Tras la firma de un nuevo tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, la consultora PwC (PricewaterhouseCoopers) realizó una encuesta entre altos ejecutivos de empresas nacionales y trasnacionales asentadas aquí. Los resultados de esta investigación indican que sólo tres de cada 10 altos ejecutivos mexicanos consideran benéfico el T-MEC. Además, 54 por ciento de los interrogados descarta que el nuevo acuerdo denominado T-MEC vaya a tener una consecuencia de gran alcance en su negocio, en tanto que 15 por ciento señala que lo afectará negativamente. Solo tres de cada 10 lo consideran benéfico.
Por otro lado, la mayoría de los líderes mexicanos (62 por ciento) admite que seguirá invirtiendo en la región, aunque 17 por ciento no incluye esta opción en sus planes. Según el reporte de la consultora, al preguntar acerca de los montos de inversión proyectados, 67 por ciento de los ejecutivos respondió que se mantendrán las cantidades declaradas, en tanto que 27 por ciento dijo que incluso aumentarán.
El documento nos recuerda que, después de meses de incertidumbre y un proceso de estira y afloja entre los gobiernos de Canadá, Estados Unidos y México, el 30 de septiembre de 2018 éstos lograron conciliar sus posturas políticas y comerciales y aprobaron el nuevo acuerdo multilateral (conocido en el mundo anglosajón como Usmca; rebautizado en México como T-MEC), que aún no recibe el visto bueno de los respectivos congresos.
PwC presentó los resultados de la encuesta titulada Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá: ¿qué tan preparadas están las empresas ante el nuevo escenario comercial? con el fin de entender la postura de las compañías mexicanas frente al nuevo pacto.
El reporte contó con la participación de altos ejecutivos locales, los cuales pertenecen a industrias diversas, como la manufacturera, la automotriz y el sector de servicios profesionales, entre otros.
Un primer hallazgo es que “en este momento, las compañías están más pendientes del nuevo rumbo que tomará México durante el próximo sexenio. Aunque el presidente electo ya ha definido cuáles serán sus principales medidas, éstas no han sido puestas en marcha”, lo que genera este ambiente de zozobra en el mundo empresarial, dijo Yamel Cado, líder de Comercio Exterior e Impuestos Indirectos en PwC México.
“El T-MEC ha sido anunciado, pero falta su aprobación en los congresos de los tres países, por lo que pensamos que muchos líderes de negocio comenzarán a centrarse en el contenido del nuevo acuerdo una vez que éste haya sido ratificado por los legisladores”, advirtió la especialista.
Preocupan más las reglas de origen y certificación
Entre las principales innovaciones que contiene el T-MEC se encuentra el aumento del contenido regional (que es toda la mercancía que se produce en la región local del productor), el cual tiene un impacto significativo en sectores clave de nuestra economía, como el automotriz, donde pasa de 62.5 a 75 por ciento, así como otros aspectos relativos a los salarios, al medio ambiente o al combate a la corrupción.
La mayoría de los encuestados muestra preocupación ante el tema de las llamadas reglas de origen y certificación (62 por ciento); otros rubros que suscitan inquietud entre los altos ejecutivos empresariales son la suma de nuevos capítulos (22 por ciento) y los cambios en los procesos de auditoría (12 por ciento).
No obstante, a pesar de la preocupación por el contenido regional, 43 por ciento de los encuestados asegura estar preparado para aplicar y acatar las nuevas disposiciones, casi el mismo porcentaje de compañías (44 por ciento) que declara estar en preparación para dicha adopción.
Se incorporan nuevos lineamientos sobre anticorrupción y propiedad intelectual
El 60 por ciento de los participantes ve positivamente la adición de un capítulo referente al combate a la corrupción, y cree que eso ayudará en la forma de hacer negocios en su sector. No obstante, un 12 por ciento opina lo contrario.
Respecto a la propiedad intelectual, solo 31 por ciento de los líderes mexicanos cree que este cambio beneficiará a su sector, y 4 por ciento considera que lo perjudicará. En cuanto a los temas medioambientales, más de la mitad de los encuestados (53 por ciento) asegura estar en sintonía con lo recientemente pactado.
Nuevas obligaciones administrativas
La mayoría de las compañías (58 por ciento) considera que las nuevas disposiciones no generarán mayores cargas administrativas; incluso 1 por ciento cree que, antes bien, éstas podrían reducirse.
Los principales encargados de evaluar y gestionar en las organizaciones las nuevas medidas que impone este tratado comercial serán las áreas de Comercio Exterior y Finanzas (16 por ciento en ambos casos), seguidas de Legal (14 por ciento) e Impuestos (13 por ciento). Solo 12 por ciento piensa que este asunto debería involucrar a la Dirección General.
“Comprender los desafíos que plantea el T-MEC y adelantarse a ellos permitirá a las empresas tomar ventaja y disfrutar de las nuevas oportunidades que el acuerdo trae consigo”, explica Yamel Cado. “Sin duda, la firma de un tratado trilateral con una validez de 16 años transmite confianza a los inversionistas y permite a las empresas operar bajo un régimen estable y robusto que proporciona certidumbre más allá de la coyuntura política”, concluyó.