aquellos países que también presentan cambios constantes en políticas públicas fiscales al no tener consolidado un proyecto económico de nación.  Finalmente, las perturbaciones críticas en infraestructura son riesgos que deben considerarse en la contratación de seguros ya que dichas perturbaciones pueden alterar desde la producción hasta el flujo de la cadena logística de distribución.  Un caso sonado fue el encallamiento del buque Ever Given en marzo de 2021.  Este buque bloqueó el Canal de Suez, principal acceso entre el Mar Mediterráneo y el Océano Índico, lo que provocó que durante varias semanas que otros buques no pudieran cubrir la ruta logística y trajo consigo millonarias pérdidas en el comercio internacional.  Esto alteró también los precios de bienes, así como escasez y retrasos en el abastecimiento de suministros como fue el caso del sector automotriz.  Los efectos negativos de este acontecimiento tardaron hasta años en que se reestablecieran las condiciones de operación mercantil y, sin duda, aquellas empresas con adecuada protección mediante seguros, pudieron recuperarse más rápido.

Esta breve descripción de los riesgos globales económicos, financieros y comerciales, expone la necesidad de que los agentes de seguros estudien muy bien la actividad en la que se desenvuelven sus clientes para así asesorarlos de una mejor forma y ayudarles a ser más competitivos.  El conocer cómo funciona el sistema económico mundial permite ofrecer productos financieros óptimos que se alinean con la estrategia empresarial del cliente.

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