El reciente robo en el Museo del Louvre, en París, ha reavivado la conversación sobre la vulnerabilidad del patrimonio artístico y la necesidad de contar con seguros especializados. Aunque el arte suele asociarse con museos o galerías, en todo el mundo hay una importante comunidad de coleccionistas privados y espacios culturales que resguardan obras únicas. En este contexto, el seguro de Obras de Arte se consolida como una herramienta esencial para la preservación de piezas irremplazables, según explicó Santiago Fernández, vicepresidente de Autos y Daños en AXA México, en entrevista con El Asegurador.
De acuerdo con Fernández, el mercado global del arte, valuado en más de 65,000 millones de dólares anuales, experimentó un repunte de casi 30 por ciento en 2022 tras la pandemia, lo que también ha impulsado la demanda de seguros de Arte en todo el mundo. “Este producto es diferente porque protege no sólo un valor económico, sino también un valor emocional”, señaló. A diferencia de otras pólizas, este producto busca preservar tanto el patrimonio material como la historia y los sentimientos asociados a cada obra.
Un seguro de Obras de Arte cubre daños o pérdidas materiales durante la estancia o el tránsito de las piezas bajo la modalidad “Clavo a Clavo”, es decir, desde el momento en que se descuelga la obra de su sitio original hasta que vuelve a colocarse en destino. Entre los riesgos amparados se incluyen robo, incendio, terremoto, fenómenos hidrometeorológicos, caídas accidentales, humedad o daños intencionales. También pueden contratar coberturas adicionales por depreciación, plagio o restauración. “En México, un 40 por ciento de los siniestros provienen de daños intencionales, como grafitis en esculturas expuestas al público”, comentó el directivo.
Más allá de la indemnización, este tipo de seguro incluye servicios especializados, como asesoría en conservación, transporte y restauración. “No se trata sólo de entregar un cheque, sino de acompañar al cliente para reparar el daño y preservar la emoción que le provoca su obra. No hay dinero que recupere una historia personal con una pieza”, afirmó Fernández. En ese sentido, las aseguradoras deben contar con expertos en arte y alianzas con restauradores certificados para garantizar la atención adecuada de cada siniestro.
El también vicepresidente de AXA México destacó que asegurar arte no es lo mismo que incluirlo en la póliza del hogar, ya que cada pieza requiere una valoración individual realizada por especialistas. En la actualidad, cada vez más coleccionistas -tanto corporativos como particulares- buscan proteger sus obras, motivados por la conciencia del valor cultural y sentimental que representan. “El arte es un legado, no sólo una inversión financiera. Asegurarlo es cuidarlo para las próximas generaciones”, concluyó Fernández.