Empleados trabajan más horas, registran dolores musculares y acusan debacle de salud mental por home office

El Asegurador

El home office es una modalidad colaborativa que se implementó con bombos y platillos en el mercado laboral a raíz de la virulenta expansión de la COVID-19. Sin embargo, a más de un año y medio de su instrumentación generalizada, los resultados no son tan positivos como se imaginaba, puesto que los empleados reconocen que actualmente trabajan más horas, aceptan que sufren de dolencias en hombros, espalda o muñecas desde que laboran desde casa y, peor aún, admiten que su salud mental experimenta una peligrosa debacle, alerta una investigación de Mercer.

El preocupante panorama descrito forma parte de la encuesta más reciente de la firma, cuyo título es La nueva forma de trabajo es la flexibilidad, en la que se apunta que los empleados afirman que trabajan en promedio tres horas más diariamente a causa del teletrabajo; mientras que 41 por ciento de los colaboradores dice que experimenta dolores musculares desde que labora de forma deslocalizada.  

Y es que según el análisis de Mercer, 65 por ciento de los empleadores revela que el uso de programas de salud mental aumentó, a partir de que pusieron en marcha el teletrabajo en su organización. Asimismo, detalla que la fuerza laboral que experimentó los inconvenientes narrados es aquella que acudía a una oficina física para desempeñar su función.

Lo que se pierde de vista en la conversación, continúa el análisis, estriba en cómo crear una estrategia de flexibilidad que incluya a todos los empleados sin distinción. Por consiguiente, añade, es urgente que las organizaciones respondan a las necesidades de permisividad de los colaborares que prestan sus servicios en trabajos de primera línea, representados de manera desigual por personas de color y, en ciertos sectores como la salud, por las mujeres. 

Mercer es categórico en su diagnóstico y apunta que “muchos empleadores permitieron cambios temporales respecto a cuándo o cómo realizar el teletrabajo. Sin embargo, no se espera que esta tendencia perdure en el largo plazo”.

Lo ganado se desvanecerá

En otro pasaje del estudio de Mercer, se advierte que la afamada nueva era del trabajo se desvanecerá sin una intervención deliberada de la alta dirección de las empresas que están realmente dispuestas a abrazar el home office como una modalidad colaborativa eficaz. Por si esto fuera poco, vaticina que las estrategias corporativas basadas en la virtualidad ocasionarán nuevos desafíos para empleadores y la fuerza laboral.

Por último, Mercer puntualiza que la flexibilidad laboral tras la mitigación del nuevo coronavirus ya no será solo un beneficio para algunos. De modo que, agrega, no es un deseo que dependerá simplemente de una situación personal, un evento de la vida o la aprobación del gerente.

“El futuro del trabajo está conformado por organizaciones que adoptan una flexibilidad permanente, de tal suerte que todos los empleados brinden valor tanto a la empresa como a sí mismos”, finaliza el estudio.

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