La empresa Deloitte avizora, en su estudio Acelerando el futuro de la salud en México, que hacia 2040 habrá un cambio total de enfoque en el terreno del cuidado de la salud, ya que pronostica, existirá un amplio campo de alternativas médicas, prevención y diagnóstico temprano e intervención, lo cual le cambiará el rostro a este sector al servicio de la sociedad.Asimismo, la firma agrega que esto impulsará el monitoreo proactivo de la salud a través de recursos tecnológicos, que permitirá asegurar el bienestar de los consumidores. La colaboración entre entidades diversas e instituciones de salud resultará en nuevos avances, que a su vez derivarán en roles operativos y administrativos ajustados a las nuevas necesidades del sector, advirtió.Deloitte refiere que la covid sirvió como catalizador para la inversión en tecnología para la salud. Debido a esto, se generaron alternativas respecto a la manera tradicional de proveer los servicios dentro del sector, lo que conlleva a la aceleración de este pronóstico, el cual considera puede volverse posible en 2030.La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que para 2030, todos los países deberán destinar un 6 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB) al gasto en salud; sin embargo, en México, el gasto que se hizo en estos términos durante 2022 fue de dos puntos (un 91 por ciento).Siguiendo esta tendencia, el gasto anual en salud por persona tiende a estar 100 dólares por debajo del promedio en la región (640 dólares). Estos gastos se distribuyen de forma muy similar en el sector público y el sector privado, sin contemplar el gasto externo y voluntario.La empresa de Deloitte considera que acelerar la visión para el futuro de la salud, tomando el 2030 como decisivo para estos objetivos, conlleva un esfuerzo importante en el que las acciones de quienes contribuyen a un ecosistema de salud, deben orientarse a la resolución de necesidades urgentes y específicas.En este sentido, agrega, es necesario entender que este es un proceso conjunto, y que ni en nuestro país, ni en otros existen actores aislados que de forma independiente puedan acelerar los procesos de modernización.Ante esto, el estudio refiere cómo maximizar el valor de cada actor en los ecosistemas de innovación de la salud. La primera propuesta que desplanta al respecto es:Que haya ofertas más innovadoras que nunca. Si bien el comportamiento del ser humano es crítico al momento de establecer estrategias para el sector salud, y para ello se ha construido históricamente un ecosistema enfocado en el paciente, la fuente recomienda no perder de vista los hábitos de los consumidores en la vida cotidiana.“Tenemos que encontrar la forma de redirigir los hábitos del consumidor tradicional en beneficio de su propio bienestar emocional, físico y social, generando propuestas dirigidas a orientar a las personas en el manejo de su salud, antes de requerir servicios de emergencia”, subraya.En segundo lugar, se hace un llamado a poner la prevención antes que el tratamiento. Esto es, romper el paradigma alrededor de la salud es primordial: en la salud no se trata de atender enfermedades, sino de alcanzar un estado completo de bienestar; por lo tanto, es necesario enfocarse en las causas y las problemáticas que generarán las enfermedades antes que en las consecuencias.En tercer término: medición del impacto. La creatividad y la lógica deben existir en los ecosistemas de salud. Evaluar el impacto de las colaboraciones y entender qué implica la información que emerge de ellas, es un desafío y una necesidad para todo el ecosistema, desde la institución hasta el médico, desembocando en el paciente.Por tal motivo, añade Deloitte, es necesario generar formas claras de presentar los resultados, de manera que se logre sentar precedente del impacto y entender las rutas que deben tomarse a futuro.Como cuarto y último punto, la empresa de consultoría indica la necesidad de tener un enfoque multifactorial. Esto es, los indicadores individuales, socioculturales y estructurales son determinantes para entender el comportamiento de las personas, y además nos ayudan a comprender el contexto de los problemas de salud.Los actores no tradicionales (empresas, startups y otras entidades de vinculación) deben localizar y manejar este tipo de factores, pues su identificación temprana puede generar soluciones más completas y accesibles, concluye el documento.