“Ahorros” precipitados podrían pasar factura al concluir la crisis sanitaria

El Asegurador

 

La incertidumbre generalizada que ha provocado la pandemia de la COVID-19 ha llevado a las organizaciones a tomar medidas extremas de reducción de costos, sin reflexionar primero sobre las implicaciones que tales decisiones pueden llegar a tener cuando el contagio  concluya. Ese momento dejará  al descubierto las consecuencias  de esas resoluciones, y quizá el debilitamiento de la operación, la pérdida de oportunidades de negocio, o hasta la pérdida  de mercado.

Éste es  el punto de vista que externó  Álvaro Rattinger, director general de Merca 2.0, al ser entrevistado por El Asegurador para preguntarle acerca de los Desafíos de la comunicación y la mercadotecnia en tiempos de la COVID-19. Rattinger  aconsejó que antes de tomar   decisiones desesperadas  toda empresa debe ponderar si se justifica poner en riesgo, por ejemplo, un proyecto previsto para desarrollarse  durante los siguientes  60 u 80 meses. Se debe reflexionar si vale la pena hacer eso  por un fenómeno natural  que durará, en su etapa más crítica, de dos a tres meses. 

En realidad, hacer eso sería  tan absurdo como cancelar una  hipoteca porque el entorno se volvió  increíblemente difícil a lo largo de ocho semanas. En materia de comunicación y mercadotecnia ocurre algo similar. Durante esta coyuntura conviene evaluar  y poner en perspectiva la insensatez   de  recortar la promoción y la publicidad  solo porque el mercado se ha puesto difícil para vender.  

Si optamos por hacerlo, continuó  Rattinger, estaríamos perdiendo  el rumbo. Es justamente  en los tiempos de adversidad  en los que las empresas necesitan comunicar y posicionar más  su marca y su nombre.    Se trata de estar presentes junto a  los clientes y dentro del   mercado hoy para estarlo también    cuando   la crisis haya remitido;   de lo contrario, si no hay ventas ahora, menos las habrá cuando todo haya mejorado. 

Efectivamente, indicó el director general de Merca 2.0, el episodio actual no es el mejor para  las empresas de México y  el mundo en su afán por  generar ventas. Es por eso por lo que hacerse presentes y estar dentro del universo de consumidores actuales y potenciales  genera reconocimiento, lealtad a la marca  y, sobre todo, provocará   que una organización sea  elegible cuando todo vuelva a la normalidad. 

Rattinger indicó que, aun  en el peor de los escenarios, hablar de crisis empresarial generalizada es una actitud   incorrecta. En la historia de la economía  ha habido empresas que se consolidan como  poderosas organizaciones durante las crisis mundiales;   otras encuentran nuevos nichos de oportunidad;  y, claro está, algunas  sucumben. Es decir,  la crisis no afecta  de igual manera a todas. Siempre  hay organizaciones que fluyen de manera cíclica y contracíclica respecto al comportamiento de la economía.

Con toda seguridad, en la actual situación habrá empresas, como las de productos de limpieza, alcohol, cloro, entre otros  insumos y servicios,  que registren  ventas extraordinarias.  Por el contrario, hay nichos, como el de la industria restaurantera, que la están pasando mal porque no se permite  el acceso de los comensales a sus instalaciones. Pero podrían   estar peor aún si toman la mala decisión de ya no anunciarse. Es momento de buscar creativamente diversas formas de hacerle llegar  el servicio al consumidor, y para ello es necesario promover la marca y lograr que muchos la vean.            

Dejar de hacer promoción en tiempos de adversidad y crisis, aunque parezca lo más  natural, cancela   la oportunidad de descubrir un nicho diferente de oportunidad que lleve  a generar ventas en medio de la tempestad. En definitiva,  no es la   opción; más bien se requiere redireccionar (que no quiere decir disminuir ni atenuar)   la estrategia de comunicación, publicidad y mercadotecnia hacia las acciones y espacios que hagan más eficaz la utilización de los recursos,  explicó Rattinger.              

Cabe señalar, agregó Álvaro Rattinger, que, así como hay empresas que han recortado su presupuesto porque es un momento complejo para cerrar contratos,  existen otras que, al contrario,  lo han aumentado, porque de otra manera no podrían vender por e-commerce. Esto es otro ejemplo de que la mercadotecnia no se recorta de manera pareja en la economía;  mucho tiene que ver con la estrategia y la visión de mercado de cada compañía. 

