Los asesores golondrinos

Charlemos seguros

El asegurador

Al inicio de mi carrera en el sector asegurador, mi mentor me dijo: “Los seguros siempre serán una buena opción,  tanto en épocas de crisis  como en periodos de bonanza”.  

La razón de lo anterior estriba en que durante las crisis  muchas personas pierden su empleo,  por lo que se apoyan en los productos y servicios de la industria aseguradora para  recibir un rescate económico. En contraposición, cuando se vive en tiempos de bonanza, no es tan común el comportamiento descrito; sin embargo, dicho periodo también es fructífero para los agentes, ya que la población cuenta con los recursos económicos para adquirir con mayor facilidad una póliza.

El contexto que describo no sufrió modificación  hasta que irrumpió la COVID-19. Y es que, mientras escribo estas líneas para usted, estimado lector, me encuentro en una de las ciudades más turísticas del país, pero  ¿sabe qué? Luce como un desierto, literalmente. Incluso  ayer caminé por una de las  plazas comerciales más famosas de esta entidad,  y el panorama observado generó una sensación que se tradujo en que mis ojos se llenaran de lágrimas.

Así pues,  el panorama actual es complejo. En tal sentido, la industria se enfrenta a un desafío  considerable, puesto que hay una inmensa mayoría de personas que están posponiendo decisiones torales, como contratar una cobertura de seguros, y esto ocurre como consecuencia de un futuro económico que por ahora luce incierto; sin embargo, pierden de vista que justamente en momentos de incertidumbre, como los actuales, es cuando más se necesita adquirir una póliza, pero lamentablemente se piensa  lo contrario, y la contratación de un instrumento tan valioso se pospone.  

La  pandemia de COVID-19 se ha convertido asimismo en un factor que ha provocado que muchas personas se interesen en convertirse en agente de seguros. En realidad, en el futuro cercano esta tendencia irá al alza,  por lo que la industria se erigirá como un segmento laboral muy atractivo para muchos. Mi mensaje para los que pretenden incursionar en el terreno de la intermediación de seguros es categórico: atrévanse  a iniciar su camino por esta hermosa carrera.

A usted que me lee y que desea convertirse en agente de seguros le daría como consejo inicial la siguiente clave: piense en el largo plazo. Respecto al ingreso económico que puede alcanzar como agente y que le comentarán en su primera entrevista laboral, lamento decirle que no se consigue en la primera quincena trabajada. Debe ser consciente de que en estos momentos las probabilidades de que rompa récords en la colocación de pólizas siendo novato son escasas. Creo que no es necesario abundar sobre los factores que bloquearían dicha posibilidad.

Prepárese física y mentalmente para un inicio arduo. Para un asesor, la mente enfocada es el  mejor aliado. No debe perder de vista que una mentalidad dispersa   siempre será una mala consejera. Por si fuera poco, haga caso omiso de los comentarios de su círculo cercano. Recuerde:  ellos no iniciarán la carrera por usted; así que no vale la pena prestar atención a sus opiniones.

Si usted es una persona que solamente se interesó por explorar el sector asegurador, le sugiero que realice dicha indagación desde la curiosidad, bajo su mejor versión y con una vibración alta.    Lamentablemente, conozco muchos casos en los que se ha evaluado  a la industria bajo una postura marcada por la comparación desventajosa,   o sea, bajo la sombra y el anhelo de lo que tuvieron desde el punto de vista profesional en el  pasado y perdieron; por consiguiente, el resultado en esta aventura laboral seguramente alcanzará un resultado similar.

La habilidad más importante que un agente de seguros debe desarrollar al inicio de su carrera —desde mi perspectiva—  es  su capacidad para administrar el tiempo. El tiempo es,  en suma, un bien escaso; por ello  es de vital importancia que se analice sin cortapisas la forma en que se clasificará y utilizará, puesto que éste es el aspecto primordial que determinará el ingreso económico que se logre registrar. Por favor, trate de estar activo; y luego trate de ser productivo, puesto que esto es  un par de conceptos que conviven en un espacio muy reducido, pero la diferencia entre ambos es abismal.

No tiene que  ser siempre propietario de la variable citada, pero se podrá convertir en un sujeto perfecto para realizar todas las tareas familiares. Muchos de “los que tienen trabajo” no siempre gozan de la oportunidad de llevarlas a cabo. Por consiguiente, tiene frente a sí la posibilidad de ser fiel a su sistema de trabajo y respetar las horas laborales.  

Parafraseo a Haruki  Murakami, quien dijo: “La diferencia entre un escritor y un escritor de novelas largas reside en que el segundo no se levanta de su silla sin haber escrito durante cuatro horas diarias”. Él llama novelas largas a su obra.  En tal sentido, ¡tiene  una tarea similar! Así que no regrese a sus actividades personales sin dedicarles  cuatro horas a las labores  que le permitan incrementar su ingreso. No olvide repetir este ejercicio diariamente.

Otro punto que no debe olvidar es  la entereza para afrontar el cambio que trae consigo la actividad del asesor de seguros. No olvide que entereza significa la cualidad de la persona que afronta un problema o dificultad con serenidad y fortaleza. Otra definición muy acorde de dicho concepto es ésta:  “la fortaleza para mantener las propias ideas, juicios y decisiones”; entonces, cuando usted sea totalmente  propietario de estos factores mencionados, no tenga dudas de que estará en el camino correcto para permanecer en la carrera de agente de seguros por mucho tiempo.

Por último, le pediría que, si desea incursionar en esta profesión, hágalo con la idea de dedicarle mucho tiempo. No olvide que un asesor que emplea solo una cuota pequeña de su tiempo en su labor   refleja falta de atención con los clientes, casi nula retención de su cartera, poco ingreso para la agencia o promotoría que lo desarrolló y, sobre todo,  una imagen dañina para  este sector, en el que miles decidieron abrazar esta profesión como una manera de disfrutar la vida.

Cuando la actual coyuntura se termine y usted como asesor esté disfrutando y recogiendo los frutos de su gran labor, será un gusto para mí felicitarlo por esa decisión en la que dedicó tanto trabajo y entereza.

Las opiniones expresadas en los artículos firmados son las de los autores y no reflejan necesariamente los puntos de vista de El Asegurador.

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