Los ataques cibernéticos se han convertido en una tendencia imparable  que ha obligado a las organizaciones a poner mayor atención en la ciberseguridad.  Lo que ha quedado muy claro para las empresas es que la velocidad de respuesta ante estos devastadores incidentes es vital para mitigar el  ineludible riesgo de cibervulnerabilidad, que crece de forma vertiginosa y que afecta a todas las industrias, señaló Keren Elazari, experta internacional en ciberseguridad.

En el marco de la 29.ª   Convención de Aseguradores, que organizó la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS),  Elazari ofreció una ponencia magistral denominada “El futuro de la seguridad cibernética”, en la que expresó  que se debe contar con un equipo de “cazafantasmas”, que son personas con la capacidad de investigar el ataque, explorar lo sucedido en él    y revertir el daño infligido.

La también investigadora titular del departamento de Ciencia, Seguridad y Tecnología  de la Universidad de Tel Aviv precisó que en el caso específico de los seguros se debe promover esa velocidad de respuesta en los clientes para que ellos puedan tomar en cuenta las consecuencias que se derivan de los riesgos cibernéticos.

“Debemos educar a las personas que trabajan para nosotros, actualizarlos acerca de las nuevas técnicas que los hackers están usando. Además, debemos promover una capacidad mayor de investigación sobre estos incidentes, que afectan enormemente a personas y sobre todo a compañías”, explicó Elazari durante su intervención.

La especialista indicó que la seguridad cibernética es un tema de todos, no solo de  expertos en tecnología. A este problema se le debe dar la importancia y atención adecuada para que de esta manera se puedan mitigar los daños operativos y reputacionales originados por un ataque de esta índole.

En ese sentido, Elazari recomendó actualizar permanentemente el software de los dispositivos digitales, tanto en las computadoras como en los teléfonos inteligentes, para  no ser blanco fácil de los delincuentes cibernéticos, quienes cada vez son más sofisticados en sus formas de operar.

“Todos tomamos  cientos de decisiones de seguridad todos los días. Por ejemplo, cuando ingresamos en la red gratuita  de algún establecimiento o empresa, cuando volvemos a utilizar una contraseña o cuando hacemos caso omiso de  la actualización de software que aparece en nuestra pantalla. Muchas personas hacen a un lado las actualizaciones del software.   Es más, muchos reciclan las contraseñas, y eso los hace vulnerables a ataques por parte de los hackers”, explicó la investigadora de la Universidad de Tel Aviv.

Para finalizar su ponencia, Elazari sostuvo que en este asunto de la ciberseguridad no se trata de proteger los datos, los secretos o  los números de la tarjeta de crédito; tampoco se trata de ocultar con quién se chatea en el teléfono; se trata, más bien, de una práctica que busca proteger  la confianza que las personas tienen en el ecosistema digital y en cada tecnología digital que utilizan en su vida cotidiana.

“Tenemos que aprender a reconocer la forma en que los delincuentes actúan; y luego habrá que tomar medidas en el asunto. Los criminales han encontrado maneras inteligentes para llevar a cabo ciberataques y hacer dinero sin robar ningún secreto. Esta lección es válida para todos. Debemos  evolucionar porque los hackers también lo están haciendo”, concluyó Elazari.

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