¿Cómo quieres verte después de la crisis? ¿Te interesa vender hoy o ser elegible cuando las cosas se normalicen? ¿Qué efecto puede causar en tu cliente el hecho de que te sienta presente y de que reciba de tu parte  esperanza y certidumbre en un entorno desolador? Como empresa de seguros, ¿cómo   debes lucir ante el mercado cuando se presentan catástrofes naturales? Son  muchas  las  preguntas que hay que formularse  antes de optar por cerrar  la llave  del  recurso que nos posiciona en el mercado, subrayó el entrevistado. 

El problema económico de la  COVID-19 no es por 40 días. Las  empresas van a quebrar o no en los próximos 30, 60 o 90 días después de que concluya la pandemia  porque, al no haber ventas, tampoco hay cuentas por cobrar;  de ahí que se deba  ponderar muy bien si   suspender la promoción  y publicidad de la  marca y sus productos es una acción acertada de contención de costos o una medida bastante  equivocada, planteó Rattinger.

Álvaro Rattinger hizo una recomendación semejante para los agentes de seguros: ayuden a sus clientes a resolver sus problemas de aseguramiento, estén  éstos relacionados o no con la pandemia. Es momento de que se hagan presentes más que nunca, probablemente no para vender, pero sí para ganar su preferencia, y eso conllevará   que, una vez que acabe este periodo de espera, esa preferencia se convierta  en compra.

“Encuentren excusas, razones y motivos de peso para darles  la mano a  los clientes. Ayudemos al prójimo, demos crédito, aplacemos citas y trámites, incluso hasta  regalemos algo de nuestro trabajo. Éste  es el momento. Quien así lo comprenda y lo haga valer  será gratamente recordado como la primera opción para hacer negocios  pasada la pandemia. Ésa   es la magnitud del reto”, subrayó el director general de Merca 2.0.            

Rattinger  consideró valioso comunicar todo aquello que contribuya a aminorar los miedos de los clientes que ha provocado  la incertidumbre de esta  crisis sanitaria. Y puso un ejemplo:  como consecuencia de las restricciones a la movilidad por la pandemia, American Express comenzó a recibir una cascada  de cancelaciones del seguro de viaje.      

Lo interesante de esta situación es que la empresa  emprendió una estrategia orientada a comunicarse  con sus clientes  para plantearles  una pregunta: “¿En  los próximos días tendrá la necesidad de trasladarse a más de 50 kilómetros de su domicilio?   Si es así, considérelo  como un viaje, y tiene cobertura, por lo que convendría  que conservara su protección”.  Eso hizo que las cancelaciones bajaran considerablemente en ese segmento.

El punto a destacar de esta acción es que los de American Express  escucharon al cliente. Eso contuvo la enorme ola de cancelaciones;  y es por ello por lo que Rattinger considera que éste es el mejor momento para que el agente de seguros haga lo que mejor sabe hacer:  convertirse en el consejero de sus clientes. En  la medida en  que lo logre, observará cómo  la situación del  negocio se torna  menos grave.

“Sería un error acortar el presupuesto publicitario en este momento. Entendamos que marketing va mucho más allá de solo publicidad para vender;  tiene que ver con promoción, con atención a clientes, con generación de lealtad. En la medida en que las empresas reduzcan su presupuesto para todo ello, lo que sucederá  es que van a tener menos contacto con los clientes, y el precio de lo supuestamente   ahorrado  lo van a pagar cuando todo se haya reactivado y sufran el abandono de quienes los preferían”, advirtió  el especialista en mercadotecnia.  

“Invertir con estrategia: ésa  es la idea. No tendría sentido gastar en este momento todo el presupuesto en el patrocinio de un evento masivo, cuando por ahora no los hay;   tendría más sentido y repercusión en el público  invertir dinero en un espectacular que se coloque enfrente de un hospital y que diga:   ‘Estamos  contigo’,  y el nombre de la marca. Yo  creo que algo así sería fabuloso, sobre todo por la gran presión, miedo e incertidumbre que hay entre la sociedad”, recomendó Rattinger.

“Tendremos dos o tres meses muy complicados; así que de nada servirá que bajemos la mirada hacia el  escritorio, porque menos podremos encontrar la salida. Levantemos la vista,  distingamos la luz al final del túnel y sigamos adelante. Es natural el nivel de angustia de todos, pero el mundo siempre ha salido adelante. No es la primera pandemia ni la última en la que tengamos que ver hacia afuera y recordar que todo esto pasará”, concluyó nuestro entrevistado.

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