El endurecimiento de las tasas de reaseguros continuará durante el próximo año, debido en gran medida a un menor apetito por el riesgo de los competidores en este segmento y no a la escasez de capital. En concreto, la incertidumbre asociada a la inflación social, las pérdidas por catástrofes naturales y los efectos financieros a causa de la COVID-19 están afectando las condiciones de dicho mercado.
La anterior conclusión se desprende del estudio denominado El ciclo de suscripción de reaseguros: continúan las duras condiciones del mercado, elaborado por Swiss Re Institute, que revela que las tarifas de reaseguro se han endurecido desde 2018 y el impulso de los precios se aceleró en las renovaciones de enero de este año. También refiere que el mercado actual se caracteriza por una capacidad más ajustada, principalmente debido a un menor apetito por el riesgo por parte de los reaseguradores, más que a una escasez de capital per se.
“De hecho, las pérdidas de capital del año pasado fueron temporales, ya que las valoraciones de los activos se recuperaron rápidamente de los mínimos de marzo de 2020”, señala el diagnóstico.
El reporte de la reaseguradora suiza indica que los operadores predominantes de reaseguros globales y algunos nuevos actores recaudaron cerca de 15,000 millones de dólares de capital en 2020 para aprovechar las duras oportunidades de mercado creadas por tasas atractivas.
Esto significa, añade el análisis, que la reducción del apetito por el riesgo de las reaseguradoras es impulsado por la incertidumbre ocasionada por un entorno de ambigüedad sobre los desarrollos macroeconómicos y los mercados de capitales volátiles.
Swiss Re Institute apunta que la elevada incertidumbre en los modelos de negocio que rigen la operación del reaseguro surge de múltiples factores, incluida la inflación social, que ha elevado las reclamaciones en mercados como Estados Unidos. Asimismo, abunda, el desarrollo adverso de reservas del año anterior, la incertidumbre en torno a las pérdidas por interrupción del negocio (BI) de COVID-19, los años sucesivos de pérdidas por catástrofes por encima del promedio, el aumento continuo de las pérdidas por peligros secundarios y un mayor escrutinio de los efectos del cambio climático está propiciando que sea más difícil encontrar métodos comerciales que faciliten una relación ganar-ganar con los cedentes del riesgo.
Swiss Re Institute revela que las recientes estimaciones de mercado de la industria aseguradora global sobre las pérdidas por reclamos de COVID-19 oscilan entre 30,000 y 60,000 millones de dólares.
También añade que la temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2020 trajo un récord de 30 tormentas con nombre, de las cuales 12 tocaron tierra en Estados Unidos, eventos que a pesar de que no afectaron áreas densamente pobladas, causaron pérdidas aseguradas de 20,000 millones de dólares en aquel país.
El estudio detalla que se prevé para 2021 una actividad de tormentas “superior al promedio” en el Atlántico norte; con lo cual, las pérdidas por catástrofes naturales notificadas en Estados Unidos hasta mayo de 2021 ya superan los 20,000 millones de dólares estadounidenses. La opinión de consenso para 2021 es que habrá eventos hidrometeorológicos “por encima del promedio” en el Atlántico Norte.
Por otro lado, el efecto de los bajos rendimientos de las inversiones en las ganancias de los reaseguradores es otro factor que impulsa al alza las tasas de reaseguros; mientras que, añade, los riesgos macroeconómicos son cada vez más elevados, con un enfoque mucho mayor hacia escenarios de inflación y tasas de interés crecientes, que pueden desencadenar un desarrollo adverso de reservas y pérdidas en las valoraciones de activos.
La capacidad de reaseguro proporcionada por el capital de terceros es un factor importante que contribuye a las líneas de negocio de las propiedades inmobiliarias. Al respecto, Swiss Re Institute señala que la reducción de la capacidad en el reaseguro colateralizado (RC), que ha sufrido malos rendimientos en los últimos años, está contribuyendo a un endurecimiento selectivo en el mercado de retrocesiones y también es un factor de endurecimiento de las tasas en el mercado de reaseguros.
“Estas condiciones del mercado indican que es probable que los aumentos de precios continúen tanto este año como el próximo. Vale decir que el incremento de tarifas en 2022 aumentaría aún más la rentabilidad de los nuevos negocios en la industria de reaseguro”, finaliza el documento.