En los últimos dos años, la necesidad de contar con fuentes adicionales de ingreso ha aumentado significativamente entre los trabajadores mexicanos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), que reveló que, en el último bimestre de 2024, la población subocupada ascendió a 5.3 millones de personas, lo que representa una tasa del 8.9 por ciento.
Aunque esta cifra ha crecido 1.3 puntos porcentuales en los últimos dos años, aún se encuentra por debajo del nivel registrado en 2020, año en el que la subocupación se disparó hasta un 15.8 por ciento debido a la pandemia por COVID-19.
Factores como el incremento en los precios de bienes y servicios, que han afectado el poder adquisitivo y la calidad de vida de las personas, es el motivo principal de este incremento. Además, la insatisfacción laboral por parte de los colaboradores influye en la búsqueda de ingresos complementarios.
No obstante, Manuela Arango, directora de Marketing en Pluxee México, destaca que algunos aspectos a considerar en personas que tienen una segunda entrada de recursos son sus niveles de agotamiento y estrés laboral.
“Sin duda, puede haber un incremento en sus ingresos; sin embargo, si se exceden en el tiempo que laboran y no hay descanso o equilibrio entre la vida personal y laboral, esto afectará su salud, así como sus relaciones familiares y laborales”, mencionó.
Por su parte, el estudio Panorama Laboral Pluxee 2025 señala que al menos 33.2 por ciento de los trabajadores cuenta con un segundo empleo asalariado; un 28.9 por ciento obtiene ingresos adicionales mediante la prestación de servicios; 26 por ciento a través de la venta de algún producto; un 10.4 por ciento genera recursos extra mediante un negocio familiar, y el 1.9 por ciento trabaja de manera eventual por proyecto.
Si bien estas modalidades permiten un excedente y mayores recursos financieros, el salario continúa siendo la principal fuente de ingreso con un 91 por ciento. Le siguen los vales de despensa con el 11.3 por ciento y las comisiones con el 5.4 por ciento. En menor proporción se encuentran los bonos, las propinas y los honorarios.