El agente carismático

Charlemos seguros

El asegurador

Los griegos pensaban que el carisma era un regalo que los dioses otorgaban solo a unos cuantos. Lo consideraban como una cualidad mágica que venía con el paquete genético.

Durante mucho tiempo  también se creyó que el carisma era exclusivo de los individuos extrovertidos; no obstante, actualmente los estudios muestran que hay muchas personas carismáticas que son introvertidas.

Otro mito es que para ser carismático se necesita ser atractivo. Es posible que una buena presencia suponga una ventaja, pero no es una condición necesaria. De hecho, es el carisma lo  que vuelve  a las personas atractivas.

En los últimos años, los psicólogos y los  sociólogos, e incluso los neurocientíficos, han demostrado en experimentos de laboratorio que se pueden aumentar o reducir los niveles de carisma de una persona solamente con la adopción de comportamientos específicos.

Es importante subrayar que existen diferentes formas de generar una impresión positiva  en los demás y de provocar una conexión más estrecha  con la gente, lo cual saben hacer muy bien las personas carismáticas.

Olivia Fox nos regala una clasificación de cuatro estilos de carisma, y será conveniente revisar en cuál de ellos  te identificas como agente de seguros.

Carisma de poder       

·        Rasgos: independiente y decidido.  

·        Proyecta: alto  estatus y gran capacidad para influir.

·        Los clientes se sienten: impresionados.    

·        Es útil en: el  manejo de una crisis (atención de  siniestros, por ejemplo).

Carisma de visión            

·        Rasgos: analítico  y autodisciplinado.

·        Proyecta: certidumbre  hacia una causa.

·        Los clientes se sienten: seguros.      

·        Útil para: convencer de realizar la compra.

Carisma de focalización        

·        Rasgos: atento  y enfocado.

·        Proyecta: atención.  

·        Los clientes se sienten: escuchados.     

·        Útil para: obtención  de información, diagnóstico de  necesidades del cliente.

Carisma de bondad            

·        Rasgos: afectuoso,  amable, dulce.

·        Proyecta: aceptación.    

·        Los clientes se sienten: valorados.     

·        Útil para: crear   vínculos emocionales.

Cada uno de estos carismas tiene una fortaleza y una debilidad. Innumerables figuras carismáticas muy conocidas se han esforzado mucho por conquistar alguno de estos carismas, aumentándolo paso a paso.

Sin embargo, damos por sentado que las personas carismáticas lo son en todo  instante del día. No es así: Marilyn Monroe podía   “apagar”   su carisma como si tuviera  un interruptor, y pasaba  totalmente inadvertida;   una especie de “on-off  voluntario del carisma”.

Actualmente, el poder  ya no está en la información, sino en la capacidad de captar;   así que vale la pena diagnosticar con profundidad a qué estilo perteneces y sacar provecho de eso.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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