México se ubica en una de las zonas sísmicas más activas del mundo y ha enfrentado terremotos que han dejado huellas profundas en la sociedad y en la economía. De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), el sismo del 19 de septiembre de 2017 fue el quinto siniestro más costoso en el país, con indemnizaciones por 1,510 millones de dólares, mientras que el de 1985 representó pagos por 1,155 millones. Estos eventos han demostrado la relevancia de contar con mecanismos de protección financiera ante fenómenos naturales.
En este contexto, GMX Seguros compartió información donde explicó cómo funcionan los seguros Paramétricos, un esquema que ofrece indemnizaciones inmediatas cuando un evento supera parámetros previamente definidos, como la magnitud de un sismo en la escala de Richter. A diferencia de las pólizas tradicionales, no se requiere la verificación de daños físicos por parte de un ajustador, lo que permite liberar recursos de manera ágil y atender necesidades operativas urgentes.
Por sus características, este tipo de seguros se han convertido en una alternativa útil para empresas, hospitales, recintos deportivos, desarrollos habitacionales y comercios expuestos a riesgo sísmico. Aunque no sustituyen al seguro de Daños, son complementarios, ya que cubren eventualidades que van más allá de las afectaciones estructurales directas, ofreciendo liquidez inmediata para gastos posteriores al siniestro.
“Una gran parte del territorio mexicano tiene alta actividad sísmica, por eso es tan importante contar con una cobertura integral diseñada a la medida de tu hogar y/o tu negocio. Ante tales riesgos, tanto los seguros tradicionales como los paramétricos protegen tu patrimonio de distintas formas. Los seguros tradicionales y los paramétricos no compiten, se complementan. La mejor opción es acercarse con un experto que te oriente sobre la póliza ideal para tu caso”, comentó Teresa Yáñez, directora de Siniestros de GMX Seguros.
