Clima extremo orilla al reaseguro a evolucionar, dice directivo de Swiss Re

El Asegurador

La frecuencia de los fenómenos meteorológicos extremos va en aumento, y los riesgos secundarios derivados de sequías, incendios forestales, lluvias torrenciales e inundaciones provocadas por marejadas ciclónicas crecen de forma vertiginosa; por ese motivo, el reaseguro se ve orillado a evolucionar en sus procesos de modelización de productos para encontrar soluciones sostenibles a amenazas catastróficas,  señaló Francisco Díaz Rosete, Head Reinsurance México, Central America and Panamá de Swiss Re.

 

En una entrevista concedida   a este medio, el ejecutivo de la firma suiza pronosticó que los daños secundarios provocados por catástrofes naturales aumentarán en todo el orbe; de ahí que haya exhortado  a la industria del reaseguro a apreciar dicha coyuntura como una oportunidad para diversificar su catálogo de coberturas de manera que pueda hacer frente a la concentración de activos en áreas expuestas a condiciones climáticas que irremediablemente serán cada vez más extremas.

 

“La tendencia de devastación provocada por riesgos secundarios va en aumento, por lo que toda la cadena de valor de los seguros   deberá prestar más atención al inminente peligro que representan estos eventos, y deberá hacerlo en aras de crear resiliencia. En el caso particular del reaseguro, considero que debemos adaptarnos como siempre lo hemos hecho,  esto es, analizando científicamente la frecuencia y severidad de los fenómenos meteorológicos para desarrollar coberturas muy precisas que se adapten al incuestionable cambio climatológico que experimenta el planeta”, explicó Díaz Rosete.

 

Según estadísticas de Swiss Re, en 2018 los daños económicos provocados por catástrofes naturales y siniestros antropógenos ascendieron a 165,000 millones de dólares;   el seguro, por su parte, registró pérdidas del orden de 85,000 millones de dólares. Esta cifra es la cuarta más alta registrada durante un año en la historia de la industria aseguradora mundial.

 

Díaz Rosete indicó asimismo que en 2018 los daños asegurados provocados por catástrofes naturales ascendieron a 76,000 millones de dólares. En tal sentido, afirmó que un porcentaje considerable de estas reclamaciones tuvieron como origen el calentamiento global; no obstante, matizó  que las pérdidas asociadas al rápido desarrollo urbano en áreas expuestas a condiciones climáticas severas también han mostrado un incremento colosal.

“De acuerdo con datos de la Organización Meteorológica Mundial, 2018 es considerado el año más cálido en la historia de nuestra estancia en el  planeta. Son cifras preliminares por ahora; sin embargo, es indudable que las pérdidas económicas y aseguradas tienen muchísima relación con los eventos naturales, que lamentablemente son más frecuentes y severos”, amplió   Díaz Rosete.

Balance entre lo tradicional y lo innovador

Durante la conversación, Díaz Rosete reconoció que las difíciles condiciones climáticas que enfrenta el planeta abren  una ventana de oportunidad para que el reaseguro, una industria que históricamente ha sido conservadora y tradicional, suscriba los riesgos de forma diferente.

“Tenemos que encontrar el balance entre las coberturas tradicionales y lo innovador. A lo que debemos dedicarle mucho tiempo es a entender bien cómo este nuevo orden climático afecta a la rentabilidad del negocio. Con base en una revisión, que debe ser muy profunda, podremos modificar nuestra propuesta de valor y empezar a ofrecer productos que se adapten a las condiciones del planeta. Pienso que no solo se ajustará la forma en que  se evaluarán estos riesgos emergentes, sino que también se modificarán un poco las estrategias de comercialización”, planteó el responsable del área de Reaseguro para México, América Central y Panamá de Swiss Re.

Díaz Rosete precisó que los eventos naturales severos obligan a que se creen programas novedosos  de aseguramiento que obligatoriamente deberán ofrecer una oferta de valor superior.

“Las coberturas tradicionales tendrán que evolucionar,  por lo que es muy probable que se modifique lo concerniente al coaseguro y los deducibles. Incluso  podríamos entrar en una era, hasta ahora inédita, en la que las pólizas tendrán que cubrir el valor comercial de las propiedades, en lugar de sólo brindar protección al valor destructible del inmueble”, analizó  el funcionario.

Diferentes prioridades

El director  de Reaseguro de Swiss Re para México, Centroamérica y Panamá afirmó que, de cara al futuro, las reaseguradoras deben virar su foco de atención hacia  la creciente cuota de daños originados por el clima extremo, que a todas luces tendrán un efecto mayor sobre los índices de rentabilidad de las compañías.

Por lo antes expuesto, Díaz Rosete sostuvo que el secreto para que el reaseguro pueda sortear con éxito esta nueva coyuntura estriba en desarrollar métodos mejorados de medición, supervisión y modelización de riesgos.

“En la industria tenemos muy bien identificado todo lo que se refiere a riesgos principales, como   el caso de un huracán; no obstante, cuando nos adentramos a estudiar los alcances de eventos como la megatormenta Sandy, nos topamos con que la mayor parte de las pérdidas aseguradas correspondió a la marejada que este evento causó. Sin lugar a dudas,  este escenario es diferente, porque siniestros como las inundaciones no están tan modelados, por lo que no contamos con los datos para realizar estimaciones precisas de daños”,     admitió Díaz Rosete.

En opinión del colaborador de Swiss Re,  los riesgos secundarios deben cobrar relevancia en la industria aseguradora. El especialista en reaseguro    exhortó al sector a centrar sus esfuerzos para suscribir de forma rentable todo lo asociado al clima extremo.

“Una prioridad que debemos perseguir es  disminuir notablemente la brecha de aseguramiento mediante el  fortalecimiento de seguros que mitiguen el riesgo catastrófico, de manera que la industria continúe siendo sostenible en materia de rentabilidad”, especificó Díaz Rosete.

Por último, el directivo de Swiss Re se refirió al mercado asegurador mexicano y dijo  que esta industria, que se enfrenta a condiciones muy cambiantes y exigentes como consecuencia de la enorme exposición al riesgo que tiene una extensión territorial como la de México, debe enfocarse en  conocer mejor las crecientes amenazas que guardan relación con el clima extremo e incluirlas en sus actividades de control de reclamaciones, fijación de precios y atención de siniestros.

“Los cambios que experimenta el sector asegurador ante el avance de riesgos secundarios deben evaluarse  de modo que se modifiquen las coberturas actuales. En definitiva, todos los que conformamos la extensa cadena de valor de esta industria tenemos que trabajar con cohesión para que familias, personas y empresas sientan atracción y volteen hacia los seguros como una   herramienta eficiente de gestión de riesgos”, finalizó Díaz Rosete.

Califica este artículo

Calificación promedio 0 / 5. Totales 0

Se él primero en calificar este artículo