Estimado lector, quizá quisiera usted ponerse de pie mientras lee este artículo, ya que demasiadas personas permanecen sentadas durante demasiado tiempo demasiados días. Existe un consenso creciente respecto a la conclusión de que estar sentado durante periodos anormalmente prolongados tiene efectos serios sobre la salud física y mental de las personas y que las empresas podrían tornarse menos productivas como resultado de ello.
Puede ser que el problema sea más grande de lo que muchos piensan. Permanecer un tiempo excesivo sentado también se ha relacionado con la obesidad, dolores de espalda y la degeneración muscular. Algunos estudios han asentado de manera incontestable que pasar largas horas sentados todos los días tiene un efecto negativo sobre la salud, por lo que cada vez más se busca promover y adaptar diseños en las oficinas y estilos de vida que ayuden a mejorar la salud de los colaboradores.
Alrededor del mundo, 40 por ciento de las personas que sufren enfermedades cardiovasculares, diabetes o cáncer no lograron cumplir con la recomendación mínima para mantener una buena salud: realizar 150 minutos de actividad física moderada semanal, de acuerdo con datos del Equipo Nacional de Transformación de la Salud de AON en Estados Unidos.
Los resultados que se derivan de la Encuesta de Salud 2017 de AON confirman que las personas se preocupan más por su salud de los 31 a los 40 años. La investigación refiere asimismo que actualmente las empresas en México están optando por promover el autocuidado de la salud y empoderar a los colaboradores para que participen activamente en un cambio cultural, enfocado en temas de bienestar, y para lograr una mejor calidad de vida.
Pero ¿qué pueden hacer individuos y organizaciones para reducir el daño potencial de permanecer demasiado tiempo sentado?
Actualmente, las compañías consideran como prioridad la ejecución de políticas tendientes al bienestar de la vida laboral de sus empleados. En tal sentido, es imperativo que las organizaciones, de cualquier tamaño o rubro, diseñen programas integrales de salud y fomenten una verdadera cultura de salud, de modo que se logre conseguir un mejor clima laboral, que intrínsecamente se traducirá en mayor productividad, disminución del ausentismo y menor rotación de personal.