Si bien la salud mental es responsabilidad de cada persona, las empresas también deben cuidar el bienestar y la felicidad de sus colaboradores a través de soluciones preventivas, efectivas y escalables que impulsen entornos más saludables y productivos, ya que al no tratar trastornos como la depresión y ansiedad se podría generar un impacto económico y social muy costoso, destacó Regina Athhié, cofundadora y CEO de Cuéntame.
En el marco del Día Internacional de la Felicidad, que se celebró el pasado 20 de marzo, Athié hizo un llamado a las organizaciones para atender el bienestar y la salud mental de sus colaboradores, pues de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las afecciones psicológicas como la depresión y ansiedad ya costaban a la economía mundial cerca de 1 billón de dólares por pérdida de productividad previo a la pandemia por covid.
La CEO de Cuéntame señaló la necesidad de implementar acciones, a partir de la prevención, para mejorar el bienestar y la felicidad de las personas en las empresas, pues cada dólar invertido en tratamientos para la depresión y ansiedad rinde hasta 400 por ciento; es decir, tiene un efecto de cuatro dólares en la mejora de la salud, la capacidad y la productividad laboral, según la OMS.
Ante ello, la startup que impulsa la salud mental de los colaboradores en Latinoamérica, comparte tres acciones clave, identificadas a partir de la interactividad de los usuarios activos en su plataforma, para que cualquier organización las use en la creación de estrategias que aumenten el bienestar y la felicidad de los colaboradores: rutas de bienestar personalizadas, comunidad y medición de la efectividad; ésta última, una estrategia para mejorar el bienestar de los colaboradores y que debe basarse en tres aspectos:
– Accesibilidad a una solución de salud mental: Se mide el alcance de la estrategia mediante datos demográficos como localidad, área, edad y género, pero cuidando la confidencialidad de los colaboradores.
– Resultados del tratamiento: por ejemplo, una disminución en los índices de depresión, menores niveles de ansiedad, mejora de la percepción de control sobre el trabajo, calidad de relaciones interpersonales, mayor calidad de sueño, entre otras.
– Retorno de inversión: se identifica con una menor rotación voluntaria de talento clave y alto desempeño por área o sección, mayor motivación y sentido de pertenencia, el propósito en el lugar de trabajo, pero principalmente a partir de los niveles de productividad.
Finalmente, Regina Athié recordó que el propósito de la start up va enfocada a un “ganar-ganar” entre las empresas y los colaboradores, pues con ellas “se busca impulsar una cultura de bienestar y felicidad que inspire y motive a las personas, al cuidar de ellos y sus familias; reducir la rotación por burnout, ocasionado por afecciones como la ansiedad y la depresión; así como aumentar el engagement en los lugares de trabajo”.