En un entorno económico donde vender a crédito es una práctica común para impulsar el crecimiento, las empresas también se enfrentan al riesgo de impago por parte de sus clientes. Ante este panorama, especialistas en gestión de riesgos señalan que el seguro de Crédito se ha consolidado como una herramienta clave para proteger el flujo de efectivo de los negocios frente a la insolvencia, la mora prolongada o incluso factores políticos que afectan mercados internacionales.
De acuerdo con expertos de INTERprotección, bróker con visión global, este tipo de seguro no solo permite a las compañías disminuir pérdidas por cuentas incobrables, sino también fortalecer su competitividad global. Entre sus principales beneficios se encuentran la posibilidad de ampliar líneas de crédito con clientes actuales, facilitar la entrada a nuevos mercados nacionales e internacionales, mejorar la relación con bancos y proveedores, así como reducir la necesidad de reservas destinadas a cubrir deudas impagas.
El seguro de Crédito también brinda ventajas fiscales, ya que la prima puede ser deducible de impuestos. Además, incluye respaldo en la gestión de cobranza -judicial y extrajudicial-, lo que permite a las empresas enfocarse en sus operaciones principales, mientras se resguarda su estabilidad financiera.
Con estas características, este instrumento se convierte en un catalizador de crecimiento que otorga certeza y confianza a las organizaciones para innovar, exportar o diversificar sus operaciones, sin comprometer su capital frente a los riesgos de impago.