Un privilegio inolvidable: YO ENTREVISTÉ A CRISTINA PACHECO

A riesgo propio
Por: Bernardo Olvera

Por: Bernardo Olvera

DENTRO DE LOS regalos que infinitas ocasiones me ha dado la vida, uno de los más valiosos e inolvidables fue haber tenido el privilegio y la oportunidad de entrevistar a una de las personas más inteligentes, nobles, visionarias y positivas que ha dado este país: la inconmensurable Cristina Pacheco.

POR ESOS ENTONCES tenía el encargo de coeditor de la revista de Agentes de MetLife, en la que se publicaban artículos diversos, notas generales, sección de pasatiempos y se incluía en cada edición alguna entrevista importante; esas entrevistas las preparábamos con datos e información previa sobre la persona a entrevistar. Esas conversaciones resultaron siempre ejercicios interesantes y enriquecedores.

EL INGENIERO MARGAIN era el Director de Ventas y, a su vez, el Director de la Revista. En una ocasión nos llegó la indicación de preparar con mucho cuidado una entrevista con una persona de gran valor público: Cristina Pacheco… ¡Dios!, desde el momento en que me fue asignada esa diligencia, me estremecí internamente con gran emoción y realmente abrumado.

SIENDO UN SEGUIDOR frecuente de sus transmisiones por Canal 11 y disfrutando cada vez que tenía la oportunidad de verla, me maravillaba y crecía mi admiración por la capacidad incomparable que mostraba al entrevistar a todo tipo de personajes y al conducir sus entrañables reportajes en: Aquí nos tocó vivir…

LLEGÓ EL DÍA de la entrevista… la cita era en un salón especialmente dispuesto para ello, yo realmente estaba más que nervioso. La señora Pacheco era ejemplo de periodismo, agilidad mental, elocuencia; una maestra involuntaria de sus innumerables virtudes. Digo involuntaria porque me parece que ella no se proponía enseñar a los demás, simplemente era… y era una persona espléndida.

CUANDO LLEGÓ y la tuve frente a frente, no lo podía creer… su personalidad en vivo era sumamente superior a la que se adivinaba en la televisión. Gran estilo y enorme sencillez. Dándose cuenta que yo estaba sumamente alterado y apanicado, me dijo con su impresionante y suave voz: estoy nerviosa… claro, ¡lo dijo para ayudarme a estar un poco más calmado!, lo logró. Su capacidad de generar entornos serenos y sin apresuramientos me envolvió y pronto iniciamos una conversación serena y afable.

FINALMENTE SE DIO la entrevista: en resumen, se trataba de que ella había tenido una experiencia cercana relativa al fallecimiento de alguna persona allegada. Por su confinidad con los familiares de esa persona, dio cierto seguimiento al deceso y descubrió los increíbles beneficios que la familia obtuvo al recibir la suma asegurada del seguro que tenía el fallecido. A partir de ese momento, la señora Pacheco afirmaba que su visión respecto de los seguros había dado un giro inimaginado. Claro que ella sabía de la importancia de los seguros, pero esa experiencia le había conmovido profundamente y fue ella quien encontró este pequeño foro (la revista) para compartir su importante y positiva opinión sobre el valor del seguro de vida.

LA CHARLA FUE, además de agradable, una enseñanza para mí sobre cómo estructurar opiniones de manera tan inteligente y a la vez plena de emoción. En más de una ocasión sentí que quien realmente conducía la entrevista era ella. Fue magnífica. Terminó.

TUVO LA GENEROSIDAD de quedarse un rato más conversando conmigo al tiempo que fumábamos algún cigarrillo. Se despidió… pero su impecable y profunda personalidad y su corazón, se quedaron conmigo, para seguir admirándola perennemente. Hasta siempre, Señora Pacheco… hasta siempre…

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

Califica este artículo

Calificación promedio 0 / 5. Totales 0

Se él primero en calificar este artículo