La relación entre el fabricante de automóviles y el consumidor se desvanece después de la compra. Sin embargo, para solidificarla y aumentar la lealtad del cliente es indispensable que los servicios conectados funjan como un elemento diferenciador que se integre a la vida de una persona.
De acuerdo con el estudio titulado Radar de tendencias de vehículos conectados 2, elaborado por Capgemini Invent, la experiencia de conducción es tan solo una de las diversas oportunidades que los actores tradicionales de automóviles deben explotar para que los clientes se sientan identificados con ellos aún después de la venta.
“Los fabricantes de hoy están agobiados por el legado y tienden a asumir que los servicios conectados se pueden brindar exactamente de la misma manera en que se producen los automóviles, pero reducir la participación de mercado significaría la pérdida de ingresos”, explicó Rainer Mehl, director ejecutivo de Manufactura, Automotriz y Ciencias de la Vida de Capgemini Invent.
La investigación prevé que la cantidad de vehículos conectados aumentará a 352 millones en 2023, en comparación con 119.4 millones de vehículos conectados en 2018. Asimismo, sostiene que los servicios relacionados con la seguridad son los más valorados.
“En el pasado, los conductores tenían que conformarse con lo que les daban los fabricantes, pero este monopolio ya no existe. Las compañías de tecnología irrumpieron exitosamente al mercado con servicios de teléfonos inteligentes y conexiones fáciles para el automóvil, por lo que ahora los fabricantes deberán esforzarse más para seguir siendo relevantes”, añadió Mehl.
Por último, Capgemini Invent destaca que la sostenibilidad se está convirtiendo en un aspecto cada vez más importante dentro del portafolio de opciones de conexión para los consumidores. Según cifras arrojadas en el estudio, 60 por ciento de los encuestados cree que los servicios conectados pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente.