Propone Cepal líneas de acción para universalizar el acceso a tecnologías y enfrentar los impactos de la COVID-19

El Asegurador

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) hizo un llamado para garantizar y universalizar la conectividad a las tecnologías digitales con el fin de que la región pueda enfrentar con mayor facilidad los impactos negativos que ha provocado la pandemia por la COVID-19.

El organismo, dependiente de la Organización de las Naciines Unidas (ONU), revela tales conclusiones en el informe Universalizar el acceso a las tecnologías digitales para enfrentar los efectos del COVID-19, en el cual añade que, para lograr su cometido, propuso llevar a cabo las siguientes cinco líneas de acción: impulsar la transformación productiva, construir una sociedad digital inclusiva, promover la confianza y seguridad digital, fortalecer la cooperación digital regional y avanzar hacia un nuevo modelo de gobernanza para asegurar un Estado de bienestar digital que promueva la igualdad, proteja los derechos económicos, sociales y laborales de la población, garantice el uso seguro de datos y genere el cambio estructural progresivo.

Asimismo, la Cepal destaca que es necesario que todos los países de la región cuenten con una canasta básica de tecnologías de la información que se integre a través de una computadora portátil, un teléfono inteligente o una tableta y un plan de conectividad para los hogares que aún no estén conectados; lo cual, señala, tendría un costo anual inferior al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).

Todo ello se deriva de que las tecnologías digitales han sido de suma importancia para el funcionamiento de la economía y la sociedad durante la pandemia que atravesamos desde hace ya varios meses. Sin embargo, las desigualdades socioeconómicas también se han hecho notar más durante esta crisis haciendo que las personas con menos recursos no tengan acceso a la salud, a la educación y al trabajo, en algunos casos.

Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, afirma que a pesar de que los países de América Latina y El Caribe han adoptado medidas para impulsar el uso de estas soluciones tecnológicas, los resultados son limitados debido a las brechas de acceso dentro de la región, sin mencionar la ineficacia de las velocidades de conexión.

En otros datos, el informe establece que en 2019, 66.7 por ciento de los habitantes de este territorio tenía conexión a internet pero el porcentaje restante tiene o acceso limitado o ningún tipo de conexión.

Además, cabe señalar que las diferencias en la conectividad entre la zona urbana y la rural son altas, pues mientras que 67 por ciento de los hogares urbanos está conectado a internet, en las zonas rurales es solo  23 por ciento. En cuanto a grupos de edad, 42 por ciento de los menores de 25 años y 54 por ciento de los mayores de 66, no cuenta con conexión a internet.

Por otra parte, el estudio deja ver que aunque el confinamiento derivado de la pandemia paralizó las actividades físicas alrededor del mundo, no fue el mismo caso para las virtuales, pues tanto el tráfico en sitios web como el uso de aplicaciones de teletrabajo, educación en línea o aprendizaje a distancia y compras en línea tuvieron aumentos significativos.

El análisis se la Cepal detalla además que el poco acceso a internet que hay en América Latina y El Caribe, el uso de soluciones de educación en línea no es el mismo para todos sus habitantes, lo cual hace que niños, adolescentes -e incluso personas mayores- no hayan podido continuar con sus clases y tuvieran que dejar de estudiar a pesar de no querer hacerlo.

Bárcena apunta que la diferencia entre los estratos económicos más altos y más bajos condiciona el derecho a la educación y profundiza las desigualdades socioeconómicas. De este modo, para garantizar una educación inclusiva y equitativa que promueva oportunidades de aprendizaje a lo largo de todo el ciclo educativo, se deben aumentar la conectividad y la infraestructura digital, además de las habilidades digitales de los profesores y la adecuación de los contenidos educativos al ámbito digital.

En cuanto al teletrabajo, el estudio indica que mientras que en Europa y Estados Unidos casi 40 por ciento de los colaboradores puede continuar desempeñando sus funciones desde casa, en América Latina y El Caribe se estima que este porcentaje se reduce a 21.3 de los casos.

En el tema empresarial, el informe de la Cepal afirma que el uso de internet ha ayudado a mitigar los riesgos de diferentes tipos en las organizaciones. Entre marzo y abril de este año, las páginas web empresariales aumentaron 800 por ciento en Colombia y México, mientras que la cifra en Brasil y Chile fue de más 360 por ciento.

Alicia Bárcena concluyó que la productividad y el cambio estructural seguirán siendo factores ineludibles para el desarrollo por lo que América Latina y El Caribe debe avanzar hacia sistemas productivos más diversificados, homogéneos e integrados con el fin de aumentar la inclusión productiva y así fomentar un mayor número de empleo y salarios.

Está claro que después de la crisis por la COVID-19 habrá una nueva demanda basada en canales en línea, lo cual implicará el esfuerzo conjunto entre los gobiernos y el sector privado de cada país para poder entregar un mejor servicio a la población, sin dejar de lado la flexibilidad y la capacidad de reacción de los mismos.

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