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Autolimitaciones por falta de autoestima y autoconfianza, entre las principales barreras para la incorporación de mujeres en la Alta Dirección

Por: Alma G. Yáñez Villanueva @pea_alma

De acuerdo con el estudio Mujeres de la Alta Dirección en México 2024. Talento femenino que consolida la resiliencia empresarial de KPMG, las mujeres deben sortear una serie de barreras para acceder a posiciones de liderazgo, como la discriminación basada en estereotipos, sesgos inconscientes y microagresiones (62 por ciento), la falta de apertura para colaborar por parte de otros líderes, y las autolimitaciones por falta de autoestima y autoconfianza (35 por ciento en ambos casos).

Así mismo, el reporte revela que, además de la falta de apertura para colaborar por parte de otros integrantes de la Alta Dirección (54 por ciento), la inadecuada alineación entre las expectativas del puesto directivo y el desempeño de los equipos de trabajo, y el burnout o agotamiento (42 por ciento en ambos casos) se constituyen como los tres desafíos más importantes para permanecer en este tipo de cargos.

“El respaldo de los líderes es crucial para un cambio cultural que impactará positivamente a la sociedad. Su patrocinio en iniciativas para eliminar brechas salariales e impulsar programas de mentoría y políticas de género aumentará la presencia femenina en Alta Dirección. Lamentablemente, el 62 por ciento señala discriminación (estereotipos, sesgos inconscientes y microagresiones)”, comenta Olivia Segura, Socia de Asesoría en Capital Humano y Gestión del Talento de KPMG México.

La investigación de la firma que provee servicios profesionales de Auditoría, Impuestos y Asesoría, destaca que adicionalmente, perciben que el esquema de trabajo híbrido trae consigo algunos beneficios, resaltando el aprovechamiento de oportunidades laborales sin tener que vivir cerca del centro de trabajo (92 por ciento), tener un mejor balance entre la vida personal y profesional (89 por ciento), y ejercer la maternidad o paternidad y participar en actividades sin tener que elegir entre la carrera y la familia (88 por ciento) como los tres más importantes.

Además, indica que en siete de cada 10 organizaciones existen estándares de igualdad de género que promueven la equidad salarial y la igualdad de oportunidades; sin embargo, las directivas aún enfrentan retos que impiden su desarrollo, tales como lograr un balance entre vida personal y profesional (56 por ciento) y la falta de una cultura laboral incluyente e igualitaria en cuanto a oportunidades (44 por ciento).

No obstante, también destacan algunos aspectos positivos; por ejemplo, consideran que los aceleradores que permiten que más mujeres se incorporen y permanezcan en la Alta Dirección son contar con una cultura corporativa incluyente que integre indicadores de diversidad, equidad e inclusión (51 por ciento), el apoyo del liderazgo de la organización para integrar la vida personal y profesional (44 por ciento), y los planes de carrera y sucesión definidos para posiciones clave (36 por ciento).

“No hay justificación para pagar menos a quienes tienen las mismas responsabilidades y resultados. Los roles familiares y estructuras tradicionales han evolucionado y las mujeres han asumido también la responsabilidad económica como jefas de familia. En México, el 47 por ciento reconoce que existen estándares de igualdad, pero con áreas por mejorar, el 29 por ciento afirma que aún no existen en sus empresas. Las organizaciones que promuevan la transparencia y equidad atraerán al mejor talento.” resalta Olivia Segura.

“Este 2024 representa la oportunidad para retar y erradicar estereotipos que limitan el crecimiento de las mujeres y las empresas, medir los beneficios que su incorporación a la Alta Dirección ha aportado y vincular los indicadores de diversidad con los de negocio que demuestran el impacto positivo de la diversidad en las organizaciones”, concluye Olivia Segura.

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