En información emitida por Marsh Latinoamérica, la época de huracanes 2025 es considerada como una de las más intensas de los últimos años, con un 60 por ciento de probabilidad de una temporada por encima del promedio, de acuerdo con datos del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
Al respecto, Rodrigo Suárez, líder de Riesgos Climáticos y Sostenibilidad en Marsh Latinoamérica, advirtió que “2025 podría ser tan destructivo como 2020 o incluso superar las pérdidas de 2024, que rondaron los 50,000 millones de dólares en daños asegurados”.
En este sentido, los efectos de una temporada activa no se limitan a infraestructura dañada. Las interrupciones logísticas, caídas de comunicación y las fallas en las cadenas de suministro pueden paralizar operaciones completas, especialmente en sectores como energía, turismo, manufactura y comercio exterior; aunado a la posibilidad de fatalidades, impacto en sectores vulnerables de la población como adultos mayores e infantes, así como colapsos en los sistemas de salud, entre otros.
Por ejemplo, en 2024, más del 60 % de las interrupciones comerciales en México y Centroamérica relacionadas con fenómenos naturales fueron causadas por tormentas, con base en datos de Marsh. “La mayoría de las empresas afectadas el año pasado no contaban con planes de continuidad del negocio, ni planes de crisis o incluso planes de atención frente a la variabilidad y cambio climático vigentes. Hoy, la improvisación ya no es una opción, el camino es la anticipación y prevención”, enfatizó Suárez.
Por ello, el ejecutivo de Marsh recomienda cinco puntos clave que las empresas deben tomar en cuenta para afrontar esta temporada:
- Evaluar exposición geográfica: Analizar la viabilidad de instalar o mantener instalaciones operativas, así como con proveedores clave en zonas vulnerables.
- Revisar planes de continuidad del negocio: Asegúrese de que incluyan comunicación, evacuación, respaldo de datos y tiempos de recuperación.
- Incluir toda la cadena de suministro en el análisis de riesgo, no solo a proveedores directos que permitan la continuidad de las operaciones.
- Adoptar soluciones como los seguros paramétricos, pólizas que pagan automáticamente una indemnización predefinida al cumplirse ciertos parámetros o condiciones específicas, como eventos climáticos extremos, sin necesidad de un ajuste de pérdidas, por ejemplo tras eventos naturales como huracanes, lluvias fuertes, etc. y con la flexibilidad para cubrir interrupciones, gastos adicionales, etc.
- Aprovechar tecnología avanzada como la inteligencia artificial para anticipar disrupciones.
Asimismo, Rodrigo Suárez destacó que el uso de la tecnología y el análisis de datos predictivos son una realidad que favorece el implementar planes preventivos y reactivos ante una amplia gama de eventualidades de tipo natural.