A pesar de que hay cada vez mayores demostraciones de lo que la inteligencia artificial (IA) puede hacer por el desarrollo y expansión de la industria de los seguros, aún hay resistencia al cambio por parte de personas acostumbradas a trabajar con los procedimientos de la vieja escuela, quienes además, dudan de las bondades de la IA, e incluso la consideran una amenaza para algunas fuentes de trabajo, pues creen que serán reemplazadas por esta tecnología.
Lo cierto es que las ventas, los procesos, el servicio a clientes, así como los mismos trabajadores pueden lograr una gran transformación, si las organizaciones y los que todavía dudan del poder de este recurso tecnológico, se abren a considerarlo un aliado y no una amenaza para el presente y futuro, señaló Raymundo Chapa, socio y director de Operaciones de Segutrends, al hablar de cómo en específico la IA abona al desarrollo de la industria aseguradora.
Para Raymundo Chapa, con el auge de elementos biométricos, la IA ha tomado una mayor aceleración en términos de desarrollo, ya que ahora es capaz de detectar ciertos cambios que permiten una mejor y más rápida respuesta de las compañías para con los clientes, logrando así reducir una brecha enorme con respecto a los prototipos anteriores.
Desde una perspectiva comercial, agregó el directivo de Segutrends, la IA es un recurso útil para elevar o potenciar las ventas. Hay que recordar que, en mercados como el latinoamericano, la penetración es todavía baja, de manera que se puede implementar para alcanzar un mayor volumen que genere óptimas coberturas con mejores condiciones y tarifas.
En la parte técnica de la operación del seguro, Raymundo Chapa considera que la IA puede mejorar la selección de riesgos al momento de asegurar a una persona, a través de algoritmos muy claros y definidos, de ahí que se puede tener una mejor tarificación.
Otro punto importante que resulta del uso de la IA es que, a manera de hacer más eficiente la parte de detección de fraudes, puede beneficiar en el área técnica en temas de reclamaciones. El hacer un proceso claro de seguimiento por parte de la IA ante un siniestro, permite darles seguridad y calma a los afectados para luego entrar con esa parte humana en temas de apoyo.
“Las ventas son clave para todo. Gracias a los diferentes algoritmos y la enorme cantidad de volumen de datos, la IA permite analizar y de ahí buscar compradores para proponer ciertos productos específicos. Revisar determinadas circunstancias que tienen los clientes, ubicar patrones, conocer segmentos, e identificar qué es lo que viven, facilita sugerir productos específicos con las necesidades de los clientes”, señaló Chapa.
Lamentablemente, dijo, hay una especie de “lado oscuro” de la IA, que tiene que ver con diversas teorías que afirman que esta incipiente tecnología logrará acabar con muchos empleos que de forma usual se ejecutan por los seres humanos. Una especie de comparación respecto a lo que pasó con aquellas máquinas que empezaron a aparecer hace algunos siglos y que acabó por hacerse patente con la Revolución Industrial.
Hay quienes creen que algo similar sucederá con la IA; otros opinan lo opuesto, ya que, consideran que la IA se dará de modo gradual, pero siempre con un enfoque de sentido humano. De ahí que Raymundo Chapa opinó al respecto que es un tema de conocimiento. Antes, algunos colaboradores podían colocarse en otros empleos, gracias a que implicaba justamente que fuera preponderante poseer ese lado motriz y de esfuerzo humano. Hoy, se trata de que la persona esté capacitada para poder adaptarse a estas nuevas circunstancias.
“No hay mucha gente que busque esa actualización para tales desafíos. Sí, hay un riesgo, pero no será inmediato. Pasarán muchos años para que esto suceda, tal como se especula; sin embargo, todo dependerá de la apertura que se tenga para adoptar y aprovechar lo mejor de la IA, y asumir el compromiso de desarrollar otros talentos que permitan a cada persona estar actualizadas y vigente en su área de acción”, concluyó Chapa.