Sobreviviendo al año electoral

Charlemos seguros

El asegurador

  • CHARLEMOS SEGUROS

Por: Alfredo González / @risk_mr

Se comienza a sentir la tensión en el ambiente político mexicano, puesto que en unos cuantos meses, como sucede cada seis años, elegiremos al próximo presidente de México.

Acostumbrados estamos ya al bombardeo en medios, lo que las autoridades electorales llaman “pre-campañas”, pero que en realidad son campañas políticas adelantadas que permiten a los contendientes burlarse del electorado mexicano, aunque eso sí, dentro de lo que la misma Ley admite.

Por todo lo anterior, los invito a que Charlemos Seguros respecto de cómo podemos sobrevivir nuevamente a un año electoral, sin morir en el intento, y con la posibilidad de ver florecer a nuestra noble industria.

Antes que nada, los exhorto a reflexionar respecto de los candidatos que nos presentará la boleta electoral en julio próximo, sin duda los peores que hemos visto en muchos procesos electorales: ca- rentes de sugerencias realistas, absoluta- mente todos los implicados están mucho más preocupados por su imagen personal y su posición en las encuestas, que por presentar propuestas serias y contunden- tes para resolver los muchos problemas en los que sus antecesores nos han metido, por lo que es oportuno terminar de una vez por todas con el mito del “voto útil”, que no puede darse cuando tenemos en la boleta gente tan inútil.

Tampoco es válido utilizar la estrategia de votar “por el menos malo”, porque muy caros nos cuestan los funcionarios públicos como para permitirles un desempeño deficiente; lo único que conseguimos otorgándoles nuestro voto bajo este criterio es incrementar el cinismo que los caracteriza al momento de rendirnos cuentas.

Los conmino entonces, mis estimados amigos, más que a votar por uno u otro candidato, a elegir a la persona a la que exigiremos cuentas en caso de ganar las elecciones y a la que, una vez en el cargo, no permitamos un mal desempeño, so pena de perder tal investidura. Lo que necesitamos es un gobernante que entienda que el pueblo paga su salario; y que, por lo tanto, todos nosotros somos sus patrones.

Exijamos gobernantes que entiendan y den la importancia debida a la necesidad de aseguramiento de la población, y no dejemos que dilapiden nuestros impuestos en dádivas o regalos a la gente que no prevé los riesgos que corre. Necesitamos un Gobierno con mano firme que haga obligatorias algunas de las pólizas de seguro más básicas, para generar una cultura de la prevención, y que no utilice recursos públicos para premiar la falta de ésta.

Necesitamos hacer entender al Gobierno la importancia que tiene la industria aseguradora para el crecimiento de este país, y la manera tan importante en que dicho sector puede contribuir al fortalecimiento de las finanzas públicas, incluso fomentando la cultura del ahorro en una sociedad acostumbrada a la ayuda gubernamental, que a la larga los convierte en “clientes” de tal o cual partido político.

Sobrevivamos, pues, a este año electoral aprovechando la gran oportunidad que tenemos de elegir a alguien que haga crecer nuestra industria y nuestro negocio; ofrezcamos nuestro voto a cambio de compromisos sólidos y firmados de que se dará la importancia debida al negocio de seguros, y no permitamos que los candidatos vengan a vendernos solo lo que a ellos les conviene. Es en estos momentos cuando los políticos prácticamente están rogando nuestro voto (si no me creen, pregunten a los aspirantes “independientes”). No les hagamos la tarea fácil, y cambiemos su absurdo discurso por propuestas concretas que ayuden al país a través de los productos de seguros.

Si el seguro para la vivienda hubiera sido obligatorio antes del terremoto que recientemente sufrió Ciudad de México, otro sería hoy el panorama, y no estaríamos viendo al Gobierno preocupado por regalar “apoyos” a los damnificados (que, por cierto, alguien en el mismo Gobierno se roba). La Responsabilidad Civil obligatoria para los automóviles es, como está planteada, solo una mala broma; necesitamos una cobertura que verdaderamente sea útil para cubrir los daños causados. Y como estos ejemplos hay muchos.

Como cada mes, aprovecho estas últimas líneas para felicitar a mi estimado amigo Raúl Barba Cavazos, director general de ANA Seguros, quien el pasado 26 de enero celebró su cumpleaños. ¡Vaya para él un fuerte abrazo y todo mi aprecio!

Dicho lo anterior, no me resta más que despedirme por esta ocasión e invitarlos a que Charlemos Seguros el próximo mes con los temas que a todos nos interesan.

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Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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