Cuando aqueja una enfermedad, la mayoría de las personas suele verla sin la seriedad que se requiere por no afrontar una realidad desagradable. Pero el padecimiento puede ser  simplemente un síntoma o el principio de una etapa en que dicha enfermedad puede prevenirse y controlarse.

Desafortunadamente, si llega a agravarse o a no controlarse, entonces se recurre al médico para una revisión. Lo poco que se gasta  en prevención no se compara con el alto costo del tratamiento.

Nunca hay que huir de una realidad, por más grave que ésta sea. Será  más fácil enfrentarla si se acepta con los conocimientos e información necesarios, con una actitud objetiva y con sentido común. Se debe  tomar el control de la situación.

Si en la familia hay antecedentes de alguna enfermedad, como diabetes,  por este hecho hay más probabilidades de que se pueda padecer esta enfermedad;  por eso es importante que se prevenga realizándose exámenes periódicos o los exámenes médicos anuales, que son una   fuente excelente de información sobre posibles padecimientos.

¿Qué debemos hacer para prevenir y controlar una enfermedad?

Realizarse el check up o revisión médica anual lo más completa posible. Hay  innumerables casos de personas que por no hacerse estos exámenes tuvieron problemas serios de salud, sobre todo de  cáncer. Pudieron haber detectado los tumores en una etapa inicial de desarrollo (de inducción o etapa 0), cuando sería más fácil extirparlos, pero  se detectaron cuando ya estaban en la etapa de metástasis (de invasión) o terminal.

Primero que nada es necesario llevar un estilo de vida saludable, equilibrado  y optimista; rodearse de personas positivas; caminar tanto como sea posible, comer adecuadamente;  asistir a reuniones sociales, culturales y deportivas, de acuerdo con nuestros gustos; y participar en asociaciones de beneficencia cercanas dentro de la comunidad.

Siempre debemos   tener el hábito de la prevención en salud como en todos los aspectos de la vida, principalmente en los excesos y calidad de los alimentos y bebidas, así como no abandonar     la actividad física.

Con la edad no se deben dejar  los hábitos saludables que se adquirieron  en la juventud. Esto suele suceder por la pérdida de movilidad y motivación. Nunca  hay que dejarlos, únicamente adecuarlos a la nueva realidad y condición; o, en lo posible, adquirir nuevos hábitos o actividades saludables.

Es de vital importancia que se asista con un médico especialista, y con recomendaciones, de ser posible. Nadie  mejor que ellos puede prescribir un tratamiento adecuado, dependiendo de la enfermedad, la edad y la condición de salud o del padecimiento  de alguna otra enfermedad. Ya que se tiene el tratamiento, éste debe seguirse al pie de la letra: no por sentirse bien se suspende.

Algunas veces, el médico no explica bien o no se entienden  las características de la enfermedad, por lo que tenemos que consultar  otras fuentes. Actualmente existen muchas fuentes confiables y serias con evidencia científica donde se puede obtener información de todas las enfermedades y padecimientos. Si se conoce a fondo la enfermedad, será más fácil prevenirla y controlarla.

Una fuente excelente de ayuda e información son las asociaciones  especializadas de las diferentes enfermedades y padecimientos. Seguramente  encontrarán alguna cerca de su entorno.

Siempre hay que contar con un seguro de Gastos Médicos Mayores.  

En lo personal y en el ámbito familiar siempre se debe   estar pendiente del cuidado de nuestra salud y la buena calidad de vida, ya que éstas constituyen   la fortaleza, vitalidad y actitud con que enfrentaremos la vida.

Arturo Martínez es expresidente  de la Federación Mexicana de Diabetes.

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