En el marco del 5º Foro de Salud y Bienestar, Mercer presentó su estudio Health on Demand, revelando datos clave sobre la percepción de los empleados respecto al bienestar en el trabajo. A nivel global, el 62 por ciento de los trabajadores considera que su empleador se preocupa por su salud, una cifra apenas inferior en México (61 por ciento).
Sin embargo, temas como el estrés laboral, el acceso a servicios médicos y la salud emocional revelan desafíos importantes. Un 45 por ciento de los empleados mexicanos se siente estresado la mayoría de los días y el 68 por ciento de ellos está buscando activamente un nuevo empleo. Además, 52 por ciento expresa preocupación por su bienestar emocional, superando el promedio global.
El informe también muestra que solo el 20 por ciento de las empresas en México ofrece tamizajes de salud mental, pese a que el 43 por ciento de los empleados considera este beneficio muy útil. Además, más del 55 por ciento teme por el deterioro de su salud física, y un 43 por ciento cree necesario que su empleador facilite la detección de enfermedades metabólicas y cardiovasculares.
En otros hallazgos de interés, 41 por ciento señala como relevante contar con exámenes para detectar cáncer de forma oportuna. Estas cifras evidencian la urgencia de implementar programas de salud laboral más eficaces. Ariel Almazán, líder de Mercer en la región, destacó que el bienestar de los colaboradores es clave para la sostenibilidad del negocio, mientras que Amy Laverock subrayó la necesidad de adaptar los beneficios laborales a un entorno cambiante y más consciente del valor de la salud integral.
El estudio de Mercer también resalta que la confianza en el acceso a atención médica es desigual: mientras el 78 por ciento de los empleados a nivel global se sienten seguros de poder costear sus necesidades médicas, en México esta cifra baja al 72 por ciento; lo que refleja una brecha importante en el acceso a servicios de salud. Esta percepción, junto con el creciente interés en programas de detección oportuna y apoyo emocional, sugiere que las organizaciones mexicanas deben redoblar esfuerzos para ofrecer beneficios más personalizados, accesibles y efectivos.
Apostar por el bienestar integral no solo mejora la calidad de vida del trabajador, sino que también fortalece la productividad, el compromiso y la retención del talento dentro de las empresas.