Sector seguros debe prepararse para sortear recesión económica y mutación en comportamiento social

El Asegurador

 

Trabajo remoto, interrupción de negocios y manejo de crisis son los problemas que las compañías de seguros a nivel mundial deberán resolver en el corto plazo; los cuales se derivan de la crisis sanitaria originada por la COVID-19 y que actualmente pone en jaque la productividad y rentabilidad de países y organizaciones. 

Inmediatamente después, el sector asegurador debe prepararse para sortear una desaceleración económica a escala global y las consecuencias de una pandemia que también afectará el comportamiento social y la dinámica de todos los mercados.

Así lo señalaron expertos de Willis Towers Watson, compañía líder en asesoramiento, corretaje y soluciones, en un estudio que mide el golpe que generará la COVID-19 en el sector asegurador. 

En lo referente los organismos que regulan a la industria, la firma resalta que su principal preocupación es garantizar la solvencia de las instituciones; por lo que en algunas regiones se han tomado medidas que reconocen la imposibilidad de las aseguradoras para operar como lo hacen en condiciones normales. Además, añade, se está monitoreando de manera más constante la solvencia del sector (En algunos países europeos se hacen reportes semanales).

“Los reguladores han autorizado la ampliación del periodo de gracia para el pago de primas y reconocer esta deuda como un activo para respaldar a la compañía. También se han adoptado escenarios de estrés acordes con la crisis actual -como potenciales caídas en las ventas, caídas de las tasas de interés, devaluación de las monedas- que no estaban reflejadas en los modelos de cálculo de requerimiento de solvencia”, explica Willis Towers Watson. 

En cuanto a las calificadoras, el informe revela que se está considerando revisar a la baja las calificaciones a nivel compañía y a nivel país, aunque en algunos casos no se espera una desviación importante en la siniestralidad a corto plazo.

De acuerdo con Willis Towers Watson, ya se han tomado diferentes acciones para prepararse ante la crisis; sin embargo, aún es algo pronto para hablar de un cambio de fondo en las estrategias de negocios.

Entre dichas acciones -que afectan directamente procesos de suscripción, cobertura y exclusiones- Willis Towers Watson destaca:

  • Reducir, limitar e incluso cancelar la venta de productos de Vida de largo plazo con las tasas garantizadas. 
  • Restricción de la venta de seguros de Vida para edades avanzadas. 
  • Ante el aumento en el número de solicitudes en los seguros de personas y las limitaciones para hacer exámenes médicos, así como en el contacto entre personas en términos generales, se está haciendo una revisión y aplicación de esquemas de suscripción en línea con metodologías alternas o simplificadas,  y considerando que una vez que pase la pandemia se puede presentar un incremento en la cancelación de las pólizas. 
  • En el caso de las pólizas de Autos, se está considerando una reducción de precios y la venta de cobertura “Pay as you drive”, para compensar la baja de frecuencia en los riesgos cubiertos por este producto

Para el supuesto de mortalidad, Willis Towers Watson refiere que aún no se cuenta con información para hacer ajustes, pero se han sugerido algunos factores para hacer algunos, por ejemplo:

  • Antigüedad de la póliza, como un indicador de la posible existencia de enfermedades crónicas que pudieran agravar los efectos de la COVID-19. 
  • La ubicación geográfica, dado que es claro que las consecuencias negativas de la pandemia son mayores en los lugares donde  hay concentraciones de población
  • Un efecto de antiselección en pólizas de Vida y Gastos Médicos que se emitan en los próximos meses, seguidos de una cancelación mayor a la usual, una vez que la crisis parezca estar controlada. 

Asimismo, garantizar el flujo de efectivo para continuar operando es otra de las prioridades del sector asegurador, apunta Willis Towers Watson; no obstante, pronostica, la caída de las ventas o hasta una recesión económica puede ser el mayor problema a enfrentar:

  • Se anticipa una afectación severa en las pequeñas y medianas empresas de muchos países y que podría llevar a la desaparición de muchas de éstas. 
  • En el caso de los seguros personales, también puede haber una mayor caducidad y fuerte presión a la baja en los precios;  como consecuencia de la contracción del mercado. 
  • Las empresas en general (no solo aseguradoras) que tengan mayor fortaleza económica también se verían afectadas por el entorno económico y pueden considerar una disminución de personal o de aquellas prestaciones no obligatorias, como los seguros de Vida y Gastos Médicos Mayores

Los diversos debates sobre la cobertura de los seguros ante los efectos de una pandemia pueden llevar a que en el futuro algunas coberturas se redefinan o eliminen con el objetivo de evitar riesgos políticos, precisa Willis Towers Watson. Hay discusiones entre lo que el mercado demanda y lo que se puede ofrecer, agrega. 

Finalmente, el análisis de la consultora hace hincapié en que se espera que el sector asegurador no sufra un golpe tan severo por el evento pandémico, tal y como sí sucederá con otras industrias. Esto es así por la fuerza que tomarán los canales de distribución digitales; sin embargo, concluye, la COVID-19 es un reto considerable y dinámico, puesto que en la mayoría de los casos, las aseguradoras se verán obligadas a instrumentar una serie de transformaciones en cuanto a su administración y operatividad. 

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