SECCIÓN 1: EL SUEÑO EN PAPEL La inspiración bien enfocada puede llevarnos a ese lugar que parecía inalcanzable, ese que creíamos reservado solo para otros. Recuerdo que al inicio de mi carrera, el periódico “El Asegurador” llegaba a todas las aseguradoras. Ahí se podía ver a los agentes que lograban premios, asistían a convenciones o destacaban por su trayectoria. Para mí, ese periódico era una fuente de inspiración. Ver a esos agentes premiados me motivaba, aunque en ese momento, parecía imposible imaginarme en su lugar.

Gaby, una asistente en una de las aseguradoras que , siempre tenía el periódico. Yo iba con ella y se lo pedía prestarlo para “ver mi foto”, aunque sabía que no saldría. Ella se reía, pero me lo daba. Al final siempre le decía: “No salí esta vez, pero algún día saldré”. Y ese día llegó. Años después, vi mi rostro en ese mismo periódico, recibiendo un reconocimiento de mi aseguradora. Fue el día en que comprobé que los sueños sí se cumplen. Fue el día en el que entendí que no solo se trataba de vender, sino de conectar con lo que haces, con tu propósito, y dejarte inspirar por quienes ya lo han logrado.

SECCIÓN 2: LA VERDAD INCÓMODA Quiero hablarte con sinceridad. Muchos agentes desertan en sus primeros años porque les vendieron una mentira: que esta carrera es fácil, que venderán sin esfuerzo, que su familia y amigos serán sus primeros clientes. Pero pronto se enfrentan a la realidad del “no”: no tengo dinero, ya tengo un agente, no me interesa, está muy caro.

Nos mienten cuando nos dicen que los bonos llegarán al primer mes, que compraremos un auto nuevo en semanas. Y cuando esa expectativa choca con la realidad, muchos se rinden. Lo entiendo. También estuve ahí. Pensé muchas veces si valía la pena seguir. Pero también descubrí que lo que duele forma carácter. Y que esa etapa difícil, si la atraviesas con claridad, te forma para lograr cosas más grandes de las que imaginas.

SECCIÓN 3: DE CLIENTE A AGENTE Mi historia en los seguros comenzó como clienta. Un día necesité usar mi póliza y mi agente me dijo que no estaba cubierta. Me negué a quedarme con esa respuesta. Estudié las condiciones generales de mi póliza y descubrí que sí aplicaba, solo debíamos presentar bien el diagnóstico. Me pagaron el siniestro, y fui a decírselo a mi agente. Le agradecí… pero también le dije que buscaría a alguien más.

Días después me despidieron de mi trabajo. Y ahí empezó todo. Me ofrecieron ser agente. Aunque no sabía vender, sabía interpretar. Soy contadora de profesión, cuadrada y antisocial según los estereotipos. Pero sabía escuchar. Y eso fue suficiente para empezar. Esa mezcla de frustración y deseo de ayudar se convirtió en mi motor. No quería que nadie más pasara lo que yo viví.

SECCIÓN 4: ESCUCHAR ES VENDER Mi primer cita como agente fue llena de nervios, pero decidí hacer lo que mejor sabía: escuchar. Escuché a mi prospecto con atención y propuse un plan adaptado a sus necesidades. Les encantó. No tenía experiencia vendiendo, pero tenía sentido común y empatía.

Nunca hice un proyecto 100. Nunca pedí referidos. Llegaron solos. ¿Por qué? Porque sabía escuchar, y porque me comprometía con mis clientes. Les ayudaba incluso cuando otros agentes les habían dicho “no se puede”. Ahí nació lo que hoy muchos llaman “servicio al cliente”. Hoy puedo decir con orgullo que la base de mi carrera no han sido técnicas de ventas, sino humanidad. Y eso, en seguros, vale oro.

SECCIÓN 5: CREE EN TI En mi libro “Mis Tres Pilares en las Ventas” hablo de esto. Mis pilares son:

Todo empieza con creértela. Muchos agentes fracasan no porque no sepan vender, sino porque no creen que puedan hacerlo. No creen que puedan ganar bien. No creen que puedan pagar sus gastos. No se la creen. Pero si no crees en ti, nadie más lo hará.

Cada vez que sientas que no puedes, pregúntate si te estás rindiendo o si simplemente estás aprendiendo. Las ventas, como la vida, se tratan más de resistir con inteligencia que de buscar resultados inmediatos.

SECCIÓN 6: VENDER Y SER MAMÁ Ser mamá no ha sido un obstáculo, al contrario, ha sido un motor. La carrera de agente me ha permitido ser mamá presente y empresaria a la vez. Las ventas te permiten libertad, ingresos, y la posibilidad de crecer a tu ritmo. El único requisito: dejar los pretextos. Lo más poderoso que he aprendido es que no hay que elegir entre ser mamá o profesionista. Podemos ser ambas, y hacerlo bien. Ser mamá me hizo más empática, más disciplinada y más fuerte.

SECCIÓN 7: 5 CLAVES PARA ALCANZAR TUS METAS

  1. Motivación: Nadie te motivará todos los días. Aprende a automotivarte. Que tu porqué te empuje cada mañana.
  2. Objetivos: Define tu meta mayor, pero pon metas pequeñas que te acerquen a ella. Celebra cada logro.
  3. Enfoque: Ten tu objetivo visible. Escríbelo. Léelo. Repítelo.
  4. Medición: Lo que no se mide no se mejora. Lleva el control de tus avances.
  5. Persistencia: Es la clave. No te rindas. La terquedad bien enfocada es un superpoder.

SECCIÓN 8: REFLEXIÓN FINAL En esta sección que hoy comienza, mes a mes, te compartiré mi experiencia de más de 20 años. Con aciertos, errores y muchas ganas de ayudarte a crecer en esta carrera. Quiero que esta columna sea tu punto de partida, tu espejo, tu compañera.

Si tú también soñaste con aparecer en un periódico, con ser reconocida, con vivir de tu propósito… solo te digo: ¡Sí se puede! Pero primero, tienes que creértela. No te compares, no corras la carrera de otro. Este camino es tuyo. Y si lo caminas con enfoque, disciplina y pasión, llegarás lejos. Créelo.

Gracias por estar aquí. Gracias a Miguel y César por invitarme a escribir estas páginas. Para mí, es más que una colaboración, es un sueño cumplido. Hoy estoy aquí para decirte que el éxito no es exclusivo, ni tiene un molde único. El éxito es tuyo, si te lo permites. Bienvenido querido lector a mi sección:

“Entre Números y Sueños”
Donde la pasión por vender y el propósito de servir se encuentran con los resultados. Lo que las ventas enseñan, lo que las finanzas construyen y lo que el corazón guía.

Deja un comentario