De acuerdo con declaraciones del contador público David Noel Ramírez Padilla, exrector  del Tec de Monterrey, debemos ser conscientes de que tenemos una hipoteca con la sociedad. No podemos permanecer con los ojos cerrados ante la realidad. Se tiene que hacer lo que sea necesario para beneficiar y elevar el nivel de vida de las personas. En definitiva, todo el mundo está obligado a pagar esa hipoteca social.

Por lo antes expuesto, es obligatorio que toda la sociedad, empresas, instituciones y sociedad civil en alguna medida se involucre para  cumplir con esa hipoteca social.

Dentro de su área de Recursos Humanos,  Cemex creó un proyecto que se llama “Centro Comunitario Monterrey” con el objetivo de impartir cursos y talleres a las colonias cercanas en su planta en Monterrey, Nuevo León,  para que las familias puedan aprender un oficio. Se ofrecen talleres de herbolaria, conservación de alimentos, masoterapia, estilismo, informática y electricidad y mantenimiento de aparatos eléctricos.   

El centro mencionado tiene 15 años trabajando con muy buenos resultados, y  una gran cantidad de personas que han tomado los cursos ya cuentan con su negocio familiar o fuente de ingreso personal. La lista de espera es larga. Hay  personas que tardan hasta dos años para poder inscribirse.

En Nuevo León hay varias empresas trasnacionales  que han instalado grandes plantas de producción. En  el municipio de Pesquería, las plantas de la siderúrgica Ternium y la automotriz KIA han creado dentro de su entorno social centros de capacitación con cursos y talleres de acuerdo con  sus necesidades y oportunidades, y han beneficiado socialmente a la economía familiar y local.

Los bancos de alimentos a nivel nacional ayudan  a las personas necesitadas con alimentos y en algunos de sus centros ofrecen cursos y talleres para que quienes asisten puedan desarrollar una actividad de autoayuda o que genere algún ingreso familiar, como son la creación de huertos familiares, conservación de alimentos y cocina, principalmente.

¿Cómo podemos contribuir con la hipoteca social que nos corresponde?

Hay dos acciones que podemos tomar. En primer lugar, participar en los programas sociales como voluntarios o capacitadores y accediendo a  los productos y servicios que ofrecen las personas de nuestra comunidad.

Las personas pensionadas o retiradas o que disponen de algo de tiempo libre pueden participar como voluntarios para transmitir su experiencia en su especialidad. En la mayoría de los municipios de México existen programas del DIF o comunitarios donde se puede participar de manera activa y solidaria.

Con estas actividades de ayuda podemos contribuir a la integración social y económica de un gran número de personas y familias en nuestra comunidad accediendo a los servicios y productos que se ofrecen por parte de las personas que viven en nuestro entorno, como comprar el pan en la panadería, las tortillas en la tortillería, solicitar los servicios del sastre, del carpintero, del plomero, del electricista, de  los que limpian alfombras, del jardinero, del pintor de la colonia, del que pasea a los perros, del veterinario, por mencionar algunos.

Con estas acciones podemos lograr una integración social más justa y equitativa, ofreciendo o recibiendo los beneficios que nos da el hecho de contribuir con la economía y sociedad local.

Arturo Martínez es expresidente  de la Federación Mexicana de Diabetes.

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