El consumo de alcohol puede generar ansiedad, tristeza o alteraciones en la calidad del sueño; por lo que ingerirlo durante el confinamiento social instrumentado para tratar de frenar la expansión de la COVID-19 es una acción que indudablemente debilitaría el sistema inmunológico, afirma el Instituto Nacional de Psiquiatría (INPRF).
Mediante un video publicado en su cuenta oficial de Twitter, el INPRF detalla que en el sexo masculino, el consumo de alcohol aviva la posibilidad de padecer infecciones respiratorias, neumonía y tuberculosis. Además, acrecienta el riesgo de que se presenten accidentes, caídas y lesiones en los nervios.
Entre tanto, el organismo federal señala que en las mujeres, ingerir bebidas alcohólicas puede de igual forma ampliar la posibilidad de sufrir infecciones respiratorias, sin perder de vista que podría provocar alteraciones en el ciclo menstrual y problemas de embarazo.
El INPRF recomienda asimismo que una mujer no ingiera más de cuatro tragos estándar por ocasión; mientras que los hombres no deben exceder la ingesta de 12 tragos de bebidas alcohólicas estándar por ocasión.
Por último, la dependencia federal indica que la ingesta de alcohol puede aumentar la frecuencia o la gravedad de la violencia interpersonal, sin perder de vista que su consumo en exceso incrementa la incidencia de cáncer, tanto en hombres como mujeres.